Este miércoles se han producido dos ataques vandálicos por parte de ganaderos franceses contra un camión procedente de Murcia y otro de Aragón, ambos cargados de productos cárnicos
Nuevas tensiones con los camiones españoles que atraviesan los vecinos del norte. Uno en Poitiers, en el centro del país galo, y otro en Normandía. Dos ataques registrados este miércoles con un mismo modus operandi: los agresores son ganaderos franceses enfurecidos y las víctimas son los kilos y kilos de carne alojados en el camión, que viene de España, y acaban tirados en la cuneta.
En el primero de ellos, en la carretera Nacional 147 a la altura de Poitiers, se destruyeron 20.000 kilos de carne proveniente de Barcelona y transportada por la empresa murciana de transportes El Mosca. En el segundo ataque, en la salida de una autopista en la localidad francesa de Saint-Nicolas-de-Bliquetuit (Normandía), los asaltantes volcaron 2.000 kilos de carne de cerdo de Aragón en protesta por los bajos precios.
Los ataques han sido condenados por los sindicatos agrarios españoles. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha criticado que "esta no es forma de protestar" y ha denunciado que los ganaderos franceses lleven a cabo acciones delictivas. "Los ganaderos galos nos culpan de algo de lo que somos las principales víctimas: el bajo precio de nuestros productos", han explicado. El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha exigido el "fin definitivo" de estas acciones, que lejos de suponer un "incidente aislado" son ya "una tradición entre los compañeros del norte, tolerada además desde la Gendarmería de aquel país".
Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) también ha condenado los ataques, ha pedido a la Unión Europea la libre circulación de productos agroalimentarios españoles en territorio francés y ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que solicite a las autoridades europeas sanciones ejemplares al Gobierno galo "por su desidia ante los recurrentes ataques" a las producciones españolas.
El Gobierno francés presentó el mismo día de los ataques un plan de urgencia para desactivar las protestas, con hasta 1.100 millones de euros entre ayudas, aplazamientos de impuestos o garantías para el escalonamiento de deudas. Su principal objetivo es elevar el precio de la carne francesa, sobre todo la vacuna, aunque también hay dispositivos de promoción de las exportaciones y directrices para que las Administraciones Públicas se decanten por la carne francesa en detrimento de las importaciones.
Los bloqueos en carreteras y autopistas se iniciaron la semana pasada y, en algunos puntos de Francia, está previsto que empiecen a levantarse este jueves, día en que el presidente, François Hollande, ha mantenido una reunión con representantes del sector en Dijon.
En el primero de ellos, en la carretera Nacional 147 a la altura de Poitiers, se destruyeron 20.000 kilos de carne proveniente de Barcelona y transportada por la empresa murciana de transportes El Mosca. En el segundo ataque, en la salida de una autopista en la localidad francesa de Saint-Nicolas-de-Bliquetuit (Normandía), los asaltantes volcaron 2.000 kilos de carne de cerdo de Aragón en protesta por los bajos precios.
Los ataques han sido condenados por los sindicatos agrarios españoles. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha criticado que "esta no es forma de protestar" y ha denunciado que los ganaderos franceses lleven a cabo acciones delictivas. "Los ganaderos galos nos culpan de algo de lo que somos las principales víctimas: el bajo precio de nuestros productos", han explicado. El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha exigido el "fin definitivo" de estas acciones, que lejos de suponer un "incidente aislado" son ya "una tradición entre los compañeros del norte, tolerada además desde la Gendarmería de aquel país".
Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) también ha condenado los ataques, ha pedido a la Unión Europea la libre circulación de productos agroalimentarios españoles en territorio francés y ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que solicite a las autoridades europeas sanciones ejemplares al Gobierno galo "por su desidia ante los recurrentes ataques" a las producciones españolas.
Los bloqueos en carreteras y autopistas se iniciaron la semana pasada y, en algunos puntos de Francia, está previsto que empiecen a levantarse este jueves, día en que el presidente, François Hollande, ha mantenido una reunión con representantes del sector en Dijon.
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