miércoles, 1 de junio de 2016

Una okupa de Gràcia fue detenida en una operación antiterrorista

 

'Heidi' se atrincheró durante el desalojo en una caja fuerte junto a otro individuo, con el que se 'pegó' con cemento. Los Mossos lograron sacarlo a él con facilidad, pero con ella tuvieron que recurrir a cerrajeros y bomberos.
R. M.
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Paula M.P., alias ‘Heidi’, fue la última persona desalojada del ‘Banco Expropiado’ de Barcelona, en el que vivían okupas desde 2011, gracias a la generosidad del Ayuntamiento, de Convergencia Democrática de Cataluña.


Heidi, de 38 años y nacida en Madrid, es una vieja conocida de la Policía. Fue detenida en marzo de 2015 en la ‘Operación Piñata’ ordenada por la Audiencia Nacional contra elementos anarquistas por su pertenencia a “organización criminal con fines terroristas”, según publica este miércoles el diario ABC.
Junto a Heidi fueron arrestados los cabecillas de la marca GAC (Grupos Anarquistas Coordinados), presuntamente vinculados a la colocación de sendos artefactos en la Basílica del Pilar de Zaragoza y la Catedral de la Almudena de Madrid, así como al destrozo de sucursales bancarias y 117 cajeros.

Aquella importante investigación contra el movimiento anarquista en Barcelona arrancó en diciembre de 2013 y logró la identificación y localización de todos los integrantes de la marca GAC, integrados en el brazo operativo internacional de la FAI-FRI (Federación Anarquista Informal). En total, fueron detenidos catorce miembros anarquistas, tres de ellos en la ciudad de Barcelona. Tras esa operación se consideró desmantelada una de las ramas más violentas del terrorismo anarquista.
Los detenidos formaban parte del conocido como Black Blok (Bloque Negro), bautizado así por su indumentaria oscura habitual en los disturbios que protagonizan en cuantas manifestaciones participan, intentando forzar enfrentamientos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente con los miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios.
La Policía encontró manuales para elaborar explosivos y de táctica de guerrilla al servicio de la “desestabilización, colapso y destrucción” del sistema que consagra el ideario de los GAC.
A principios de este año volvió a salir a la luz nueva información sobre los GAC cuando fueron detenidos los dos titiriteros acusados de hacer apología del terrorismo en un espectáculo infantil patrocinado por el Ayuntamiento de Madrid, en manos de la podemita Manuela Carmena. Entre la documentación intervenida a uno de los detenidos apareció material publicado por los GAC.

Informes sobre la estrategia a seguir

El desalojo el pasado lunes del autodenominado ‘banco expropiado’, que el entonces alcalde Xavier Trias 'amnistió' en 2015 al asumir el consistorio los 66.500 euros del alquiler anual, duró 9 horas.
Para acceder al interior de la cámara acorazada, los Mossos tuvieron que estar varias horas pico en mano para abrir la caja fuerte y, posteriormente, una vez dentro, tuvieron que liberar a dos okupas, un hombre y una mujer, que estaban encadenados a un bidón.
Los agentes encontraron a Heidi “fijada” con cemento en el interior de la caja fuerte. Mientras que Carlos F. G., de 33 años, fue sacado con facilidad, con ella tuvieron que recurrir a cerrajeros y a bomberos.
Los dos okupas fueron sometidos a un reconocimiento médico en el interior del edificio, ya que habían estado encerrados durante horas en esa cámara acorazada, con poca ventilación.

Tras constatar que su estado físico era bueno, los Mossos les identificaron y les dejaron en libertad, por lo que salieron del edificio por su propio pie.
Los ‘okupas’ tenían perfectamente estudiada la estrategia para evitar el desahucio, incluido un vídeo donde se explicaban los pasos una vez que irrumpieran los Mossos en el inmueble, que recogía el encerramiento en la caja acorazada.
El ABC también informa de que la investigación policial constata un esquema clásico en el que el movimiento okupa es apoyado por otros colectivos antisistema y por grupos de individuos anarquistas, anticapitalistas, antirrepresivos, anarco-sindicatos, que aprovechan la situación para sembrar la violencia en la vía pública.
Revela también la participación de los llamados ‘blokes violentos’ de cada colectivo, una especie de brazos armados compuestos cada uno por entre 20 y 40 individuos, "que actúan como una verdadera ‘kale borroka catalana’".
Como viene informando GACETA.ES, este desalojo ha desatado una oleada de graves enfrentamientos entre los antisistema y los agentes, que se han saldado hasta el momento con cajeros quemados, escaparates rotos, violencia callejera, un detenido -luego puesto en libertad con cargos- al que se le ha incautado una mochila llena de pastillas inflamables, y mossos d'Esquadra heridos.

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