POLÍTICA
Primarias republicanas
Lleva cinco semanas de campaña y su discurso racista ha captado toda la atención
Tras atacar a McCain, el resto de candidatos republicanos se han posicionado en su contra
Donald Trump defiende sus críticas a McCain, el pasado 10 de julio en Beverly Hills. AFP
Hace cinco semanas que el controvertido empresario norteamericano Donald Trump anunció su candidatura a las primarias del Partido Republicano, comenzando así su carrera para ser el próximo ocupante de la Casa Blanca. Estas primeras semanas han estado marcadas por sus sucesivas declaraciones polémicas, llegando en ocasiones hasta el insulto a sus propios compañeros de partido, y que se han convertido en el eje central de su campaña.
Esta estrategia ha conseguido la atención de los medios y de sus contrincantes, tanto de su partido como de los demócratas, y además le ha convertido en el candidato republicano favorito, según las últimas encuestas.
"Cuando México envía su gente, no está mandando lo mejor, está mandando gente que tiene muchos problemas y traen sus problemas con ellos. Están trayendo drogas, crimen, violadores... Supongo que hay algunos que son buenos".
Las declaraciones racistas fueron una enorme plataforma de publicidad para el magnate y nadie quedó indiferente. México se retiró del certamen Miss Universo, que el empresario organiza, y toda la influyente comunidad latina de EEUU rechazó su discurso.
Los candidatos del partido demócrata, Hillary Clinton y Martin O'Malley, salieron en tromba contra las declaraciones del empresario: "Si Donald Trump quiere hacer campaña demonizando a los inmigrantes, debería volver al año 1840 y presentarse a la candidatura del 'Know-Nothing Party' [el partido de los ignotantes]", dijo O'Malley el 13 de julio en una conferencia hispana refiriéndose a un antiguo partido anti inmigración. Por su parte, Clinton quiso añadir que "el odio que arroja sobre los inmigrantes y sus familias no tiene gracia, es realmente una pena, así como el hecho de que sus colegas republicanos hayan tardado semanas en tomar un posición en contra de él".
Dos días después de estas declaraciones, el 18 de julio, Trump no perdió la oportunidad de desacreditar el pasado de McCain al comentar que "él no es un héroe de guerra. Se le lama 'héroe de guerra' porque fue capturado. Prefiero a los que no son capturados. Además, terminó el último o penúltimo de su promoción en Annapolis [la academia naval]".
A raíz de este ataque a McCain, Trump ha conseguido que el resto de candidatos a las primarias se posicionen en su contra. Por un lado, el senador Lindsey Graham dijo en una entrevista en la CNN que "lo que ha dicho sobre John es insultante y no viene a cuento, en un momento en el que deberíamos estar discutiendo seriamente el futuro del partido y del país. Este tema me cansa. El mundo se desmorona, mi partido está intentando volver a tomar el mando y estamos en un buen momento para hacerlo, pero a cualquier sitio que voy sólo me preguntan qué pienso sobre Donald Trump, y es un sinsentido".
Lejos de cambiar su postura, Trump también quiso hablar de Graham y en un reciente mitin en Carolina del Sur espetó: "Lindsey Graham es un peso pluma. Se trata de una persona que en el sector privado jamás sería contratado, creo. No podría hacer esto que vosotros habéis hecho. Jamás podría ser rico, sería pobre".
Por su parte, Marco Rubio, primer senador de origen cubano en EEUU y también candidato a las presidenciales, también ha salido en defensa de McCain. En una entrevista en la CNN ha dicho que las palabras de Trum sobre McCain "no sólo son absurdas, son un insulto... un insulto ridículo. Y lo descalifica como comandante jefe".
Rick Perry, ex gobernador republicano de Texas y también candidato a las primarias, se ha unido ha este grupo anti Trump y ha publicado un tuit donde comparte su discurso,"conservadurismo contra el cáncer del Trump-ismo".
Esta estrategia ha conseguido la atención de los medios y de sus contrincantes, tanto de su partido como de los demócratas, y además le ha convertido en el candidato republicano favorito, según las últimas encuestas.
