martes, 28 de junio de 2016

ESPECIAL FUNCIONARIOS DE PRISIONES

¿Es una profesión de riesgo la de funcionario de prisiones? A la vista del número de incidentes violentos de los que son víctimas, sí. Diversos informes internos de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias a los que ha tenido acceso Vozpópuli detallan que desde el año 2000 y hasta el 31 de marzo de 2016 se habían registrado en las cárceles españolas 3.303 agresiones de presos a los encargados de su custodia. De ellas, 239 han sido catalogadas como graves o muy graves por el propio Ministerio del Interior en sus estadísticas. Por ello, el sindicato Agrupación de los Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), el mayoritario, reclama la inclusión de este colectivo de trabajadores públicos en el plan contra agresiones de la Administración General del Estado, del que han sido excluidos hasta ahora. Ponen como ejemplo de la situación que viven lo ocurrido los pasados 17 y 18 de junio en el centro penitenciario de Madrid VII, situado en la localidad madrileña de Estremera, en el que se registraron dos incidentes violentos consecutivos. Uno de ellos, el ataque de un preso del departamento de aislamiento con un 'pincho carcelario' a uno de los funcionarios que lo vigilaba. Es la prisión en la que están recluidos Francisco Granados y el 'rey del porno español', Ignacio Allende, 'Torbe'.
Hace unos días, un recluso atacó con un 'pincho carcelario' a un funcionario de la cárcel de Estremera (Madrid). Sólo en el primer trimestre de 2016 ya se han contabilizado 38 incidentes violentos
De este periodo de 16 años del que hay estadísticas, el más violento fue 2009, cuando se registrado 264 agresiones dirigidas contra funcionarios, 19 de ellas graves. Le siguieron 2005 y 2008, con 255 y 246 incidentes registrados de este tipo. En el extremo contrario, 2013, con 145 sucesos contabilizados. Son, precisamente, los últimos años en los que estas cifras han sido más bajas. Así, en 2014 se contabilizaron 168, de los cuales doce fueron catalogados como graves; mientras que en 2015 esta cifra se quedó en 164 y once, respectivamente. Desde 2009, periodo en el que Interior considera que las estadísticas son más fiables "ya que años anteriores adolecen del rigor necesario de seguimiento y grabación de incidentes", sólo se ha registrado un altercado catalogado como "muy grave". Fue en 2012, un año en el que los incidentes se elevaron hasta los 171. En el primer trimestre de 2016, último periodo contabilizado oficialmente, ya se han reseñado 38 agresiones a funcionarios, una de ellas grave.
Lo que no detallan los informes de Interior es el desglose por centro penitenciario ni cuántos de estos ataques han sido protagonizados por presos bajo tratamiento farmacológico psiquiátrico y que se estuvieran dentro del programa de salud mental de las cárceles. Lo único que aportan es información sobre las sanciones aplicadas a internos en aplicación del artículo 108 del Reglamento Penitenciario por la comisión de faltas muy graves. En total, más de 16.000 en los últimos seis años, con cárceles especialmente conflictivas a la vista del número que acumulan en ese periodo. Entre ellas destacan las andaluzas de Algeciras (474), Córdoba (503), Huelva (1.266), Puerto III (1.072) y Sevilla 2 (927), y la coruñesa de Teixeiro (632). En el lado contrario. los Centros de Inserción Social (CIS), en los que pernoctan los internos en régimen de semilibertad, que contabilizan un número insignificante o ninguno.
"Defensa personal"
Con estas cifras de agresiones y reclusos sancionados por faltas muy graves, ACAIP reclama desde hace tiempo la elaboración de un protocolo específico de protección frente a la violencia en el trabajo para los encargados de los funcionarios de prisiones. Una medida que, destacan fuentes de esta organización, tienen ya otros trabajadores de la Administración General del Estado pero no ellos, a pesar de que son las víctimas del 60% del total de agresiones que sufren los funcionarios españoles, porcentaje que se eleva al 80% en el caso de las más graves. Entre otras medidas, también reclaman que Interior se haga cargo del coste de un seguro que cubra los posibles daños que sufran, así como que asuman los gastos de las denuncias que presenten contra los reclusos que les ataquen.
El sindicato mayoritario, ACAIP, denuncia que los trabajdores de prisiones han sido excluidos del protocolo de protección frente a la violencia en la Administraciòn pese a sufrir el 60% de las agresiones a funcionarios   
El Ministerio del Interior organiza, dentro de los planes formativos, cursos sobre "defensa personal y utilización correcta de medios coercitivos" para los funcionarios de prisiones. Los próximos acaban de ser convocados y tendrán lugar entre octubre y noviembre próximos con una duración de 25 horas lectivas. El programa del mismo, al que también ha tenido acceso Vozpópuli, detallla que dos de estas horas serán dedicadas al estudio del marco jurídico y tres a desarrollar "habilidades de comunicación e inteligencia emocional". Las 20 restantes servirán para abordar el "protocolo de actuación en materia de defensa personal". Entre ellas se recogen procedimientos de "cacheo", "entrada en una celda", "traslado de un interno", "intentos de agresión al funcionario", "autolesiones", "internos especiales", "reducción en grupo sin equipo protector", "defensas de goma" y "formas de esposar", entre otros.
PRESOS QUE AGREDEN A PRESOS La violencia en las cárceles españolas no sólo tiene como víctimas a funcionarios de prisiones. Las estadísticas oficiales revelan que son más numerosas las que tienen como agresor y agredido a reclusos. Según datos de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias a las que ha tenido acceso Vozpópuli, desde 2005 y hasta el primer trimestre de 2016 se han registrado 34.199 incidentes de este tipo en los centros dependientes del Ministerio del Interior (los ubicados en Cataluña son competencia de la Generalitat). O lo que es lo mismo: ocho cada día, 58 a la semana, 250 al mes, más de 3.000 al año... En los tres primeros meses de 2016, últimos datos disponibles, ya se han contabilizado siete graves y 688 leves. El año con más violencia en las cárceles españolas fue 2009, cuando se registraron 3.867 incidentes violentos entre reos, la mayor parte de ellos de carácter leve, aunque también cinco violaciones consumadas, otras tantas agresiones muy graves y 134 más calificadas por Prisiones como graves. Aquel año, el número de internos era de más de 76.000, la cifra más alta de las registradas en la historia penitenciaria, según las estadísticas de Interior. En el extremo opuesto se encuentra 2005, el primer año del estudio, con 2.226 agresiones de todo tipo.
En los últimos años, las cifras se han mantenido estables a pesar de que durante éstos el número de presos ha sufrido un sensible retroceso de manera casi continuada. Así, en 2010, durante los doce meses siguientes a los del 'negro récord', hubo 3.501. En 2011 esta cifra se redujo de manera significativa hasta los 3.001, mientras que, al año siguiente, hubo un ligero repunte hasta las 3.121, y, en 2013, se alcanzaron las 3.180. En 2014, bajaron hasta los 3.012, y en 2015, último que existen cifras completas, se volvieron a elevar hasta las 3.080. Con las cifras del primer trimestre, el año en curso puede ser el primero que no se superen las 3.000 de los últimos años. Actualmente el número de internos se sitúa en algo más de 61.500.

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