El mayor ejército del mundo ha presentado una serie de rifles y torretas capaces de neutralizar vehículos enemigos haciendo uso de láseres
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"China ha actualizado sus armas láser cegadoras en los últimos años para actualizarse a las necesidades del campo de combate. Estas armas se utilizan, principalmente, para inutilizar objetivos a corta distancia con un láser o interferir y dañar con un láser y equipos de visión nocturna", reza un comunicado oficial del periódico del Ejército Popular de Liberación.
El Protocolo IV del Convenio sobre Ciertas Armas Convencionales prohíbe el uso de armas láser que puedan cegar a los enemigos
El Low Altitude Guard II (LAG II), una de las armas anunciadas por el cuerpo, tiene capacidad para derribar proyectiles de artillería enemiga así como cohetes y misiles. El ejército del país asiático ha dado una vuelta alrededor del Protocolo IV del Convenio sobre Ciertas Armas Convencionales, firmado en 1995 y que prohíbe el uso de armas láser que puedan cegar a los soldados enemigos, para que sus armas no sean del todo ilegales.
Y lo ha hecho porque el LAG II está destinado a atacar los sensores térmicos y ópticos de vehículos, naves y robots enemigos por lo que su eso, sobre el papel, está permitido. Otro de los prototipos, el rifle láser PY132A, está orientado a la neutralización de drones operados por terroristas u otros enemigos y se ha mostrado al público en una reciente feria protagonizada por la policía china.
Pero el uso de estas armas en vehículos tripulados puede significar, como apunta PopSci, que en algún momento el arma pueda entrar en contacto con los ojos de un piloto, lo que sí volaría el Protocolo IV.
Su uso se extiende desde la desactivación de cámaras infrarrojas de los carros de combate enemigos al sabotaje de sensores
Hasta la fecha, los diferentes intentos por crear armas láser habían fracasado por diferentes motivos. No es un problema de tamaño, ya que este texto del South China Morning Post asegura que un arma cabe en una maleta, pero la cantidad de energía necesaria para hacerla funcionar había sido un obstáculo hasta la fecha.
Los condensadores necesarios para almacenar la energía han reducido el tamaño hasta caber dentro de un arma. O eso certifica una investigación de la Universidad de Pekín y la Academia China de Ciencias, liderada por el profesor Huang Fuqiang, que ha logrado condensadores capaces de ofrecer una potencia de un megavatio y que sólo pesan 40 kg. Lo habitual en este rango es que el peso se acerque a las diez toneladas, lo que ha abierto la puerta a que la infantería del mayor cuerpo armado del planeta cuente con armas propias de La Guerra de las Galaxias.
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