(General de Brigada Adolfo Coloma Contreras)
El monumento al valor
Pero también los Ejércitos y la Armada son depositarios de un riquísimo patrimonio cultural, cada uno en su ámbito específico, que se esmeran en investigar, mantener, divulgar y en la medida de lo posible engrandecer. Esto tiene dos derivadas. Una de índole moral que los militares en modo alguno podemos ignorar, y que nuestras Reales ordenanzas recogen en dos señalados artículos:
- 21: Los miembros de las Fuerzas Armadas se sentirán herederos y depositarios de la tradición militar española.
- 23: Conservará y transmitirá el historial, tradiciones y símbolos de su unidad, para perpetuar su recuerdo, contribuir a fomentar el espíritu de unidad y reforzar las virtudes
militares de sus componentes.
Sucede que, los siempre exiguos presupuestos del ministerio del ramo, no dan para mucho. Y los militares, con independencia del color del uniforme, lo tenemos muy claro: La prioridad absoluta es el alistamiento y la preparación para las operaciones. Es nuestra tarea fundamental y la que nos han confiado los españoles. A esta labor van encauzados los principales recursos disponibles para garantizar, como dijo recientemente el JEMAD en Toledo: “Nuestras unidades en el exterior están bien atendidas” cualquier lector avezado, pensará ¿Y el resto? Pues en ese escenario, imagínense los equilibrios que hay que hacer para mantener el patrimonio cultural.
Se recurre a convenios con otras instituciones públicas, generalmente mejor dotadas. Piensen por ejemplo, en el soberbio Alcázar de Toledo, cuya titularidad el Ejercito comparte hoy en día con la Junta de Castilla- La Mancha, que tiene instalada allí una biblioteca. O el complejo defensivo de la Mola, centinela de la Bahía de Mahón en Menorca. Hoy se mantiene gracias a un consorcio en el que, junto con el Ministerio de Defensa, participan distintos organismos baleares y menorquines. Así podríamos continuar con una larga serie de fortalezas e instalaciones como el Castillo de San Fernando de Figueras,
la mayor fortaleza militar de Europa o la Ciudadela de Jaca. Otras muchas propiedades, ante la incapacidad de sostenerlas ha habido que transferirlas, perdiendo el Ejército toda propiedad sobre las mismas. Tal vez ninguna haya causado tanto desosiego entre los militares, como la cesión del Castillo de Montjuich en Barcelona. Sirvan los anteriores ejemplos como muestra del esfuerzo y la situación del patrimonio histórico artístico que custodian las fuerzas Armadas.Pero el patrimonio histórico cultural es mucho más amplio. Y aunque las vicisitudes de los Ejércitos y la Armada en este campo son muy similares, me voy a concentrar en el Ejército de Tierra, que es el que mejor conozco. Tres son los organismos que, dependientes del Jefe del Estado Mayor del Ejército, se dedican a la conservación y difusión del patrimonio cultural del ejercito: El Instituto de Historia y Cultura Militar por excelencia, pero junto a él, la Subdirección de Asistencia Técnica y el Departamento de Comunicación del ET, dentro del gabinete del JEME.
El Instituto de Historia y Cultura Militar (IHCM) tiene a su cargo la protección, conservación, investigación y divulgación del patrimonio histórico, cultural, mueble, documental y bibliográfico militar del Ejército de Tierra.
Está organizado básicamente en dos bloques: Patrimonio histórico y cultural (museos, archivo y bibliotecas) y Estudios históricos (investigación, difusión y actividades culturales) y Junto a ellos, el Museo del Ejercito, situado en el Alcazar de Toledo, reconocido mundialmente por su antigüedad y riqueza de sus fondos. El IHCM a través de sus múltiples actividades, cursos, audiciones de música militar y fondos históricos y cartográficos, pone a disposición de los españoles el inmenso patrimonio de su Ejército, considerado en su concepción moderna como la organización militar permanente más antigua del mundo, que es tanto como decir el patrimonio histórico de los españoles.El IHCM prolonga su labor a través de ocho Centros de historia y cultura Militar (museos, archivos y bibliotecas militares regionales), cuatro Archivos Generales así como las salas de Honor en las que cada unidad militar atesora su propio historial.
La Subdirección de Asistencia Técnica, es responsable del fomento del pensamiento militar. Heredera de la publicación de importantes colecciones en este campo como las “Ediciones Ejercito” o la “colección Adalid” es así mismo el órgano que edita la prestigiosa revista “Ejército de Tierra” de amplia repercusión en el mundo iberoamericano.
Finalmente el Gabinete del JEME, a través del Departamento de Comunicación del Ejercito de Tierra, que ejerce las labores de comunicación institucional, relaciones públicas y protocolo, también tiene a su cargo la convocatoria, gestión y la Gala de entrega de los reconocidos Premios Ejercito. Estos premios que desde el año 1945 se convocan tienen el propósito de fomentar la creación artística de las múltiples actividades del Ejército de Tierra español en el marco de las Fuerzas Armadas y el conocimiento y divulgación de la vida militar. Tienen varias modalidades que se han ido ampliando a lo largo de sus ya 54 ediciones. Desde el año 1990, las modalidades de este premio son: Pintura, fotografía, miniaturas militares, enseñanza escolar y finalmente, investigación en humanidades y ciencias sociales.
Hace ya algunos años la ceremonia de entrega se asocia con un tema en particular. La presente edición se ha dedicado, como no podía ser de otra manera al inmortal Miguel de Cervantes, escritor y soldado de infantería de los legendarios Tercios Españoles, de cuya muerte conmemoramos este año el cuarto centenario. Pero don Miguel, ha compartido el protagonismo de la ceremonia con el propio Palacio de Buenavista, que alberga al Cuartel General del Ejercito desde 1816, por lo que también en este año se cumplen los dos siglos de vinculación de tan imponente edificio con el Ejercito. El día 9 de Junio, se celebró la gala de entrega de los Premios Ejercito con una exquisita puesta en escena en la que no faltó la música militar – otra de las aportaciones del mundo militar a la cultura – y la animación con las técnicas audiovisuales más vanguardistas.
En el curso de la ceremonia se reconocieron la labor dos personas que se han distinguido por su vinculación al Ejército de Tierra contribuyendo a mejorar su prestigio e imagen. Ambos relacionados con el mundo de la cultura. El historiador francés René Cuatrefages, gran hispanista especializado en los Tercios Españoles de los siglos XVI y XVII. Y la distinción especial 2016, que merecidamente recayó en el escritor, periodista y conferenciante Alfonso Ussía Muñoz- Seca. Desde este blog nos congratulamos especialmente por tal distinción a una persona que desde su talento y su libertad, siempre ha tenido una palabra de aliento a los militares en los buenos y malos momentos, con decisión y sin complejos. Y al que agradecemos profundamente que nos acompañara a los componentes de este blog en la presentación que hicimos en el Centro Cultural de los ejércitos el pasado 26 de Enero.
Aún recordamos sus palabras al principio de los años 90, cuando se discutía el futuro de La Legión y se puso a prueba a sus unidades enviándolas a Bosnia Herzegovina. Supo don Alfonso captar su vocación de servicio y adaptación a la misión, cualquier misión, condensándolo en un hermoso ripio:
“Los hombres de La Legión
cuando se ponen cascos azules
son como padres paúles
ayudando a la población”
Sirvan pues estas modestas palabras de reconocimiento a Alfonso Ussia y estas reflexiones para poner de manifiesto la preocupación y el compromiso de los soldados y del Ejército en su conjunto con la cultura.
Adolfo Coloma Contreras
General de Brigada (R) del Ejército.
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