El teniente coronel Manuel González Hernández, experto en yihadismo, señala que Daesh se ha propuesto acercarse a Europa a través de células en Libia, un país que considera el trampolín perfecto para dar el salto al viejo continente.
Martes, 7. Junio 2016 - 14:10
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El teniente coronel Manuel González Hernández es uno de los miembros más destacados de la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra , centrada en la investigación y la formación de soldados que irán destinados a misiones en el exterior. Especializado en terrorismo yihadista, su objetivo es desentrañar los orígenes y el comportamiento de esta lacra que no para de sembrar el terror en cualquier rincón del mundo.
El Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET) publica en su página observatorioterrorismo.com unaentrevista con el teniente coronel que por su interés resumimos.
Gonzalez Hernández explica lo importante que es el estudio del terrorismo yihadista para el Ejército afirmando que “la Escuela de Guerra tiene diferentes departamentos, conjugando la formaciónpráctica y la académica. Colaboramos en diferentes másteres, cursos, seminarios y jornadas tanto como organizadores, como ponentes o como alumnos para completar nuestra formación. Dentro de la estructura se encuentra el Departamento de Estrategia y Organización, al que yo pertenezco, en el que se estudian, se analizan y se imparten clases sobre liderazgo, historia militar, organización, sistemas de instrucción, aspectos institucionales y en mi parte, geopolítica, estrategia, polemología así como los fundamentos de la concienciación cultural para que a toda persona que sale a misiones al exterior, ya sea a Líbano, Afganistán en su momento, a Irak, Turquía, República Centroafricana, Somalia o Malí, o el escenario que se pueda abrir, se le dé un baño de la cultura del lugar donde despliega, para que conozca las costumbres, el protocolo, la religión y la política de esa zona. El objetivo es que no se interfiera negativamente con los modus vivendi de la población. La formación se amolda a cada país: no es lo mismo, por ejemplo, la visión del islam de Malí o Nigeria que el de Jordania o Afganistán
El despliegue de militares españoles combatiendo el terrorismo yihadista en 12 misiones repartidas por todo el mundo suma 860 militares, pero el militar español reconoce que no estamos en guerra: “Jurídica y políticamente hablando, no, porque no ha habido una declaración formal de guerra. Estamos en una situación de controversia o de conflicto, que es además irregular, asimétrico y global, con unasnuevas tendencias que no responden al concepto clásico de guerra. La formación que, por parte de mi área de responsabilidad se imparte a las tropas desplegadas no sólo contra el yihadismo, también contra la piratería o para la estabilización de países, tienen una doble misión: que conozcan el entorno cultural y la amenaza a la que se pueden enfrentar. Intentamos no interferir negativamente con la población local para que esa población perciba que vamos a ayudarles, a estabilizar su país y a protegerles de una amenaza
Sobre el papel del Ejército para luchar contra el terrorismo aparte deluso de la fuerza, señala que “existe una percepción sobre la seguridad que se circunscribe a reducirla a una cuestión de policías, de militares o con el uso de armas, pero la seguridad abarca todos los aspectos de la vida, desde la seguridad sanitaria hasta la seguridad de tener luz eléctrica o la seguridad vial. Para que haya un entorno seguro, tiene que haber una fuerza que actúe con unos parámetros tanto activos como preventivos. El hecho de que exista una entidad como las Fuerzas Armadas es una garantía para que quien esté tentado a intervenir dentro del país, no lo haga. Es uno de los garantes de la seguridad del Estado y del ordenamiento constitucional.
El posicionamiento correcto del Ejercito ante el terrorismo yihadista debe situarse en un término en el que tenga cabida el componente militar : “Acabar con una amenaza como el terrorismo yihadista, que además es polifacética y multidisciplinar, no se va a conseguir sólo con la fuerza, pero la fuerza debe estar presente. Cada uno percibe la amenaza en su aspecto y en su entorno: cuando hay un atentado en Europa, parece que es el único que ha habido en el mundo y no es así. Hay atentados constantes. No debemos olvidar que la amenaza yihadista está siendo global y que está produciendo más bajas dentro de los propios musulmanes que fuera del mundo musulmán: tres a uno es la proporción aproximada. La célula central alimenta ideológica, física y económicamente a parte de los yihadistas del mundo. Para liberar la zona que actualmente ocupa existen, entre otras, dos formas: la invasión y las medidas coercitivas. Si no, nunca lograrás limpiar una zona. La fuerza tiene que ser uno de los factores que actúen y, evidentemente, hay que incluir aspectos como la financiación para estabilizar las zonas de conflicto, la concienciación, para intentar que la amenaza y el adoctrinamiento se acaben allí donde empiezan”.
