martes, 28 de junio de 2016

Juncker, a los eurófobos ingleses del Parlamento Europeo: «¿Por qué estáis aquí?»

Juncker, te aplaudo los BRITANICOS quieren BREXIT , biemmmm pues mañana antes que se arrepientan pues ya están en su línea de pirateo en misa y repicando  
Ah y los llanitos el peñón piedra a piedra por donde les quepa
No hay miedo sus casas para los sin techo que en España hay un montón
JEG

El presidente de la Comisión Europea ha exigido a Londres «aclarar lo más rápido posible» su situación después del Brexit
Nigel Farage, líder del partido eurófobo UKIP, junto al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker - AFP
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, ha prohibido a los comisarios y funcionarios de la institución establecer conversaciones sobre el Brexit con representantes británicos «hasta que no haya una notificación oficial por parte del Reino Unido».
Juncker ha exigido que Reino Unido «aclare lo más rápidamente posible la situación» después del Brexit, exluyendo cualquier negociación con Londres antes de la notificación de su futura salida de la Unión Europea. «No podemos instalarnos en una incertidumbre prolongada. Querría que Reino Unido aclare su situación, no hoy, ni mañana por la mañana, pero sí rápidamente», ha subrayado.
«Sin notificación, no hay negociación», ha indicado Juncker en el pleno extraordinario de la Eurocámara que aborda las consecuencias del referéndum británico y donde afirmó que ha prohibido a los comisarios y directores generales cualquier diálogo «informal» o «secreto» con representantes del Gobierno británico.
«No habrá negociaciones secretas», ha recalcado Juncker en una sesión que ha empezado con una ovación al dimitido comisario europeo de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Unión de Mercados de Capitales, el británico Jonathan Hill.

«¿Por qué estáis aquí?»

Durante su comparecencia, Juncker ha preguntado a los partidarios del Brexit presentes en el Parlamento sobre el motivo de su asistencia para discutir acerca de la salida de Reino Unido de la Unión Europea. «Debemos respetar la democracia británica y cómo expresó su punto de vista», ha afirmado el presidente.
«Esta es la última vez que aplaudís aquí...y has cierto punto estoy sorprendido de vuestra presencia. Estáis combatiendo por la salida. El pueblo británico ha votado a favor de la salida. ¿Por qué estáis aquí?», ha añadido Juncker, haciendo una pausa en su discurso. Cerca de él se situaba Nigel Farage, el líder del partido eurófobo UKIP.


ESPECIAL FUNCIONARIOS DE PRISIONES

¿Es una profesión de riesgo la de funcionario de prisiones? A la vista del número de incidentes violentos de los que son víctimas, sí. Diversos informes internos de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias a los que ha tenido acceso Vozpópuli detallan que desde el año 2000 y hasta el 31 de marzo de 2016 se habían registrado en las cárceles españolas 3.303 agresiones de presos a los encargados de su custodia. De ellas, 239 han sido catalogadas como graves o muy graves por el propio Ministerio del Interior en sus estadísticas. Por ello, el sindicato Agrupación de los Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), el mayoritario, reclama la inclusión de este colectivo de trabajadores públicos en el plan contra agresiones de la Administración General del Estado, del que han sido excluidos hasta ahora. Ponen como ejemplo de la situación que viven lo ocurrido los pasados 17 y 18 de junio en el centro penitenciario de Madrid VII, situado en la localidad madrileña de Estremera, en el que se registraron dos incidentes violentos consecutivos. Uno de ellos, el ataque de un preso del departamento de aislamiento con un 'pincho carcelario' a uno de los funcionarios que lo vigilaba. Es la prisión en la que están recluidos Francisco Granados y el 'rey del porno español', Ignacio Allende, 'Torbe'.
Hace unos días, un recluso atacó con un 'pincho carcelario' a un funcionario de la cárcel de Estremera (Madrid). Sólo en el primer trimestre de 2016 ya se han contabilizado 38 incidentes violentos
De este periodo de 16 años del que hay estadísticas, el más violento fue 2009, cuando se registrado 264 agresiones dirigidas contra funcionarios, 19 de ellas graves. Le siguieron 2005 y 2008, con 255 y 246 incidentes registrados de este tipo. En el extremo contrario, 2013, con 145 sucesos contabilizados. Son, precisamente, los últimos años en los que estas cifras han sido más bajas. Así, en 2014 se contabilizaron 168, de los cuales doce fueron catalogados como graves; mientras que en 2015 esta cifra se quedó en 164 y once, respectivamente. Desde 2009, periodo en el que Interior considera que las estadísticas son más fiables "ya que años anteriores adolecen del rigor necesario de seguimiento y grabación de incidentes", sólo se ha registrado un altercado catalogado como "muy grave". Fue en 2012, un año en el que los incidentes se elevaron hasta los 171. En el primer trimestre de 2016, último periodo contabilizado oficialmente, ya se han reseñado 38 agresiones a funcionarios, una de ellas grave.
Lo que no detallan los informes de Interior es el desglose por centro penitenciario ni cuántos de estos ataques han sido protagonizados por presos bajo tratamiento farmacológico psiquiátrico y que se estuvieran dentro del programa de salud mental de las cárceles. Lo único que aportan es información sobre las sanciones aplicadas a internos en aplicación del artículo 108 del Reglamento Penitenciario por la comisión de faltas muy graves. En total, más de 16.000 en los últimos seis años, con cárceles especialmente conflictivas a la vista del número que acumulan en ese periodo. Entre ellas destacan las andaluzas de Algeciras (474), Córdoba (503), Huelva (1.266), Puerto III (1.072) y Sevilla 2 (927), y la coruñesa de Teixeiro (632). En el lado contrario. los Centros de Inserción Social (CIS), en los que pernoctan los internos en régimen de semilibertad, que contabilizan un número insignificante o ninguno.
"Defensa personal"
Con estas cifras de agresiones y reclusos sancionados por faltas muy graves, ACAIP reclama desde hace tiempo la elaboración de un protocolo específico de protección frente a la violencia en el trabajo para los encargados de los funcionarios de prisiones. Una medida que, destacan fuentes de esta organización, tienen ya otros trabajadores de la Administración General del Estado pero no ellos, a pesar de que son las víctimas del 60% del total de agresiones que sufren los funcionarios españoles, porcentaje que se eleva al 80% en el caso de las más graves. Entre otras medidas, también reclaman que Interior se haga cargo del coste de un seguro que cubra los posibles daños que sufran, así como que asuman los gastos de las denuncias que presenten contra los reclusos que les ataquen.
El sindicato mayoritario, ACAIP, denuncia que los trabajdores de prisiones han sido excluidos del protocolo de protección frente a la violencia en la Administraciòn pese a sufrir el 60% de las agresiones a funcionarios   
El Ministerio del Interior organiza, dentro de los planes formativos, cursos sobre "defensa personal y utilización correcta de medios coercitivos" para los funcionarios de prisiones. Los próximos acaban de ser convocados y tendrán lugar entre octubre y noviembre próximos con una duración de 25 horas lectivas. El programa del mismo, al que también ha tenido acceso Vozpópuli, detallla que dos de estas horas serán dedicadas al estudio del marco jurídico y tres a desarrollar "habilidades de comunicación e inteligencia emocional". Las 20 restantes servirán para abordar el "protocolo de actuación en materia de defensa personal". Entre ellas se recogen procedimientos de "cacheo", "entrada en una celda", "traslado de un interno", "intentos de agresión al funcionario", "autolesiones", "internos especiales", "reducción en grupo sin equipo protector", "defensas de goma" y "formas de esposar", entre otros.
PRESOS QUE AGREDEN A PRESOS La violencia en las cárceles españolas no sólo tiene como víctimas a funcionarios de prisiones. Las estadísticas oficiales revelan que son más numerosas las que tienen como agresor y agredido a reclusos. Según datos de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias a las que ha tenido acceso Vozpópuli, desde 2005 y hasta el primer trimestre de 2016 se han registrado 34.199 incidentes de este tipo en los centros dependientes del Ministerio del Interior (los ubicados en Cataluña son competencia de la Generalitat). O lo que es lo mismo: ocho cada día, 58 a la semana, 250 al mes, más de 3.000 al año... En los tres primeros meses de 2016, últimos datos disponibles, ya se han contabilizado siete graves y 688 leves. El año con más violencia en las cárceles españolas fue 2009, cuando se registraron 3.867 incidentes violentos entre reos, la mayor parte de ellos de carácter leve, aunque también cinco violaciones consumadas, otras tantas agresiones muy graves y 134 más calificadas por Prisiones como graves. Aquel año, el número de internos era de más de 76.000, la cifra más alta de las registradas en la historia penitenciaria, según las estadísticas de Interior. En el extremo opuesto se encuentra 2005, el primer año del estudio, con 2.226 agresiones de todo tipo.
En los últimos años, las cifras se han mantenido estables a pesar de que durante éstos el número de presos ha sufrido un sensible retroceso de manera casi continuada. Así, en 2010, durante los doce meses siguientes a los del 'negro récord', hubo 3.501. En 2011 esta cifra se redujo de manera significativa hasta los 3.001, mientras que, al año siguiente, hubo un ligero repunte hasta las 3.121, y, en 2013, se alcanzaron las 3.180. En 2014, bajaron hasta los 3.012, y en 2015, último que existen cifras completas, se volvieron a elevar hasta las 3.080. Con las cifras del primer trimestre, el año en curso puede ser el primero que no se superen las 3.000 de los últimos años. Actualmente el número de internos se sitúa en algo más de 61.500.

