CÓRDOBA
Entrevista a Manuel Pérez Moya, deán del Cabildo
'¿Qué significa titularidad pública? Si es que sea de la Junta, hablamos de expropiación'
'Resulta contradictorio: Zapatero no cambió la Ley y un gobierno socialista nos critica'
'¿Por qué Díaz pide la titularidad si su partido ha reconocido siempre que es de la Iglesia?'
'Rosa Aguilar, mientras fue alcaldesa, nunca cuestionó la propiedad del templo'
'Es falso que el Cabildo evada impuestos. Es una calumnia de las que se vienen vertiendo'
Manuel Pérez Moya, deán del Cabildo, bajo los arcos de la Mezquita de Córdoba. MADERO CUBERO
Desde hace año y medio la Mezquita de Córdoba se ha visto envuelta en una polémica que arrancó a cuenta de su titularidad, aunque ahora también se discute si es adecuado retirar una de sus celosías. El Cabildo, propietario del monumento declarado Patrimonio de la Humanidad, ofrece diálogo a las instituciones, pero pide respeto a la verdad. Su presidente, Manuel Pérez Moya, charla con EL MUNDO sobre todas los frentes abiertos.
- ¿Qué le parece la polémica generada en torno a la Mezquita Catedral?
- Se trata de una polémica artificial que en nada beneficia a la ciudad y al propio templo. Desde el comienzo hemos venido pidiendo responsabilidad y respeto a la verdad a las instituciones, a los partidos políticos, a las organizaciones y a los medios de comunicación. Desconocemos quien está detrás, aunque en alguna ocasión nos hemos preguntado quién está haciendo frente a los gastos que suponen los desplazamientos y demás actividades que los promotores realizan. Nos gustaría que quienes nos reclaman transparencia fueran también transparentes.
- ¿Qué le parece que participen en la polémica las instituciones?
- Cada institución es libre de apoyar aquellas iniciativas que considere oportunas, pero lo que sí nos llama la atención es que la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, se sume a esto cuando durante la década que fue alcaldesa nunca cuestionó la propiedad del templo. También quiero destacar que es un poco contradictorio que durante los casi ocho años que gobernó José Luis Rodríguez Zapatero nunca cambiara la Ley Hipotecaria y ahora un gobierno socialista nos critique por haber inmatriculado el templo en virtud de la Ley Hipotecaria de 1998. Pero además, la propia Junta, presidida por Manuel Chaves, y el Ayuntamiento de Córdoba, gobernado entonces por IU y PSOE, han firmado convenios reconociendo a la Iglesia como propietaria del templo.
- A la campaña que defiende la titularidad pública del monumento se han unido destacados intelectuales, ¿qué cree que molesta en la calle?
- ¿Cree usted que éste es un tema que de verdad preocupa a los cordobeses y a los andaluces? Creo que lo que les preocupa son otras cuestiones como la crisis o la falta de empleo. En Córdoba nunca ha habido ningún problema en relación a su Catedral, antigua Mezquita. Otra cosa bien distinta es que se utilicen argumentos falsos para impulsar esta polémica. En ese sentido, desde el Cabildo siempre hemos venido desmontando todas las mentiras que se han vertido en esta polémica, no solo con informes de Hacienda, sino también con los datos de Turismo, con las calificaciones de la Unesco -la última el año pasado cuando elevó el templo a la categoría de Valor Universal Excepcional poniendo en valor el uso religioso- con documentos históricos, etc.
- La presidenta de la Junta, Susana Díaz, insiste en que la titularidad del templo ha de ser pública y aboga por el diálogo con la Iglesia. Sin embargo, en este año y medio que dura la polémica no ha hecho nada para conseguir este objetivo. ¿Es un gesto de cara a la galería?
- Es una pregunta que debería hacérsela a ella, pero ¿por qué pide ahora la titularidad pública del templo cuando su partido ha reconocido siempre que es propiedad de la Iglesia? ¿Por qué demuestra este interés por la Catedral cuando la Junta de Andalucía lleva sin invertir un solo euro en su conservación desde hace 19 años? En cualquier caso, lo que sí le puedo decir es que el Cabildo no ha recibido ninguna petición de reunión por parte de la Junta y de todas estas muestras de diálogo nos hemos enterado por los medios de comunicación. Por supuesto que nosotros no tenemos ningún inconveniente en sentarnos con la Junta de Andalucía como hacemos con todas las instituciones. Y en ese sentido, nos encantaría que la presidenta viniera a visitar la Catedral ya que desde que lo es aún no ha venido de forma oficial y así le podremos explicar, sin interlocutores, todo lo que hemos hecho y darle en persona todos los documentos que muestran de quién es la propiedad del templo.
