Efectivos del Grupo de Operaciones Especiales "Valencia III" en un entrenamiento en Chinchilla (Albacete).
F.C.
En los últimos años, las unidades de Operaciones Especiales están teniendo un papel cada vez más destacado –y protagonista– en las misiones que desempeñan las Fuerzas Armadas españolas en el exterior. Es cada vez más normal ver a alguno de estos grupos de élite adiestrando a Ejércitos de otras naciones o garantizando la seguridad en violentos y tensos países. Y en el futuro, seguirán teniendo el mismo o más protagonismo. Así que, si cada vez van a desplegarse más, los ciclos de disponibilidad de estas unidades, sobre todo las del Ejército de Tierra, hacían que muchos grupos se quedarán «cojos» en determinados periodos. Es por este motivo por el que el Ejército de Tierra, dentro de su plan de reestructuración y reorganización, ha decidido crear un nuevo Grupo de Operaciones Especiales (GOE), para compensar esa carga de trabajo y así, contar con las capacidades necesarias en todo momento, teniendo en cuenta los descansos, la preparación y el despliegue.
En la actualidad, el Mando de Operaciones Especiales (MOE), cuenta con aproximádamente 800 efectivos, los cuales están repartidos en tres grupos: «Caballero Legionario Maderal de Oleaga XIX», «Valencia III» y «Tercio del Ampurdán IV», todos ellos con sede en Rabasa (Alicante). Y sus efectivos, los boinas verdes, tienen desplegados equipos de instructores en las operaciones de Irak y Mali, y grupos operativos en las de Afganistán y Líbano. Además, han pasado recientemente por otras misiones, como la de República Centroafricana, donde daban seguridad a sus violentas calles.
Sin embargo, ese mayor protagonismo hacía necesaria una reorganización del MOE con la intención de facilitar la tan necesaria capacidad de respuesta inmediata, tal y como confirman fuentes militares. Así que la decisión ha sido la de crear un cuarto grupo, que estará compuesto no por personal nuevo, sino por efectivos de las otras tres unidades para equilibrarlos.
Será bautizado como «Granada II», recuperando así el nombre del histórico Grupo que estuvo en activo entre 1985 y 1998, el «Granada II-Santa Fe». De esta forma, cada uno de los GOE tendrá aproximádamente 200 efectivos disponibles para cualquier necesidad o despliegue inmediato en una misión.
La idea es que en cada uno de los cuatro ciclos de disponibilidad de la Fuerza (adiestramiento general, adiestramiento específico para la misión, despliegue y descanso), de seis meses cada uno, haya uno de los cuatro grupos, pues hasta ahora, aunque nunca se despliega uno entero, podría haber momentos en los que alguno de ellos quedase desequilibrado. De esta forma, en todo momento habrá un equipo preparado.
Los boinas verdes o guerrilleros, son uno de los grupos de élite de las Fuerzas Armadas, junto a la Fuerza de Guerra Naval Especial de la Armada y al Escuadrón de Zapadores Paracaidistas del Ejército del Aire. España se convirtió en el tercer país, tras Estados Unidos y Reino Unido, en contar con la certificación OTAN para ejercer como Mando Componente de Operaciones Especiales de la Fuerza de Respuesta Rápida.
En la actualidad, el Mando de Operaciones Especiales (MOE), cuenta con aproximádamente 800 efectivos, los cuales están repartidos en tres grupos: «Caballero Legionario Maderal de Oleaga XIX», «Valencia III» y «Tercio del Ampurdán IV», todos ellos con sede en Rabasa (Alicante). Y sus efectivos, los boinas verdes, tienen desplegados equipos de instructores en las operaciones de Irak y Mali, y grupos operativos en las de Afganistán y Líbano. Además, han pasado recientemente por otras misiones, como la de República Centroafricana, donde daban seguridad a sus violentas calles.
Sin embargo, ese mayor protagonismo hacía necesaria una reorganización del MOE con la intención de facilitar la tan necesaria capacidad de respuesta inmediata, tal y como confirman fuentes militares. Así que la decisión ha sido la de crear un cuarto grupo, que estará compuesto no por personal nuevo, sino por efectivos de las otras tres unidades para equilibrarlos.
Será bautizado como «Granada II», recuperando así el nombre del histórico Grupo que estuvo en activo entre 1985 y 1998, el «Granada II-Santa Fe». De esta forma, cada uno de los GOE tendrá aproximádamente 200 efectivos disponibles para cualquier necesidad o despliegue inmediato en una misión.
La idea es que en cada uno de los cuatro ciclos de disponibilidad de la Fuerza (adiestramiento general, adiestramiento específico para la misión, despliegue y descanso), de seis meses cada uno, haya uno de los cuatro grupos, pues hasta ahora, aunque nunca se despliega uno entero, podría haber momentos en los que alguno de ellos quedase desequilibrado. De esta forma, en todo momento habrá un equipo preparado.
