El arma utilizada en el tiroteo fue originalmente diseñada como armamento militar y está optimizada para la guerra
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El Sig Sauer MCX [folleto publicitario en pdf] es el derivado civil de un rifle diseñado para las Fuerzas Especiales estadounidenses y sus necesidades. Por fuera recuerda mucho a los fusiles de la familia AR-15, con los que además comparte los mandos de control. Esto es deliberado: así se simplifica el entrenamiento. El parecido causó que en un principio se identificara el arma usada en la masacre con un AR-15, y que los defensores de las armas descalificaran las primeras críticas debido a esta confusión (aunque poca diferencia hay). Porque, aunque por fuera sea similar, el MCX es por dentro muy diferente a las variantes de AR-15. De hecho se parece más a su archienemigo, el AK-47 Kalashnikov.
Las ventas se multiplican cada vez que hay una masacre por el temor de que esta vez el gobierno federal haga algo
El mecanismo del MCX es de pistón de gas como el del Kalashnikov, a diferencia de los descendientes del AR-10 de Eugene Stoner que accionan el automatismo mediante la incidencia directa de gases ('direct impingement'). Esto lo hace más seguro y fiable y menos susceptible a encasquillamientos por suciedad en el mecanismo, además de ofrecer otras ventajas.
El MCX se diseñó para ser multicalibre (es posible cambiar la munición con sólo reemplazar algunas piezas), muy ligero y preciso y para ser utilizado con silenciado. El mecanismo de pistón hace también que su disparo suene similar al de un Kalashnikov, algo muy útil para operaciones especiales contra enemigos armados con la familia rusa.
El rifle puede utilizar tres tipos de munición cambiando el cañón, de calibres 300 BK, 5.56 mm OTAN y 7,62X39 mm; las tres desde cargadores estándar STANAG de 30 cartuchos. La versión civil del MCX es, como todos los rifles a la venta en el mercado EEUU, semiautomática, incapaz de fuego continuo: sólo dispara un tiro cada vez que se aprieta el gatillo. En teoría las versiones semiautomáticas y automáticas deben ser incompatibles de modo que sea imposible intercambiar piezas entre ellas, pero en el mercado ilegal se pueden instalar kits para muchos de estos rifles capaces de convertirlos en automáticos. De todas formas la versión semiautomática es capaz de disparar a gran velocidad aunque sea tiro a tiro, especialmente en manos de un tirador entrenado. Como demostración existe un vídeo de la matanza de Orlando en el que se puede escuchar a Omar Mateen efectuar 24 disparos en 9 segundos. Para muchos de estos rifles existen técnicas y accesorios para acelerar el disparo de modo que el efecto sea casi como el de un arma automática.
Optimizadas para la guerra
Este tipo de armas, que originalmente fueron diseñadas como armamento militar, están optimizadas para la guerra. Todo, desde el diseño de su munición a su modo de funcionamiento y sus características se crearon para causar el mayor número de bajas lo más rápida y eficientemente posible. Su alcance, capacidad de atravesar objetos (incluyendo chalecos antibalas normales) y robustez tienen origen militar.Armas similares de la prolífica familia AR-15 (a la que pertenecen los fusiles M-4 y M-16 de las fuerzas armadas EE UU) fueron utilizadas en anteriores masacres como la de la escuela primaria de Sandy Hook (27 víctimas más el asesino), la de San Bernardino (14 víctimas más dos asesinos) o la de Aurora (12 víctimas). Los rifles de este estilo se llevan vendiendo más de 50 años en el mercado civil estadounidense.
El márketing las publicita como objetos de deseo ligados a la masculinidad y como símbolos de libertad y autodefensa
No es que importe mucho, porque la ley que prohibía su venta y comercio caducó en 2004 sin que el Congreso de los EE UU la renovase; hoy es perfectamente legal adquirirlas y poseerlas. Sólo algunos estados limitan su disponibilidad o tratan de establecer limitaciones, por ejemplo, en el tamaño de los cargadores, ya que existen versiones a la venta de 75 o hasta 100 cartuchos que hacen aún más letales a estas armas. En otros estados las dificultades son mínimas: Florida, por ejemplo, tiene establecido un periodo de espera de tres días para la compra de pistolas, pero no de rifles; ni siquiera hace falta una licencia, tan sólo mostrar una identificación y pagar 8 dólares por un control de antecedentes. El precio recomendado por el fabricante para la versión básica del Sig Sauer MCX es de 1.866 dólares.
Para la industria armamentística la categoría a la que pertenecen estas armas es la de ‘rifle deportivo moderno’, un término mucho menos amenazador. El márketing las publicita como objetos de deseo íntimamente ligados a la masculinidad y el orgullo, y como símbolos de una cierta forma de pensar en la libertad y de defender la propia seguridad.
Las ventas, que han aumentado mucho en los últimos años (más de 3 millones de ejemplares en circulación) se multiplican cada vez que hay una masacre. No por la sensación de inseguridad, sino por el temor de que esta vez el gobierno federal haga algo: muchos estadounidenses corren a echar mano de estos ‘rifles deportivos modernos’ para no quedarse sin uno si se limita su venta. Armas de asalto herramientas de muerte al por mayor, frente a rifles deportivos modernos, simples ejercicios del derecho a la autodefensa y la libertad. Dos nombres para una misma cosa, con dos significados opuestos, para una única y mortífera realidad.
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