- ¿Qué tiene que pasar para que la titularidad de la Mezquita sea pública?
- En toda esta campaña se está haciendo un uso partidista del lenguaje para confundir a la población. ¿A qué se refieren con que sea pública? ¿A que todos los cordobeses puedan entrar en ella sin pagar? Eso ya lo pueden hacer. ¿A que los turistas la puedan visitar? Eso también se puede hacer. Pero sí con lo de que sea pública se quieren referir a que pase a ser propiedad de la Junta, entonces ya hablamos de una expropiación como bien ha explicado el Ministerio de Justicia. Lo que está claro es que la titularidad es de la Iglesia desde hace casi ocho siglos.
- También se ha criticado que la Iglesia cobre como "donativo" la entrada a la Mezquita con el fin de evadir impuestos. ¿Qué tiene que decir a eso?
- Lo primero que debemos aclarar es que no se trata de un donativo, se trata del pago de una entrada que se realiza en taquilla conforme a la ley y que se realiza en otros muchos monumentos y centros culturales. Unos ingresos que están exentos de IVA, según consta en la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido. Todos los ingresos que percibe el Cabildo quedan especificados en el reverso de la entrada. El dinero va destinado a personal, culto, conservación y restauración, archivo histórico, actividades diocesanas, actividades sociales, gastos generales, amortización, imprevistos, etc. Todas nuestras actividades económicas se ajustan a lo que dictan las leyes y, por tanto, no es necesario realizar ningún tipo de declaración. Es falso que el Cabildo evada impuestos y se trata de una de las muchas calumnias que se vienen vertiendo en los últimos meses.
- La Iglesia ha celebrado por todo lo alto el 775 aniversario de la Catedral. ¿Ha sido una forma de contrarrestar el efecto de la polémica?
- Esta celebración estaba prevista desde hace muchos meses antes de comenzar la polémica y con ella queríamos conmemorar un hecho histórico del templo como fue la consagración en catedral, que se produjo el 20 de junio de 1239, al igual que en 1986 celebramos el XII de la Mezquita.
- Sobre la mesa también está el debate por la progresiva eliminación del término 'Mezquita' de la denominación que se usa para referirse al templo en la cartelería publicitaria.
- Para nosotros el nombre no es lo más importante, así lo hemos dicho en incontables ocasiones. Cada uno puede llamarla como quiera, pero desde 1239 el nombre oficial es el de Catedral de Córdoba. Respecto a las acusaciones de que hemos borrado la presencia islámica, que se trata de una falacia. Precisamente ha sido la iglesia quien desde hace casi ocho siglos se ha preocupado de mantener la huella islámica y que el templo esté en un perfecto estado de conservación.
- Ahora se ha creado otra polémica por la autorización de la Junta para abrir una segunda puerta que permitirá el acceso a los pasos grandes de la Semana Santa cordobesa. ¿Qué interés hay detrás?
- Ignoro qué interés particular puede tener el conflicto en torno a la celosía que respetamos y que cada persona está legitimada para expresar su parecer al respecto. Sí es evidente que entre el Cabildo, la Junta y la Agrupación de Cofradías ha habido una sincera y leal colaboración en buscar una solución técnica que satisfaga a todos. Detrás de este proyecto hay mucho trabajo desarrollado durante casi cinco años ininterrumpidos.
- El hijo del arquitecto que diseñó la celosía, Rafael de La-Hoz, sostiene que la Mezquita no se puede permitir tener falsificaciones.
- Bajo esos mismos criterios quizás se pudiera considerar tiempo atrás una bisutería o falsificación la colocación de las actuales celosías. No fue así. En ese momento se determinó como apropiada la solución de estas celosías a un problema que existía. Hoy ocurre algo similar. Intentamos procurar una solución adecuada al deseo de la Agrupación de Cofradías y el proyecto presentado ni mucho menos se puede considerar una falsificación, sino una solución que cuenta con la autorización de la propia Junta de Andalucía.
- ¿Existe un complot contra la Iglesia?
- No sabemos si se trata de un complot o no, pero llama la atención el enorme despliegue de recursos que se están dedicando para intentar generar una polémica artificial en la opinión pública y sin decirse claramente cuáles son los objetivos últimos que se buscan. Por desgracia, estamos padeciendo esa técnica de que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, aunque en este caso la campaña que estamos sufriendo carece de fundamentos sólidos.
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