Los boinas verdes o guerrilleros, son uno de los grupos de élite de las Fuerzas Armadas, junto a la Fuerza de Guerra Naval Especial de la Armada y al Escuadrón de Zapadores Paracaidistas del Ejército del Aire. España se convirtió en el tercer país, tras Estados Unidos y Reino Unido, en contar con la certificación OTAN para ejercer como Mando Componente de Operaciones Especiales de la Fuerza de Respuesta Rápida.
Nuevo impulso a los drones
Pero ésta no es la única novedad en esta reestructuración del Ejército de Tierra, en la que sobre todo se priorizan las necesidades reales y, debido a los constantes cambios en las misiones actuales, se ha decidido impulsar la capacidad de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento. ¿Cómo? Con la creación del Grupo de Obtención por Sistemas Aéreos IV, que dependerá del Regimiento de Inteligencia 1 (RINT 1) de Valencia, aunque se basará en la localidad de Ferral de Bernesga (León).
Se trata de una unidad en la que los protagonistas son los aviones no tripulados, los conocidos como «UAV», que se han convertido en una herramienta indispensables a la hora de obtener información o dar seguridad a los efectivos que se encuentran sobre el terreno en una misión . Será el primer grupo específico de drones que se establece en España.
En concreto, integrará la Plataforma Autónoma Sensorizada de Inteligencia (PASI) del Grupo de Artillería de Información y Localización III/63 de León y otras tres del Grupo de Obtención II/1 del RINT de Valencia.
Hasta ahora, esta capacidad de observar desde el aire sin ser visto estaba repartida ente varias unidades del Ejército de Tierra: Regimiento de Artillería de Campaña 63 (RACA 63), Regimiento de Inteligencia... pero se ha optado por unificarlas y destinarlas en León porque «las condiciones aeronáuticas en general son óptimas», aseguran las mismas fuentes.
En este lugar se encuentra el acuartelamiento Conde de Gazola del Mando de Artillería de Campaña (MACA) y a apenas 10 kilómetros de distancia está la base aérea Vírgen del Camino. Y, además, se trata de una zona con poco tránsito aéreo, lo que facilita el adiestramiento y las maniobras con este tipo de aeronaves, cada vez más necesarias y que incluso la Armada ya usa en el Índico en su lucha contra la piratería en el marco de la «Operación Atalanta».
Sus herramientas de trabajo seguirán siendo las mismas que hasta ahora han venido utilizando y que se han desplegado en misiones como la de Afganistán o la de Mali: los UAV «Searcher MK II» y «Raven».
En este caso, aseguran que tanto la reorganización como el traslado del personal desde Valencia hasta León será mínimo, pues en esta última ciudad ya había efectivos encargados de los UAV.
Estas dos creaciones se enmarcan dentro del Plan de Transición de la Estructura de la Fuerza del Ejército de Tierra para el segundo semestre de este año, que incluye también la constitución de un Grupo de misiles Patriot encuadrado en el Regimiento de Artillería Antiaérea 81 de Marines (Valencia) o la reducción y eliminación de otras unidades.
Se trata de una unidad en la que los protagonistas son los aviones no tripulados, los conocidos como «UAV», que se han convertido en una herramienta indispensables a la hora de obtener información o dar seguridad a los efectivos que se encuentran sobre el terreno en una misión . Será el primer grupo específico de drones que se establece en España.
En concreto, integrará la Plataforma Autónoma Sensorizada de Inteligencia (PASI) del Grupo de Artillería de Información y Localización III/63 de León y otras tres del Grupo de Obtención II/1 del RINT de Valencia.
Hasta ahora, esta capacidad de observar desde el aire sin ser visto estaba repartida ente varias unidades del Ejército de Tierra: Regimiento de Artillería de Campaña 63 (RACA 63), Regimiento de Inteligencia... pero se ha optado por unificarlas y destinarlas en León porque «las condiciones aeronáuticas en general son óptimas», aseguran las mismas fuentes.
En este lugar se encuentra el acuartelamiento Conde de Gazola del Mando de Artillería de Campaña (MACA) y a apenas 10 kilómetros de distancia está la base aérea Vírgen del Camino. Y, además, se trata de una zona con poco tránsito aéreo, lo que facilita el adiestramiento y las maniobras con este tipo de aeronaves, cada vez más necesarias y que incluso la Armada ya usa en el Índico en su lucha contra la piratería en el marco de la «Operación Atalanta».
Sus herramientas de trabajo seguirán siendo las mismas que hasta ahora han venido utilizando y que se han desplegado en misiones como la de Afganistán o la de Mali: los UAV «Searcher MK II» y «Raven».
En este caso, aseguran que tanto la reorganización como el traslado del personal desde Valencia hasta León será mínimo, pues en esta última ciudad ya había efectivos encargados de los UAV.
Estas dos creaciones se enmarcan dentro del Plan de Transición de la Estructura de la Fuerza del Ejército de Tierra para el segundo semestre de este año, que incluye también la constitución de un Grupo de misiles Patriot encuadrado en el Regimiento de Artillería Antiaérea 81 de Marines (Valencia) o la reducción y eliminación de otras unidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario