Algunos soldados han denunciado acercamientos sospechosos de radicales islámicos
Los militares son considerados como ‘objetivo prioritario’ para las redes de captación yihadista. Suponen un activo de enorme valor por sus conocimientos tácticos y sobre armamento. Actualmente se investiga cualquier contacto sospechoso entre radicales y miembros de las Fuerzas Armadas de confesión musulmana.
“Salem Waleicum hermanos, para los que piensen en alistarse (en las Fuerzas Armadas) o que ya lo están, y para las hermanas que están casadas con alguno de ellos, que se aparten de este acto de Kufr (infiel)”. Este es uno de los mensajes más difundidos por captadores yihadistas detenidos en los últimos años.
“Ser militar es ser Kufr (infiel)” se ha convertido en una de las frases más recurrentes de las células de reclutadores que operan en España. Incluso se dio el caso de un imán –lo contó ECD- que recomendó a los militares españoles que desertaran y se negasen a participar en misiones internacionales, o incluso a llevar símbolos cristianos en su uniforme.
En las Fuerzas Armadas se han detectado desde hace años intentos de captación de estas redes yihadistas. Pero se han intensificado más recientemente. Tal y como aseguran fuentes militares a ECD, “la vigilancia sobre cualquier contacto –de reclutadores- con militares españoles es ahora máxima”.
Además, tal y como aseguran estas voces a ECD, algunos militares españoles han denunciado ante sus mandos “contactos sospechosos” por parte de personas próximas al radicalismo (las fuentes consultadas ni confirman ni desmienten si se trata de los mismos individuos implicados en la Operación Javer).
Las investigaciones no sólo se llevan a cabo en Ceuta y Melilla, sino en todo el territorio español e incluso en aquellos países donde España tiene tropas desplegadas en misiones internacionales. Todos los frentes, explican, están bajo vigilancia.
Según contó ECD, la preocupación en las Fuerzas Armadas por las deserciones de militares o ex militares musulmanes está relacionada con el acceso a ciertos protocolos de seguridad: conocen puntos débiles de la vigilancia en instalaciones o medidas de autoprotección que aplican los miembros del ejército.
La situación, además, no sólo afecta España. En los últimos meses, países como Alemania o Holanda han detectado soldados en sus filas que han decidió desertar y sumarse a la yihad en alguno de sus escenarios. Principalmente en Siria e Irak.
Alemania ha contabilizado –según informes de la inteligencia germana- hasta 29 casos de militares reclutados por redes terroristas. Por su parte, Holanda ha hecho público que una veintena de sus soldados han jurado lealtad al Estado Islámico. Algunos de esos casos son especialmente preocupantes, pues se trataba de militares que operaban en el ámbito de la inteligencia.
“Ser militar es ser Kufr (infiel)” se ha convertido en una de las frases más recurrentes de las células de reclutadores que operan en España. Incluso se dio el caso de un imán –lo contó ECD- que recomendó a los militares españoles que desertaran y se negasen a participar en misiones internacionales, o incluso a llevar símbolos cristianos en su uniforme.
Máxima vigilancia en el ejército
Estos mensajes están claramente orientado a aquellos militares de confesión musulmana que sirven en las Fuerzas Armadas, en un intento por reclutarles para su causa y enviarlos a alguno de los escenarios en los que operan los terroristas del Estado Islámico.En las Fuerzas Armadas se han detectado desde hace años intentos de captación de estas redes yihadistas. Pero se han intensificado más recientemente. Tal y como aseguran fuentes militares a ECD, “la vigilancia sobre cualquier contacto –de reclutadores- con militares españoles es ahora máxima”.
‘Operación Javer’
No se trata de sospechas infundadas. Ya hay antecedentes que apuntan a este tipo de acercamientos. En 2014 fueron detenidos en Melilla –Operación Javer- seis captadores yihadistas que actualmente están en prisión acusados, entre otras cosas, de intentar reclutar a soldados españoles de confesión islámica.Además, tal y como aseguran estas voces a ECD, algunos militares españoles han denunciado ante sus mandos “contactos sospechosos” por parte de personas próximas al radicalismo (las fuentes consultadas ni confirman ni desmienten si se trata de los mismos individuos implicados en la Operación Javer).
Las investigaciones no sólo se llevan a cabo en Ceuta y Melilla, sino en todo el territorio español e incluso en aquellos países donde España tiene tropas desplegadas en misiones internacionales. Todos los frentes, explican, están bajo vigilancia.
Militares: objetivo prioritario
Los militares, según estas fuentes, representan un activo de “enorme valor” para los grupos de captación terroristas: supone un golpe propagandístico de gran impacto, disponen de formación en tácticas militares y uso de armamento y conocen información sensible sobre posibles objetivos de atentados.Según contó ECD, la preocupación en las Fuerzas Armadas por las deserciones de militares o ex militares musulmanes está relacionada con el acceso a ciertos protocolos de seguridad: conocen puntos débiles de la vigilancia en instalaciones o medidas de autoprotección que aplican los miembros del ejército.
Captación desde dentro
Las investigaciones en las Fuerzas Armadas no sólo se centran en agentes externos al ejército, sino también en posibles infiltrados que operen desde dentro. Los expertos en la lucha antiyihadista han confirmado esta preocupación.La situación, además, no sólo afecta España. En los últimos meses, países como Alemania o Holanda han detectado soldados en sus filas que han decidió desertar y sumarse a la yihad en alguno de sus escenarios. Principalmente en Siria e Irak.
Alemania ha contabilizado –según informes de la inteligencia germana- hasta 29 casos de militares reclutados por redes terroristas. Por su parte, Holanda ha hecho público que una veintena de sus soldados han jurado lealtad al Estado Islámico. Algunos de esos casos son especialmente preocupantes, pues se trataba de militares que operaban en el ámbito de la inteligencia.
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