Este caza es una ruina: los brutales costes de volar cada hora un avión de combate

 

El coste puede oscilar entre los 5.000 euros por hora de vuelo de un Saab Gripen, el más barato de los cazas occidentales, a los más de 60.000 del F-22 Raptor, el más caro
Foto: F-22 Raptor, el caza más caro (Lockheed Martin - Wikipedia)
F-22 Raptor, el caza más caro (Lockheed Martin - Wikipedia)
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Como ha descubierto para su desgracia más de un ganador de concurso televisivo una cosa es tener el coche de tus sueños y muy otra es poder mantenerlo. Demasiadas veces el flamante ganador de un Ferrari o un Lamborghini descubre, demasiado tarde, que si caro es comprar una de estas maravillas de la tecnología más caro aún es usarlo: los precios de seguros, revisiones y mantenimiento y los elevadísimos consumos de los motores de gran cilindrada pueden convertir el sueño de poseer una joya automovilística en una pesadilla económica.
Exactamente lo mismo ocurre con los aviones de combate, que no sólo cuestan un ojo de la cara, sino que pueden acabar siendo una ruina, se usen o no, como ya han descubierto algunos países. Porque una cosa es tener dinero para comprar aviones de combate de última generación y otra mantenerlos en vuelo. El coste de usar una de estas bestias puede oscilar entre los 5.000 euros por hora de vuelo de un Saab Gripen, el más barato de los cazas occidentales, a los más de 60.000 por hora del F-22 Raptor, el más caro. Si nos vamos a bombarderos las cifras empiezan a ser mareantes: 120.000 euros/hora de vuelo para un B-2 Spirit o 65.000 euros/hora para un B-52H. Y hay tipos más caros en el catálogo estadounidense.
El Saab Gripen es el caza más barato de mantener y utilizar (Foto: Arnaud Gaillard - Wikipedia)
El Saab Gripen es el caza más barato de mantener y utilizar (Foto: Arnaud Gaillard - Wikipedia)
No es que evaluar el coste de un avión por hora de vuelo sea un ejercicio sencillo: muchos factores intervienen en el cálculo, que además incluye parámetros militares secretos (como el consumo detallado) o comerciales de enorme importancia. Porque el coste de operación real es un parámetro clave a la hora de optar por uno u otro modelo en un mercado internacional (el de aviones de combate) enormemente competitivo y de macrocontratos multimillonarios en los que intervienen elementos tecnológicos y estratégicos. De modo que las cifras, cuando se pueden obtener, son plásticas y volátiles, muy complicadas de comparar en igualdad de condiciones. Y eso cuando existen: sobre los aviones rusos o chinos no es fácil encontrar datos equivalentes.

Todos los costes de volar un avión

Para hacernos una idea de lo que significa el coste por hora de vuelo en un avión de combate hay que contar con que se consideran incluidos el coste del combustible gastado (de un 15 a un 25% del total, dependiendo del número de motores y del precio del crudo en el momento; un F-15 puede quemar entre 4 y 5 toneladas de combustible de reactor JP-8 por hora), el precio de los consumibles que hay que reponer (entre el 10 y el 15% del total) y los gastos de mantenimiento programado de los diferentes componentes del aparato, en especial los motores (del 60 al 70% del total).
En este último coste se incluyen los repuestos y los elementos que deben ser revisados y/o reemplazados cada cierto número de horas y además las horas de trabajo que se precisan para hacerlo. En ninguna parte de este precio digamos ‘estándar’ se consideran cuestiones como el sueldo del piloto o los edificios de mantenimiento o aparcamiento de los aviones. Pero jugando con algunos parámetros como el precio del combustible o el coste de la hora de trabajo de mantenimiento es sencillo mover significativamente la cifra final.
Elementos asimismo claves son el número de aviones en la flota y el número de horas de vuelo totales para las que se construye el aparato y cuántas se usan cada año, dado que algunos costes fijos importantes en infraestructura deben repartirse entre el número de aparatos y las horas de uso. Se considera que para entrenar y mantener en forma a un piloto de caza cada uno de ellos debe volar al menos 100 horas anuales (la USAF y los países de la OTAN están entre 180 y 200 horas/año, pdf); y con aparatos de combate tan caros hay que contar con un mínimo de dos pilotos por avión, lo que supone 200 horas de vuelo por año sólo en entrenamiento. Eso supone que mantener en forma a un piloto de F-22 Raptor cuesta un mínimo de 6.000.000 al año, sin contar armamento de prácticas.
Eurofighter Typhoon (Bundersheer - Wikipedia)
Eurofighter Typhoon (Bundersheer - Wikipedia)
Un piloto del EuroFighter Typhoon, con un coste estimado de unos 15.000 euros por hora de vuelo, gastaría más de 1.500.000 euros anuales en formación. Hoy una parte del entrenamiento se realiza mediante simuladores, pero para tener buenos pilotos de combate hace falta que vuelen. Toda una inversión.

¿Cuántos años vuela uno de estos aviones?