González Hernandez valora la fuerza del adoctrinamiento en el terrorismo: “Hasta el momento no es que nos estén ganando la guerra del aleccionamiento, es que les está siendo efectiva. Si uno analiza las cifras absolutas, no son muchos terroristas, pero con que una sola persona atente, por ejemplo, en un centro comercial, significa que hay una hendidura en nuestro sistema de seguridad”.
Mientras tropas iraquíes con el apoyo de Estados Unidos combaten al Daesh en su bastión de Faluya, González Hernádez señala la repercusión que puede tener una eventual derrota para la organización terrorista. "Es complicado evaluar los números absolutos. El Daesh tiene una proporción de terreno que fue ganando desde 2013 y 2014 y que ha ido perdiendo desde 2015. Para compensar esa pérdida de terreno, está ampliando sus canales de adoctrinamiento en el exterior. Por ejemplo, está favoreciendo mucho que esté creciendo el yihadismo en Libia. Van buscando zonas inestables para instalar sus células y hacerlas crecer. Empiezan a coger el dominio del terreno, de las personas y luego, de los elementos físicos, como recursos energéticos. Teniendo en cuenta estos tres ingredientes, Libia responde a ellos: es un país ubicado en África y cercano a Europa, con elementos energéticos importantes, y que por su idiosincrasia, tras la caída de Gadafi, se ha producido un conflicto interno en el que ha habido hasta tres gobiernos paralelos intentando gobernar el país. Todo esto para ellos es un aditivo. Están intentado expandirse en Libia y ya poseen células en zonas como Nigeria, Túnez, Egipto, Líbano, Afganistán y ahora también Filipinas, que pueden estar o no activas en este momento, pero que tienen presencia en estos países".
Por ello, destaca que es clave que la comunidad internacional ponga el foco en Libia: “La presencia de yihadistas en Libia es un asunto que nos va a dar problemas. Los libios ya están sufriendo desde la caída de Gadafi, incluso antes, muchas penurias, pero con la caída de Gadafi viven el desmembramiento del Estado que antes tenían, hay luchas internas importantes y se ha producido un importante descontrol del armamento y de otros recursos de defensa que tenía el Gobierno de Gadafi, por lo que hay numerosos de estos elementos no localizados. Actualmente en la zona hay gente muy entrenada, acostumbrada al desierto, y a la lucha, por lo que es una situación potencialmente peligrosa”.
Que el terrorismo yihadista se acerque tanto a Europa puede llegar a desestabilizar a España, según el teniente coronel: “El modelo para desestabilizar es atacar los pilares de un Estado. ¿Cómo se hace? Un ejemplo muy claro es Túnez: un país no muy grande, con el turismo como principal fuente de ingresos y con una gran parte de población joven que no tiene trabajo ni perspectiva de futuro. El Daesh ha atacado varios hoteles, quitándole a los jóvenes la percepción de los medios en los que podría haber basado su futuro. Por tanto, van a coger la primera alternativa que se les ofrezca y que, sea el Daesh o cualquier otro grupo terrorista, se basa en una ideología religiosa por un lado y en proporcionar medios económicos, por otro. Una encuesta reciente publicada en El País revelaba que los jóvenes vascos apenas conocían la historia del terrorismo. ¿A qué lo atribuye? ¿Qué responsabilidad tienen las instituciones en esta amnesia o desconocimiento colectivo?
En Europa puede pasar algo similar "ya que lo que pueden hacer es intentar mellar algunos de nuestros pilares: nuestra unión, nuestro sistema de libertades y nuestros valores, basándose en sus doctrinas en combatir el materialismo, o la falta de sentimiento religioso, por el que tanto critican a los europeos. Ante la necesidad humana de creer, expanden que su idea del mundo no es sólo material sino también espiritual, por eso diversos ciudadanos se pasan al “lado oscuro de la fuerza”.