La inmigración
Desde el minuto uno Donald Trump ha querido que su discurso fuese directo, cuando no pretendidamente polémico. El día que anunció su candidatura en la Torre Trump, el pasado 16 de junio, aprovechó para mostrar su opinión sobre la inmigración y más concretamente sobre los mexicanos."Cuando México envía su gente, no está mandando lo mejor, está mandando gente que tiene muchos problemas y traen sus problemas con ellos. Están trayendo drogas, crimen, violadores... Supongo que hay algunos que son buenos".
Las declaraciones racistas fueron una enorme plataforma de publicidad para el magnate y nadie quedó indiferente. México se retiró del certamen Miss Universo, que el empresario organiza, y toda la influyente comunidad latina de EEUU rechazó su discurso.
Los candidatos del partido demócrata, Hillary Clinton y Martin O'Malley, salieron en tromba contra las declaraciones del empresario: "Si Donald Trump quiere hacer campaña demonizando a los inmigrantes, debería volver al año 1840 y presentarse a la candidatura del 'Know-Nothing Party' [el partido de los ignotantes]", dijo O'Malley el 13 de julio en una conferencia hispana refiriéndose a un antiguo partido anti inmigración. Por su parte, Clinton quiso añadir que "el odio que arroja sobre los inmigrantes y sus familias no tiene gracia, es realmente una pena, así como el hecho de que sus colegas republicanos hayan tardado semanas en tomar un posición en contra de él".
Enfrentamiento en el partido republicano
El primer republicano que se ha enfrentado directamente a Trump ha sido uno de sus contrincantes a las primarias, Jeb Bush. "Este tipo de comentarios extraordinariamente feos no representan al Partido Republicano. Él no es estúpido, así que no asumo que piense que todos los mexicanos que cruzan la frontera son violadores. Está haciendo esto para inflamar, incitar y atraer la atención, que parece ser el principio organizador de su campaña", dijo el ex gobernador de Florida después de participar en un desfile por el Día de la Independencia de EEUU en New Hampshire el pasado 4 de julio.
"Está haciendo esto para inflamar, incitar y atraer la atención, que parece ser el principio organizador de su campaña"
Pero ha sido la incorporación de John McCain al debate lo que ha dividido definitivamente a los republicanos. En un acto en Phoenix, el pasado 16 de julio, McCain mostró su malestar por las declaraciones de Trump cuando dijo que "las palabras de nuestro amigo me dan mucha pena porque ha encendido a los locos. Tenemos un ala muy extrema en el seno del Partido Republicano y él los ha reactivado".Dos días después de estas declaraciones, el 18 de julio, Trump no perdió la oportunidad de desacreditar el pasado de McCain al comentar que "él no es un héroe de guerra. Se le lama 'héroe de guerra' porque fue capturado. Prefiero a los que no son capturados. Además, terminó el último o penúltimo de su promoción en Annapolis [la academia naval]".
A raíz de este ataque a McCain, Trump ha conseguido que el resto de candidatos a las primarias se posicionen en su contra. Por un lado, el senador Lindsey Graham dijo en una entrevista en la CNN que "lo que ha dicho sobre John es insultante y no viene a cuento, en un momento en el que deberíamos estar discutiendo seriamente el futuro del partido y del país. Este tema me cansa. El mundo se desmorona, mi partido está intentando volver a tomar el mando y estamos en un buen momento para hacerlo, pero a cualquier sitio que voy sólo me preguntan qué pienso sobre Donald Trump, y es un sinsentido".
Lejos de cambiar su postura, Trump también quiso hablar de Graham y en un reciente mitin en Carolina del Sur espetó: "Lindsey Graham es un peso pluma. Se trata de una persona que en el sector privado jamás sería contratado, creo. No podría hacer esto que vosotros habéis hecho. Jamás podría ser rico, sería pobre".
Donald Trump dio el número de teléfono privado de Linsey Graham en un mitin después de insultarlo
Acto seguido, el multimillonario dio el número de teléfono privado de Graham a la audiencia. Tras inundársele el teléfono de llamadas, su rival republicano respondió con humor a la afrenta publicando un video en el que aparece deshaciéndose de su móvil. Por su parte, Marco Rubio, primer senador de origen cubano en EEUU y también candidato a las presidenciales, también ha salido en defensa de McCain. En una entrevista en la CNN ha dicho que las palabras de Trum sobre McCain "no sólo son absurdas, son un insulto... un insulto ridículo. Y lo descalifica como comandante jefe".
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