La duración de la vida útil del aparato es de la mayor importancia. Muchos aviones occidentales modernos están diseñados para hacer hasta 6.000 horas de vuelo, lo que ofrece una duración de 30 años en condiciones normales (200 horas/año); muchos aviones rusos tienen vidas útiles muy inferiores, aumentando sus costes por hora de vuelo. Si añadimos un posible uso en condiciones de combate, que aumenta el estrés sobre la célula y los motores y concentra horas de vuelo en poco tiempo, tenemos que estimar una cifra comparable sea realmente muy complicado. Y esto antes de que intervenga la política, ya sea geoestratégica (favorecer una venta a un país), ya la interior (que la aviación consiga más presupuesto).
Debido a este juego de parámetros y a los cambios en la disponibilidad y uso de diferentes flotas los costes, incluso cuando tienen el mismo origen, pueden variar con el tiempo. Así la USAF presume de que está reduciendo el coste de los F-35 Lightning II desde los dolorosos 67.550 por hora de vuelo de 2014 a los aún serios 42.169 de 2015 gracias a mejoras en el mantenimiento y a que hay más aparatos en vuelo. Este ejemplo es interesante porque llama la atención sobre otra diferencia entre aviones más antiguos y más modernos; en los nuevos se tiende a disponer de sistemas de control que avisan cuándo es necesario cambiar una pieza, evitando así el reemplazamiento programado por horas de vuelo (esté la pieza bien o no) en los aparatos tradicionales. Se supone que un sofisticado gestor de mantenimiento abaratará en el futuro de modo importante el uso del F-35, aunque de momento el 'software' está resultando problemático.
En la tabla adjunta puede verse que a pesar de los altos costes de cazas y bombarderos las cifras más elevadas corresponden a otro tipo de aviones como el gigantesco transporte C-5B Galaxy (hasta 100.000 dólares/hora), el puesto de mando aerotransportado E-4B NigthWatch (o ‘avión del apocalipsis’, 150.000 dólares/hora) o el VC-25 Air Force One del presidente (161.000 dólares/hora). Todos ellos tienen en común que son grandes, cuatrimotores y bastante antiguos (C-5B) o basados en modelos comerciales muy modificados y con una flota muy reducida (NigthWatch y Air Force One). De los aparatos de combate el más caro de adquirir (más de 2.000 millones de dólares por ejemplar incluyendo desarrollo y operación) y de mantener en vuelo (entre 120.000 y 150.000 euros/hora) es el B-2 Spirit, del que sólo existen 20 ejemplares y que necesita infraestructura especial para mantener su sofisticada cobertura antirradar ‘furtiva’. Los demás tampoco son baratos, precisamente.

Sin tripulación, mucho más barato

Destaca desde luego una de las principales razones por las que el uso de aviones no tripulados se ha disparado en la última década: los costes de operación de este tipo de aparatos son radicalmente inferiores a los de sus parientes tripulados. Uno de los famosos MQ-1B Predator se mantenía en el aire durante una hora en 2008 por 3.679 dólares, mientras que su sucesor el MQ-9A Reaper sólo costaba un poco más: 4.762 dólares/hora, a pesar de necesitar ambos varias tripulaciones (incluyendo una local de despegue y aterrizaje y varias remotas) para mantenerse durante horas en el aire.
El dron de reconocimiento de gran alcance RQ-4B Global Hawk salía mucho más caro, a 49.089 dólares/hora, incluso más que aparatos a los que reemplaza como el U-2 Dragon Lady que costaba entonces 30.813 dólares la hora, pero con mucha mayor persistencia sobre el objetivo y sin la posibilidad de tener un nuevo “Incidente del U-2”. Es decir, políticamente más barato.
Tripulados o sin tripulación, no todos los países pueden permitirse volar estos aparatos incluso cuando se los han podido pagar. Un ejemplo es Austria, que ha dejado sus 15 EuroFighter Typhoon prácticamente parados por falta de presupuesto para costear sus gastos operativos, unos 15.000 euros/hora de vuelo.
No es el único caso: Sudáfrica especuló con la posibilidad de almacenar la mitad de su flota de Saab Gripen recientemente adquiridos ante la imposibilidad de cubrir sus costes, que en este caza austero de fabricación sueca apenas alcanzan los 5.000 euros/hora en Europa aunque más del doble allí debido a diversos factores. Finalmente el país africano decidió rotar los aparatos entre los pocos pilotos disponibles; por esa razón las células apenas están acumulando un centenar de horas anuales.
Y Malasia decidió en 2010 retirar su flota de 18 MiG-29s rusos comprados en 1993 por la misma razón: los aparatos estaban empezando a ser muy caros de mantener y la fuerza aérea malasia tiene abierto un concurso internacional para reemplazarlos por aviones más modernos. Finalmente los MiG-29 fueron indultados hasta, al menos, el presente año.

Un arsenal bajo el océano: Asia se lanza a construir el submarino más destructivo

Inivisibles y equipados con misiles balísticos

 

China, Rusia, India, Japón, Australia... son algunos de los países asiáticos que se han lanzado a construir nuevas versiones de submarinos equipados con alta tecnología militar
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China flexiona sus músculos militares, de eso nadie duda, y como consecuencia su política exterior se hace cada vez más agresiva. En ninguna parte se nota tanto esta nueva postura militar como en el Mar de China Meridional, donde una vaga y dudosa reclamación territorial basada en un mapa de tiempos de la Segunda Guerra Mundial con difícil encaje en la legislación marítima internacional tiene a todos los países de los alrededores alborotados. La consecuencia de este endurecimiento de posturas ha sido la que cabía prever: el inicio de una desbocada carrera armamentística en la zona. Y como se trata de una región marítima por excelencia y con enormes distancias a considerar el tipo de buque elegido ha sido el barco de guerra ‘furtivo’ por excelencia: el submarino.
En los últimos años, la región de Asia, y el sureste asiático en particular, está siendo un chollo para los astilleros fabricantes de submarinos con decenas de pedidos y concursos casi en cada país de la zona. Lo cual supone muchos miles de millones de dólares, aunque no solo eso: en los acuerdos de venta de armamento siempre hay un componente estratégico.

El submarino es el arma perfecta para hacer olas en esta zona del planeta con una inversión mínima. Y si no que se lo pregunten a los japoneses, que en la Segunda Guerra Mundial perdieron casi entera su marina mercante ante los ataques de los submarinos estadounidenses, que también dañaron (y mucho) a la Armada Imperial. Sigilosos y letales, dotados con armamento moderno de misiles y torpedos pesados y con sensores (sonares avanzados, sistemas de comunicaciones, radares) con los que sus antepasados no hubiesen podido soñar siquiera el submarino moderno es un arma muy peligrosa.

Misiles de crucero bajo el océano

En especial los actuales submarinos diésel eléctricos (SSK) que son silenciosos y difíciles de detectar, sobre todo en las agitadas aguas cercanas a las costas. Y sobre todos ellos los dotados de sistemas del tipo AIP (Air Independent Propulsion, propulsión independiente del aire) que les permite estar sumergidos durante días y hasta semanas; casi como un submarino nuclear de ataque (SSN), pero sin el enorme coste y el ruido basal de estos.
Prueba de un misil balístico submarino lanzado por Corea del Norte. (Foto: Reuters)
Prueba de un misil balístico submarino lanzado por Corea del Norte. (Foto: Reuters)
Equipados con sonares remolcados y laterales de gran precisión, con sistemas de combate avanzados y sensores que les permiten controlar grandes espacios de territorio, algunos tipos con 'hidrojets' en lugar de hélices para reducir su detectabilidad y con velocidades elevadas que les permiten recorrer las enormes distancias implicadas en la defensa del interés nacional en una región tan amplia con la que va del Índico al Pacífico, los SSK ofrecen una capacidad muy interesante en el ámbito naval por un precio relativamente ajustado.
La posibilidad de añadirles tubos lanzamisiles del tipo VLS (Vertical Launch System) que les permiten lanzar misiles de crucero sin reducir la dotación de torpedos o la capacidad de transportar comandos multiplican su utilidad. No olvidemos que submarinos de este tipo han sido capaces más de una vez de dar buenos sustos a flotas de portaaviones estadounidenses en maniobras: los SSK de última generación, bien tripulados y usados son mortíferos en aguas someras y peligrosos en cualquier circunstancia, en especial si disponen de AIP.
Eso sí, su tecnología no está al alcance de cualquier país: solo unos pocos tienen la capacidad industrial y la tradición que les permite ofrecer en el mercado este tipo de armas. Por eso el mercado internacional de submarinos es muy animado, con la participación de países inesperados y la virtual ausencia de algunos de los principales vendedores de armamento del planeta: los EEUU dejaron de construir submarinos diésel eléctricos hace décadas (su flota es 100% nuclear), y por tanto están fuera del grupo de vendedores.
Los países mejor armados en el ámbito submarino son también los más poderosos de la zona y los que poseen una tradición naval más antigua
En el que sí aparecen países como Suecia, Holanda, Corea del Sur y (sobre todo) Alemania y Francia, además de Rusia y China. El malhadado proyecto del S-80 fue el fallido intento de la industria naval española, tradicional cooperadora con Francia en este aspecto, por entrar en este selecto club con un diseño propio. Su bien publicitado fracaso acabó con cualquier posibilidad a este respecto.

Los grandes: China, Rusia, India, Japón y Australia

Los países mejor armados en el ámbito submarino son también los más poderosos de la zona y los más pudientes, además de los que poseen una tradición naval más antigua. Dos de ellos pueden considerarse una potencia en declive (Rusia) o no interesada en la agresión (Japón), mientras que los otros dos están claramente en auge: China y la India. Por su parte, Australia está en mitad de la zona y se ve afectado por lo que allí ocurre. En los últimos años el despliegue militar chino ha sido el mayor de la región en todas las armas, pero las especiales características de su posición geográfica y de sus necesidades defensivas han concentrado en la marina y sobre todo en el arma submarina una considerable parte de su esfuerzo.
China ha sido tradicionalmente un estado insular en el sentido estratégico con escaso o nulo apetito por la proyección de poder a grandes distancias y preocupado ante todo de defender sus propias costas. Hoy esto está cambiando muy rápidamente según continúa el despegue económico de la economía china, que depende del transporte marítimo para mantenerse y crecer. Por eso las agresivas reivindicaciones sobre el Mar de China Meridional, un área que concentra una enorme cantidad de tráfico de mercancías y materias primas con destino a China o procedentes de allí. El país en su proyección marítima está separado de las aguas abiertas por cadenas de islas que están en manos de potenciales adversarios y cuyos estrechos tendrían que atravesar sus buques para ganar el Pacífico o el Índico. Así pedazos de roca dispersos en el mar como las islas Babuyan, al norte de Filipinas, o las Ryuku al sur de Japón se convierten en puntos clave de control. De ahí la importancia de los submarinos.
Submarino chino de la Song, Tipo 039. (Foto: Wikimedia Commons)
Submarino chino de la Song, Tipo 039. (Foto: Wikimedia Commons)
Además China ha refrendado su estatus de gran potencia invirtiendo en una flota de submarinos de misiles balísticos intercontinentales (SLBM) que le proporciona una capacidad de represalia nuclear a salvo de ataques preventivos; a partir de este mismo año se espera que mantenga en patrulla permanente uno de sus cuatro SLBN clase Jin (Tipo 094). Para protegerlos y para mantener controladas las áreas de patrulla cuenta con submarinos de ataque nucleares (dos del Tipo 093 y uno del Tipo 095), pero ante todo con una amplia flota de SSKs.
Entre ellos destacan 13 de los modernos clase Song (Tipo 039) y 15 de la clase Yuan (Tipo 039A) diseñados y construidos en la propia China, estos últimos equipados con sistemas AIP. Sobre su letalidad baste destacar que en 2006 un clase Song emergió a distancia de tiro del portaviones estadounidense Kitty Hawk, hasta donde había llegado sin ser detectado, mientras navegaba en el Mar Oriental de China. Además China cuenta con 12 clase Kilo de diseño ruso y 17 del Tipo 035, estos últimos derivados de un venerable diseño soviético. En todo caso una flota peligrosa en las aguas cercanas a la costa y capaz de dificultar el uso de amplias áreas a grupos de portaviones enemigos.
El gran rival de China por el control de las rutas de navegación, pero desde el otro lado, es la India. Menos desarrollado económicamente y con una infraestructura industrial de inferior calidad la India tiene que atender a sus intereses en ambas orillas del Índico, pero mantiene una rivalidad con China que ha llegado a calentarse en forma de algo más que escaramuzas fronterizas en alguna ocasión. La India no dispone aún de capacidad nuclear en SLBMs, aunque cuenta con un ejemplar de la clase Arihant con la que pretende disponer de ella; deberá construir al menos tres buques más para conseguirlo. Además el país cuenta con un SSN ruso de clase Akula en alquiler y ha solicitado otro; la idea es entrenar tripulaciones y técnicos en su uso para después desarrollar un proyecto propio de SSN del que construir seis ejemplares.
Rusia cuenta con dos submarinos nucleares de misiles balísticos clase Borei, además de tres viejos Delta III de construcción soviética
En cuanto a submarinos diésel eléctricos la India dispone de seis ejemplares de la clase Kalvari, un diseño basado en los Scorpène franceses y dotado de sistema AIP, y planea construir localmente otros seis barcos del Proyecto 75I basados en un diseño extranjero que aún no ha sido licitado. Los submarinos del proyecto 75I contarán con propulsión AIP y probablemente con VLS. Además de estos buques modernos la India cuenta con nueve submarinos de la clase Sindhughosh basados en el Kilo ruso y cuatro de la clase Shinshumar basados en el Tipo 209 alemán. Dada la posición geográfica del país en el Índico la corta autonomía relativa de estos barcos no les resta capacidad, aunque para proyectarse hacia los estrechos de Malaca y el Mar de China Meridional la India necesitará esos SSN.
Rusia cuenta con una importante presencia en el Pacífico, aunque no tanto como en la época de la Unión Soviética: la flota de aquel océano ha sufrido serios recortes derivados de la crisis económica que vive en país. A pesar de ello cuenta con dos submarinos nucleares de misiles balísticos clase Borei, la más moderna con la que cuenta, además de tres viejos Delta III de construcción soviética. También tiene seis submarinos nucleares de misiles de crucero (SSGN) clase Oscar II, un diseño pensado para atacar grupos de portaviones estadounidenses durante la Guerra Fría, y al menos cuatro ejemplares de submarinos nucleares de ataque clase Akula II y un Akula I. La flota de SSK consta de ocho submarinos clase Kilo, considerados entre los diseños más capaces de submarino convencional de origen ruso.
Submarino eléctrico indio de la clase Kalvari. (Foto: Wikimedia Commons)
Submarino eléctrico indio de la clase Kalvari. (Foto: Wikimedia Commons)
Por su parte Japón cuenta con un elevadísimo nivel técnico e industrial y con una tradición de construcción naval que se remonta a principios del siglo XX y que dio excelentes modelos de navíos (incluyendo submarinos) durante la Segunda Guerra Mundial. La constitución pacifista adoptada tras la guerra alejó a la industria japonesa de los mercados internacionales de armamento y sus reducidas fuerzas de autodefensa constituyen un mercado muy pequeño, pero la excelencia técnica se nota.
Es por ello que los 20 submarinos japoneses, todos ellos diesel eléctricos, están considerados entre los más sofisticados y letales de los que existen en el mundo de esta clase. Se trata de 10 de la clase Oyashio, más antiguos, y ocho de la modernísima clase Sōryū construidos muy recientemente, de los cuales se espera contar con 12 en total. Se trata de barcos grandes y muy potentes dotados de avanzados sistemas electrónicos y de ataque; los Sōryū cuentan con sistemas AIP. Se espera que los últimos ejemplares (aún en construcción) reemplacen el AIP por baterías de ión de litio como las que equipan móviles y ordenadores, mucho más potentes que las clásicas: esto les daría prestaciones cercanas a las de un submarino nuclear.
Precisamente un derivado de los Sōryū era uno de los principales contendientes en el programa de reemplazo de la flota de los submarinos clase Collins por parte de Australia, pero al final perdió el concurso para sorpresa de muchos. La isla-continente cuenta con seis Collins relativamente modernos, un modelo basado en el Tipo 471 sueco modificado para sus especiales necesidades, pero precisaba comenzar el proceso de reemplazo. El país necesita buques grandes y muy rápidos dada la enorme superficie a patrullar, capaces además de trabajar bien en las gélidas aguas cercanas a la Antártida y en los mares tropicales cercanos al Ecuador.
Al concurso se presentaron múltiples diseños de todo el mundo como los Sōryū adaptados y varios diseños franceses, alemanes y holandeses; la idea era presentar también el S-80 español, pero sus problemas lo hicieron imposible. Finalmente el gobierno australiano anunció el ganador en el diseño francés Shortfin Barracuda basado en los SSN de la clase Barracuda de la armada francesa pero con propulsión convencional; hay quien dice que la principal ventaja del modelo es que sería posible adaptarlo a la propulsión nuclear de ser necesario. Australia prevé construir 12 Shortfin Barracuda para que empiecen a entrar en servicio a partir de 2030; se estima que el coste total superará los 33.600 millones de euros a lo largo de la vida del programa.
Submarino ruso de la clase Delta IV. (Foto: Wikimedia Commons)
Submarino ruso de la clase Delta IV. (Foto: Wikimedia Commons)