Sobre las amenazas que el Daesh realiza a España señala que “el riesgo existe. Del porcentaje no se puede hablar: pueden pasar quince años sin que ocurra nada en España o puede ocurrir esta misma tarde. Cualquier país del mundo ahora mismo está bajo el riesgo de sufrir la amenaza yihadista, no descarto ninguno y no hay que bajar la guardia. España es un referente para todos los dirigentes yihadistas, tanto de Al Qaeda en su momento como del Daesh actual, o de algunos grupos del norte de África, en referencia a recuperar ese anhelado Al Ándalus y su esplendor. Como expresan en algunos mensajes “no descansaremos nuestra espadas hasta que no pisemos el usurpado suelo de Al Ándalus”. Es una frase permanentemente repetida en los mensajes yihadistas, aunque diferente es que puedan y quieran actuar, y que cuando actúen sus elementos de ataque sean efectivos o no y que el número de víctimas sean elevados o no. Hasta ahora, las Fuerzas de Seguridad del Estado han sido bastante eficientes y eficaces, desde 2004 no hemos tenido ningún atentado en España. Por eso, diferentes estamentos estamos luchando no sólo en la seguridad física sino en concienciar a la población de que tengan la tranquilidad de que nuestras fuerzas están actuando y de que, aun así, uno debe no estar temeroso, pero sí prevenido".
El Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET) publica en su página observatorioterrorismo.com una
Gonzalez Hernández explica lo importante que es el estudio del terrorismo yihadista para el Ejército afirmando que “la Escuela de Guerra tiene diferentes departamentos, conjugando la formación
El despliegue de militares españoles combatiendo el terrorismo yihadista en 12 misiones repartidas por todo el mundo suma 860 militares, pero el militar español reconoce que no estamos en guerra: “Jurídica y políticamente hablando, no, porque no ha habido una declaración formal de guerra. Estamos en una situación de controversia o de conflicto, que es además irregular, asimétrico y global, con unas
Sobre el papel del Ejército para luchar contra el terrorismo aparte del
El posicionamiento correcto del Ejercito ante el terrorismo yihadista debe situarse en un término en el que tenga cabida el componente militar : “Acabar con una amenaza como el terrorismo yihadista, que además es polifacética y multidisciplinar, no se va a conseguir sólo con la fuerza, pero la fuerza debe estar presente. Cada uno percibe la amenaza en su aspecto y en su entorno: cuando hay un atentado en Europa, parece que es el único que ha habido en el mundo y no es así. Hay atentados constantes. No debemos olvidar que la amenaza yihadista está siendo global y que está produciendo más bajas dentro de los propios musulmanes que fuera del mundo musulmán: tres a uno es la proporción aproximada. La célula central alimenta ideológica, física y económicamente a parte de los yihadistas del mundo. Para liberar la zona que actualmente ocupa existen, entre otras, dos formas: la invasión y las medidas coercitivas. Si no, nunca lograrás limpiar una zona. La fuerza tiene que ser uno de los factores que actúen y, evidentemente, hay que incluir aspectos como la financiación para estabilizar las zonas de conflicto, la concienciación, para intentar que la amenaza y el adoctrinamiento se acaben allí donde empiezan”.
González Hernandez valora la fuerza del adoctrinamiento en el terrorismo: “Hasta el momento no es que nos estén ganando la guerra del aleccionamiento, es que les está siendo efectiva. Si uno analiza las cifras absolutas, no son muchos terroristas, pero con que una sola persona atente, por ejemplo, en un centro comercial, significa que hay una hendidura en nuestro sistema de seguridad”.