Los medianos: Pakistán, Indonesia, Corea del Sur

Otros países tienen o han encargado sustanciales flotas submarinas, ya sea para no perder terreno en el vecindario, ya por sus especiales necesidades derivadas de tensiones locales con alguno de sus vecinos. Es el caso de Pakistán, cuya manifiesta rivalidad con la India ha justificado la adquisición de 8 submarinos diésel-eléctricos del modelo S-20 a China. El S-20 es un derivado de exportación del Tipo 39A chino en principio sin el sistema de propulsión AIP, aunque algunas noticias sobre la compra paquistaní indican que sus ejemplares sí lo llevarán.
La mitad de estos barcos serán construidos localmente y el resto en China. Pakistán cuenta ya en su flota con 3 Agosta 90 y 2 Agosta 70 construidos a partir de diseños franceses y trabaja en el diseño y construcción de su propio SSN, aunque no hay fecha concreta. La principal preocupación respecto a la futura flota submarina paquistaní es la posibilidad de que sea equipada con misiles de crucero con cabeza nuclear, dada la doctrina del país en este tipo de armamento.
Por número de submarinos, la flota más importante de la zona es la de Corea del Norte, que cuenta con más de 80 ejemplares, pero antiguos
Por número de submarinos, la flota más importante de la zona sería la de Corea del Norte, que cuenta con más de 80 ejemplares de diferentes tipos. Pero los barcos norcoreanos son en su mayoría casi antigüedades, de modelos soviéticos vetustos y aptos tan solo para la infiltración de comandos (muchos de ellos son muy pequeños) o para el minado de puertos y estrechos. El país intenta desarrollar un submarino lanzador de misiles balísticos, hasta ahora con poco éxito.
Su vecino y principal rival, Corea del Sur, dispone en cambio de una moderna y eficaz flota de submarinos diésel eléctricos de construcción local con nueve ejemplares de la clase Chan Bogo y otros nueve de la clase Son Won Il, basadas ambas en diseños alemanes (Tipo 209 y Tipo 214, respectivamente) pero con dispositivos AIP en el segundo caso. Los buques surcoreanos disponen de electrónica y sistemas de combate avanzados que los convierten en rivales muy poderosos; los astilleros del país incluso exportan submarinos.
Así por ejemplo Indonesia acaba de adquirir tres ejemplares (con nueve más por confirmar) de los Chang Bogo modificado construidos en Corea del Sur. El país dispone de dos submarinos de la clase Cakra construidos en los setenta y ochenta también a partir del Tipo 209 alemán modificado, de modo que las cuestiones de mantenimiento, logística y entrenamiento no deberían ser complicadas; ambos buques fueron recientemente modernizados.
El submarino japonés Hakuryū, de la clase Sōryū. (Foto: Wikimedia Commons)
El submarino japonés Hakuryū, de la clase Sōryū. (Foto: Wikimedia Commons)

Por último, Vietnam ha encargado recientemente toda una flota submarina para proteger su amplia costa, situada toda ella mirando al Mar de China Meridional que China reivindica como propio. El país ha adquirido cinco ejemplares de una variante mejorada de la clase Kilo rusa con opción a una sexta unidad, lo que le convertirá en una fuerza a tener en cuenta en el área. Algo especialmente importante dado que ya ha tenido guerras con su inmenso vecino, y no hace tanto tiempo.

Los pequeños: Taiwán, Malasia, Tailandia

Otros países más pequeños de la región también han decidido rearmarse en el ámbito submarino para protegerse del diluvio que viene. Al fin y al cabo el mejor arma antisubmarina es otro submarino: la caza de sus congéneres está entre sus principales obligaciones, y en el caso de países como Taiwán (o República de China, como también se le conoce) el asunto es literalmente de vida o muerte. Enfrentado a una China que no reconoce su independencia y que reivindica su territorio como propio Taiwán tiene serios problemas para comprar armamento en el mercado mundial ya que los compradores suelen ser presionados por China para bloquear las ventas.
Solo EEUU, y con sus propios condicionamientos internos, atiende las peticiones taiwanesas, lo cual se convierte en un drama en el caso de su urgente necesidad de submarinos diésel eléctricos, ya que Estados Unidos no los construye. Las ventas de este tipo de material han sido siempre canceladas, de modo que hoy Taiwán dispone de dos submarinos clase Hai-Shih, que son de la clase Tench de la época de la Segunda Guerra Mundial remozados y solo sirven como buques escuela, y dos clase Chien Lung construidos en los años 80 a partir del modelo Zwaardvis holandés que están siendo reacondicionados. El país quiere desarrollar su propio diseño, pero de momento carece de la tecnología necesaria.
Los océanos Índico y Pacífico van a tener en las próximas décadas mucho más tráfico debajo de las olas que casi encima de ellas
Lo mismo le ocurre a Malasia, que tan solo dispone de dos submarinos con un diseño basado en los Scorpène franceses que fueron construidos a partir de 2002 con participación de la española Navantia. La ciudad-estado de Singapur tampoco construye sus buques sumergibles, pero compró en la década de los noventa cuatro viejos clase Challenger suecos con más de 40 años de edad para iniciar la creación de un arma submarina; en 2005 se compraron 4 ejemplares de la clase Archer(ex-Västergötland en la marina sueca) y en 2015 se retiraron dos Challenger. Los Archer, que tenían más de 20 años de edad, disponen de sistemas AIP y de sonares y sistemas de combate modernos. Pero la verdadera capacidad llegará de la mano de los dos ejemplares del tipo 218SGque Singapur ha encargado a Alemania para incorporarse a su flota hacia 2020. El acuerdo está valorado en más de 1.000 millones de dólares y los buques serán oceánicos y dispondrán tanto de AIP como de sistemas de combate avanzados.
Los dos últimos de la lista son países que quisieran tener, pero todavía no tienen, submarinos, como son Filipinas y Tailandia. Filipinas, con una economía muy débil y unas fuerzas armadas con limitado presupuesto, ha mostrado su interés por desarrollar un arma submarina, pero sin que por el momento haya habido ninguna acción concreta al respecto. Tailandia, por su parte, lleva desde la década de los 90 negociando con diferentes países la compra de submarinos, legando en varias ocasiones a anunciar un trato que más tarde se canceló. La última vez fue la compra de tres S-20, la versión de exportación del Tipo 039A chino (esta vez sin AIP), pero una vez más a finales de 2015 parece que el acuerdo está paralizado. Tailandia tuvo un escuadrón submarino desde 1938 con cuatro ejemplares de la clase Matchanu fabricados por Japón, pero el grupo fue disuelto tras un intento de golpe de estado en 1951.
Lo que sí es seguro es que las aguas de los océanos Índico y Pacífico, y de los mares intermedios que los separan, van a tener en las próximas décadas mucho más tráfico debajo de las olas que casi encima de ellas. Porque el ritmo de compra de submarinos está resultando frenético.

Cosidó se desmarca de las grabaciones en el caso de Villarejo y las “cloacas”


 

El comisario Villarejo comparecerá ante el juez que investiga al pequeño Nicolás en los próximos días pese a la oposición de la Fiscalía.

Fernando Lorente
 
 
Ignacio Cosidó y Jorge Fernández Díaz | Archivo
Fuentes involucradas en este procedimiento lo describen como un conflicto que traspasa el ámbito de lo penal. El denominado caso Nicolay, es decir, la investigación al ya personaje público del pequeño Nicolás, ha derivado en "una disputa interna de la policía que el juez pretende elevar a cuestión de Estado". La intervención del comisario José Manuel Villarejo, de un lado, y de su homólogo Marcelino Martín-Blas, ha convertido las diligencias en un pulso de jerarquía marcado por los encontronazos pasados en el seno de las "cloacas".
Para comprender esta instrucción, hay que partir de un episodio en la Policía Nacional. De la relación tensa entre los dos comisarios anteriormente mencionados, nació una denuncia de Villarejo a Martín-Blas por "manipular pruebas" en la causa de Francisco Nicolás. El Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz se alineó con el comisario Villarejo y cesó a Martín-Blas como jefe de Asuntos Internos de la Policía. En ese momento, el juez Arturo Zamarriego, titular del Juzgado de Instrucción nº2 de Madrid que instruye el caso Nicolay, incorporó al último como apoyo de la investigación. Martín-Blas "es la investigación", según fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital.
Los duros enfrentamientos que se han producido entre ambos comisarios, con acusaciones cruzadas de operar desde la intencionalidad política, han llegado a un juez que parece no estar dispuesto a archivarlo sin más. Zamarriego ha encargado la investigación a Martín-Blas, que ha puesto sobre la mesa la prueba sobre el que gira esta vertiente del caso Nicolay. Es una grabación de una conversación entre el propio comisario Martín-Blas y otros agentes de la Policía Nacional y del Centro Nacional de Inteligencia, el CNI. Los abogados de Francisco Nicolás han denunciado que en esta reunión se habla de crear pruebas contra su cliente.
El comisario Villarejo habría difundido esa grabación robada a determinados medios de comunicación. Aunque él lo niega, es la versión que sostiene su homólogo Martín-Blas en un informe que ha elevado al juez Zamarriego y en el que pide la imputación de Villarejo por delitos de organización criminal, falsedad documental, negocios prohibidos por funcionarios y revelación de secreto. En el mismo escrito, apunta a la mujer de Villarejo, Gemma Alcalá; al director adjunto operativo, Eugenio Pino, y otros miembros de la DAO de la Policía Nacional, que habrían colaborado con Villarejo para obstaculizar la operación; y a los periodistas que difundieron el contenido de la grabación: Carlos Mier, Daniel Montero, Manuel Rico, Sandra Fernández, Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta. Reclamaba incluso algunas detenciones.

Comparece Ignacio Cosidó

El juez ha desestimado hasta la fecha la mayor parte de la solicitud de Martín-Blas. Únicamente ha imputado al periodista Carlos Mier, que declaró la semana pasada, y al comisario Villarejo. El periodista investigado reconoció que llamó a Martín-Blas cuando se produjo la grabación, pero únicamente para contrastar información. De esta forma, no se identificó como el autor de la escucha irregular. Mier trabaja para el medio información sensible, vinculado a José Manuel Villarejo, que sería el responsable según informes.
En el transcurso de la investigación, el juez había programado inicialmente para este lunes tres comparecencias. Declararían como testigos el propio Marcelino Martín-Blas y el director general de la policía, Ignacio Cosidó, al que no habían mencionado ni Fiscalía ni "la investigación" pero el instructor le ha citado de oficio. También sometería a preguntas, en su caso como imputado/investigado, al comisario Villarejo. Arturo Zamarriego notificó su intención de interrogar a estas personas con poco margen de maniobra y Martín-Blas se encontraba de vacaciones, por lo que en primer momento se dejó este para el miércoles.
El juez se ha percatado hoy de que no es posible tomar declaración a Villarejo antes que a Martín-Blas, puesto que el imputado debe comparecer en último lugar para garantizar su derecho de defensa. Finalmente solo se ha producido este lunes la comparecencia de Cosidó. Según las fuentes antes señaladas, la declaración del director general de la policía ha aportado muy poco a la causa. Ingancio Cosidó ha sostenido que tuvo conocimiento a través del DAO de la grabación ilegal, pero no adoptó medidas internas porque trascendió a la prensa y el asunto se judicializó pronto.
Según fuentes presentes en el interrogatorio, Cosidó ha manifestado ante el juez que la Policía Nacional tiene medios técnicos para intervenir teléfonos, pero siempre lo hace previa orden judicial. No ha querido especificar qué unidades poseen estas herramientas, por razones de "seguridad y prudencia. Nosotros investigamos terrorismo."
Pese a que la Fiscalía se había opuesto a que Villarejo compareciera ante la Justicia en calidad de imputado, lo hará después de que declare como testigo Martín-Blas. No hay fecha definida, aunque será a partir del próximo jueves. Es otro litigio en el que se ve envuelto el comisario Villarejo, después de que El País publicara que compaginaba su función como policía con la propiedad de al menos 12 empresas con un capital social superior a los 16 millones de euros. Quien se define a sí mismo como "agente encubierto", también ha tenido relación con la filtración de parte de la charla mantenida con Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, dentro de la investigación en torno al ático de Estepona. El político llegó a acusar a Villarejo de haberle chantajeado, razón por la que el comisario denunció al dirigente madrileño ante los tribunales

lunes, 27 de junio de 2016

Suceso en las filas de la FINUL

 