Mientras tropas iraquíes con el apoyo de Estados Unidos combaten al Daesh en su bastión de Faluya, González Hernádez señala la repercusión que puede tener una eventual derrota para la organización terrorista. "Es complicado evaluar los números absolutos. El Daesh tiene una proporción de terreno que fue ganando desde 2013 y 2014 y que ha ido perdiendo desde 2015. Para compensar esa pérdida de terreno, está ampliando sus canales de adoctrinamiento en el exterior. Por ejemplo, está favoreciendo mucho que esté creciendo el yihadismo en Libia. Van buscando zonas inestables para instalar sus células y hacerlas crecer. Empiezan a coger el dominio del terreno, de las personas y luego, de los elementos físicos, como recursos energéticos. Teniendo en cuenta estos tres ingredientes, Libia responde a ellos: es un país ubicado en África y cercano a Europa, con elementos energéticos importantes, y que por su idiosincrasia, tras la caída de Gadafi, se ha producido un conflicto interno en el que ha habido hasta tres gobiernos paralelos intentando gobernar el país. Todo esto para ellos es un aditivo. Están intentado expandirse en Libia y ya poseen células en zonas como Nigeria, Túnez, Egipto, Líbano, Afganistán y ahora también Filipinas, que pueden estar o no activas en este momento, pero que tienen presencia en estos países".
Por ello, destaca que es clave que la comunidad internacional ponga el foco en Libia: “La presencia de yihadistas en Libia es un asunto que nos va a dar problemas. Los libios ya están sufriendo desde la caída de Gadafi, incluso antes, muchas penurias, pero con la caída de Gadafi viven el desmembramiento del Estado que antes tenían, hay luchas internas importantes y se ha producido un importante descontrol del armamento y de otros recursos de defensa que tenía el Gobierno de Gadafi, por lo que hay numerosos de estos elementos no localizados. Actualmente en la zona hay gente muy entrenada, acostumbrada al desierto, y a la lucha, por lo que es una situación potencialmente peligrosa”.
Que el terrorismo yihadista se acerque tanto a Europa puede llegar a desestabilizar a España, según el teniente coronel: “El modelo para desestabilizar es atacar los pilares de un Estado. ¿Cómo se hace? Un ejemplo muy claro es Túnez: un país no muy grande, con el turismo como principal fuente de ingresos y con una gran parte de población joven que no tiene trabajo ni perspectiva de futuro. El Daesh ha atacado varios hoteles, quitándole a los jóvenes la percepción de los medios en los que podría haber basado su futuro. Por tanto, van a coger la primera alternativa que se les ofrezca y que, sea el Daesh o cualquier otro grupo terrorista, se basa en una ideología religiosa por un lado y en proporcionar medios económicos, por otro. Una encuesta reciente publicada en El País revelaba que los jóvenes vascos apenas conocían la historia del terrorismo. ¿A qué lo atribuye? ¿Qué responsabilidad tienen las instituciones en esta amnesia o desconocimiento colectivo?
En Europa puede pasar algo similar "ya que lo que pueden hacer es intentar mellar algunos de nuestros pilares: nuestra unión, nuestro sistema de libertades y nuestros valores, basándose en sus doctrinas en combatir el materialismo, o la falta de sentimiento religioso, por el que tanto critican a los europeos. Ante la necesidad humana de creer, expanden que su idea del mundo no es sólo material sino también espiritual, por eso diversos ciudadanos se pasan al “lado oscuro de la fuerza”.
Sobre las amenazas que el Daesh realiza a España señala que “el riesgo existe. Del porcentaje no se puede hablar: pueden pasar quince años sin que ocurra nada en España o puede ocurrir esta misma tarde. Cualquier país del mundo ahora mismo está bajo el riesgo de sufrir la amenaza yihadista, no descarto ninguno y no hay que bajar la guardia. España es un referente para todos los dirigentes yihadistas, tanto de Al Qaeda en su momento como del Daesh actual, o de algunos grupos del norte de África, en referencia a recuperar ese anhelado Al Ándalus y su esplendor. Como expresan en algunos mensajes “no descansaremos nuestra espadas hasta que no pisemos el usurpado suelo de Al Ándalus”. Es una frase permanentemente repetida en los mensajes yihadistas, aunque diferente es que puedan y quieran actuar, y que cuando actúen sus elementos de ataque sean efectivos o no y que el número de víctimas sean elevados o no. Hasta ahora, las Fuerzas de Seguridad del Estado han sido bastante eficientes y eficaces, desde 2004 no hemos tenido ningún atentado en España. Por eso, diferentes estamentos estamos luchando no sólo en la seguridad física sino en concienciar a la población de que tengan la tranquilidad de que nuestras fuerzas están actuando y de que, aun así, uno debe no estar temeroso, pero sí prevenido".
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