Se investiga el posible suicidio de un casco azul español en el Líbano

El uniformado, de 45 años y natural de Madrid, ha sido encontrado muerto en su lugar de trabajo, en la case Miguel de Cervantes
finul
El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación para determinar las causas del fallecimiento del Brigada Lorenzo Romeo Muel, muerto en circunstancias aún por determinar en la base Miguel de Cervantes en el Líbano. Fuentes castrenses informaron a Efe previamente desde Beirut de que el militar español desplegado en el Líbano, en el marco de las fuerzas de paz de Naciones Unidas FINUL, se había suicidado este domingo empleando su arma.
Según un comunicado del Estado Mayor de la Defensa, a las 11:00 hora local, el Brigada del Ejército de Tierra español fue encontrado muerto en su local de trabajo de la base de las Naciones Unidas UNPOS 7.2 Miguel de Cervantes, en la localidad de Ebel es Saqui, sur del Líbano.
El militar fallecido, natural de Madrid, tenía 45 años de edad y era jefe de un pelotón de abastecimiento en la Unidad de Logística.
El comunicado señala que se ha activado el protocolo sanitario y se han iniciado las diligencias para la realización del atestado, nombrando instructor y secretario para el inicio de procedimiento.
En estos momentos hay una investigación en marcha para determinar las causas del fallecimiento, por lo que no se pueden confirmar por el momento.
El cuerpo de Lorenzo Romeo Muel será repatriado a España a la mayor brevedad posible con medios del Ejército del Aire. Durante su último vuelo, los restos serán escoltados por cinco compañeros del fallecido de la BRIPAC. A su llegada, el féretro será trasladado al centro forense que determine la autoridad judicial para practicarle la autopsia.
El contingente BRILIB XXV, cuyo grueso ha sido generado por la BRIPAC ‘Almogávares’ con sede en Madrid y Murcia, inició su misión el día 21 de mayo, tras dar el relevo a la BRILEG, unidad generadora del contingente BRILIB XXIV.
La de Líbano, donde España participa en la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) desde 2006, es la misión más importante de las Fuerzas Armadas, con 600 efectivos.
El objetivo de esta fuerza internacional es impedir un recrudecimiento de las hostilidades entre Israel y las milicias como Hizbolá que devenga en otra guerra como la que tuvo lugar en 2006 y a raíz de la cual se decidió el despliegue español.
Esta fuerza de paz fue creada el 19 de marzo de 1978 para confirmar la retirada israelí del sur del Líbano, ayudar al Gobierno libanés a extender su autoridad efectiva en esa zona y restablecer la paz y la seguridad interior.

PREMIOS DIGNIDAD Y JUSTICIA Comisarios y generales presionan para que sus 'amigos' reciban una medalla


Comisarios y generales presionan para que sus 'amigos' reciban una medalla

Mandos policiales, de la Guardia Civil y del Ejército tratan de postularse sin éxito en los primeros premios de Dignidad y Justicia, que ha recibido casi 400 llamadas presionando
Foto: Entrega de medallas a la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil. (EFE)
Entrega de medallas a la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil. (EFE)
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Las medallas en la Policía y la Guardia Civil que el Ministerio del interior concede cada año provocan un desencanto generalizado entre los funcionarios de ambos cuerpos, que ven cómo los jefes de ambas corporaciones y algunas 'celebrities' se reparten las insignias, algunas de las cuales conllevan incluso una remuneración añadida a la nómina que dura de por vida. En la práctica, según han denunciado reiteradamente los sindicatos, los mandos de las fuerzas de seguridad del estado se han repartido este tipo de reconocimientos durante los últimos años.
En este contexto, ha hecho acto de presencia la asociación especializada en luchar contra el terrorismo en los tribunales Dignidad y Justicia, que por primera vez ha entregado condecoraciones a personas que considera relevantes en la consecución del fin de la banda ETA. Muchos de estos premiados, lógicamente, han sido miembros de la Policía y de la Guardia Civil dedicados en algún momento de su trayectoria profesional a los servicios de información de ambos cuerpos, dedicados a la lucha antiterrorista, y han protagonizado algún tipo de acto heróico.
La convocatoria de estos reconocimientos, además, conllevaba otro valor añadido para los galardonados. Al haber sido Dignidad y Justicia declarada asociación de utilidad pública por el Ministerio del Interior, el departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz concede a los premiados puntos en las baremaciones para promocionar. En concreto, los jefes de personal de ambas corporaciones pueden otorgar entre 0,5 y cuatro puntos que sirven para ascender.
Esto ha motivado que en las cúpulas de los dos cuerpos se haya generado una situación similar a la que se ha producido estos últimos años en los días previos a la entrega de las medallas al mérito policial y de la Guardia Civil antes descritas. Altos mandos del Ministerio del Interior y de las direcciones generales de ambos cuerpos han tratado de presionar a la dirección de Dignidad y Justicia para que sus 'amigos' reciban una de esas preciadas condecoraciones. En concreto, la asociación presididad por Daniel Portero ha recibido cerca de 400 llamadas telefónicas para pedir que determinados comisarios de la Policía y generales de la Guardia Civil y del Ejército reciban la distinción.
Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia, durante un homenaje a las víctimas del terrorismo. (EFE)
Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia, durante un homenaje a las víctimas del terrorismo. (EFE)
Una de esas presiones vino del mismo director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, que trató de que Dignidad y Justicia reconociera a un general de la benemérita. La asociación, sin embargo, decidió mantenerse al margen de estos intentos de imposición y optó por condecorar a funcionarios y personal ajeno a las corporaciones que no había sido reconocido hasta el momento. Entre los premiados, una inspectora jefe, un subinspector, un cabo primero o un inspector recibieron la medalla de plata. Una de las funcionarias reconocidas lo está por salvar a varias personas tras un atentado cometido por ETA. Nunca fue condecorada por el Ministerio del Interior, que ni siquiera le regaló una felicitación pública.
En la categoría de oro, destacó la presencia de Mikel Lejarza, Lobo, quien apareció públicamente por primera vez después de permanecer en la clandestinidad durante 40 años. Su labor como agente encubierto permitió a la Policía detener a decenas de etarras y evitar innumerables atentados de ETA, cuya cúpula lo declaró como su mayor enemigo. Tras abandonar su trabajo, Lobo se sometió a cirugía y cambios estéticos con el fin de pasar a llevar una vida normal. Aun así, su valentía para ir en persona a recoger el premio (con peluca y gafas de sol) requirió la presencia de una docena de escoltas y un plan de seguridad que convirtió el acto en un auténtico fortín policial.
Lejarza aprovechó para hacer una breve intervención pública tras recoger el premio. En ella, pidió a los partidos seguir permaneciendo unidos contra ETA, a la que consideró inactiva pero no desaparecida, dado que continúa sin entregar las armas. La banda, dijo, está esperando a "un gobierno afín" para entregarlas. Después de pronunciar estas palabras, el hombre que se infiltró en ETA en los años 70 desapareció de la sala junto a sus guardaespaldas y volvió a la vida oculta.
Dignidad y Justicia también otorgó esta distinción a título póstumo al que fuera responsable de comunicación de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Fernando Delgado; a la fundadora de la Asociación Víctima del Terrorismo, Ana María Vidal-Abarca; y al general de Brigada dedicado a la lucha contra el terrorismo Gonzalo González.

Los siete policías y dos políticos que explican la polémica 'guerra de comisarios' en Interior

CASO FERNÁNDEZ DÍAZ

 

Escuchas ilegales, informes con graves acusaciones, ceses fulminantes... La soterrada guerra interna en la Policía Nacional que protagonizan diversos comisarios desde hace años se ha convertido en las últimas semanas en titulares de prensa. Estos son los protagonistas del último escándalo que sacude el Ministerio del Interior.
  •                De la discreción que se les supone por su trabajo a figurar en las primeras páginas de los medios. De combatir a la delincuencia a entablar peleas entre ellos. 'Pinchazos' ilegales e informes con graves acusaciones... Y, detrás de todo ello, un enfrentamiento entre altos mandos de la Policía que parece no tener fin. El sumario que investiga el ático de Ignacio González, las pesquisas sobre las andanzas del 'Pequeño Nicolás' y las grabaciones en el despacho del mismísimo ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, son los últimos episodios que han hecho aflorar a las portadas una 'guerra de comisarios' que escandaliza tanto como sorprende, y que en el seno de la propia institución avergüenza por la imagen que está dando de la misma. Para entender qué hay detrás de todo ello, hay que conocer a los seis comisarios, un inspector jefe y dos políticos que aparecen detrás de todos o algunos de estos episodios. 

Jorge Fernández Díaz

Con ETA en tregua definitiva, cuando el hoy cabeza de lista del PP por Barcelona a las elecciones de este domingo asumió a finales de 2011 el cargo, el ministerio se presentaba casi como una 'perita en dulce' desde el que dar un impulso a su carrera política, siempre a la sombra de su amistad con Mariano Rajoy. Cuatro años y medio después, ha tenido que hacer frente a varios escándalos relacionados con su mandato, entre ellos la concesión de una medalla policial a la Virgen del Amor o el gasto de más de un millón de euros en levantar una casa cuartel de la Guardia Civil en el pueblo navarro que vive su madre y veranea él, sin olvidar su cuestionada decisión de recibir en su despacho oficial a un Rodrigo Rato ya imputado por el oscuro origen de su fortuna.
Fernández Díaz ha salido en todo momento en defensa del comisario José Villarejo, incluso cuando éste sacó a la luz las grabaciones de Ignacio González
Sin embargo, han sido las grabaciones de sus conversaciones con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, lo que más quebradero de cabeza le han creado. En primer lugar, por su contenido, en el que se apuntaba a la supuesta 'fabricación' de causas contra rivales políticos, pero también por el lugar donde se produjo: su despacho en la sede del Ministerio. A las peticiones de dimisión, él ha respondido con una negativa sabiendo que cuenta con el respaldo del presidente del Gobierno. Un apoyo similar al que él ha dado en los últimos meses a uno de los comisarios puesto en cuestión: el polémico José Manuel Villarejo, un alto mando policial que ha dado muestras de 'ir por libre' y que pese a que difundió otra polémica grabación, la que forzó la salida de la política del también 'popular' Ignacio González, ha sido respaldado públicamente por él. De hecho, en el seno de la Policía muchos señalan al ministro como el culpable último de que el enfrentamiento entre policías haya llegado a su actual situación de aparente descontrol y 'ventiladores' en marcha. En privado, él asegura que no repetiría bajo ningún concepto como ministro del Interior, y sigue suspirando, si gana el PP, con la embajada en el Vaticano.

Ignacio Cosidó

El director general de la Policía llegó al cargo tras haber sido durante las dos Legislaturas anteriores el portavoz del PP en la Comisión de Interior del Congreso. Eso sí, su nombramiento sorprendió porque durante el Gobierno de José María Aznar había sido jefe de Gabinete del entonces máximo responsable de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso, y todo el mundo apostaba por él para ponerse al frente del Instituto armado. No fue así y acabó dirigiendo la Policía... o, al menos, intentándolo.
Señalado como un hombre cercano a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, los hechos han corroborado que Fernández Díaz nunca confió en él ni lo quería para el puesto. De hecho, durante todos estos años ha sido un simple espectador de esta 'guerra de comisarios' en la que ha tenido poca voz y ningún voto. Los ceses que ha firmado los ha hecho casi siempre por orden del ministro. Uno de los damnificados, el que fuera comisario general de Policía Judicial, José Enrique Rodríguez Ulla, dejó claro en su declaración como testigo ante la juez del 'caso Ático' el escaso peso del político castellano leonés por cómo le comunicó que le relevaba del puesto precisamente por haber iniciado una investigación sobre el inmueble de Ignacio González: "Yo entendí que de alguna manera no era decisión suya".
Cosidó tampoco ha sabido 'lidiar' con el comisario Villarejo, al que abrió un expediente informativo cuando salió a la luz la trama empresarial que poseía, pero que cerró rápidamente. Aunque nunca ha salido de su boca una frase de apoyo al mismo, como sí había hecho Fernández Díaz, en privado ha reconocido que prefería esperar a que el polémico policía se jubilara -lo hizo hace un par de semanas- para quitarse de en medio un problema que no sabía cómo afrontar. De hecho, su silencio estas últimas semanas ha sido sepulcral, aunque lo tendrá que romper el próximo lunes cuando acuda a declarar ante el juez Arturo Zamarriego, instructor del 'caso Nicolay', para ser interrogado como testigo.

Eugenio Pino

Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía hasta el pasado jueves, cuando se jubiló al cumplir los 65 años, este comisario ha sido el verdadero hombre de confianza de Jorge Fernández Díaz dentro de la Policía. De hecho, el ministro y él han mantenido en estos cuatro años y medio una línea directa que le permitía 'puentear' a Cosidó. Bien relacionado con el PP desde la época de los Gobierno de Aznar, cuando estuvo al frente de las Unidades de Intervención Policial (UIP, los conocidos popularmente como antidisturbios) es señalado como la persona que inspiró la creación en mayo de 2012 de la Unidad de Planificación Estratégica y Coordinación el grupo policial cuyas funciones son un genérico "captación, recepción, tratamiento y análisis de la información" que levantaron sospechas desde el principio.
El nombre de Villarejo aparece relacionado con los casos del ático de González, del 'Pequeño Nicolás' y de la dermatóloga Elisa Pinto. Sólo está imputado en el segundo
De hecho, diversas fuentes policiales señalan a integrantes del mismo como supuestos autores de los polémicos informes apócrifos que detallaban supuestas corruptelas de políticos que han circulado por determinadas redacciones. Sin embargo, sus problema más reciente ha venido de la mano del que fuera jefe de la Unidad de Asuntos Internos, el también comisario Marcelino Martín-Blas. En un informe incorporado recientemente al 'caso Nicolay', este último ha acusado al DAO de estar en "connivencia" con el comisario José Villarejo "con el único interés de proteger a este comisario policial dándole cobertura institucional en sus actuaciones, varias de ellas ilícitas e irregulares”. Cuando declaró como testigo ante el juez que instruye el caso, Eugenio Pino se presentó como un 'mediador' entre ambos mandos policiales que había intentado sin éxito cortar sus disputas. El magistrado estudia si, como le pedía en su documento el ex responsable de Asuntos Internos, le llama a declarar como investigado (antes, imputado). Atrás quedan otras polémicas en torno a su figura que han levantado ampollas en el colectivo que ha dirigido con 'mano de hierro', entre ellas la inclusión de determinados elementos 'militarizadores' en la institución, como las nuevas divisas y algunos actos protocolarios de marcado aire castrense.

José Manuel Villarejo

Policía y empresario a partes iguales, a la vista del entramado societario que posee, es uno de esos agentes que han sabido 'mantenerse' arriba  pese a los cambios de signo de los gobiernos y los correspondientes vaivenes de la cúpula de la institución. Sobre el papel, dependía directamente de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), del comisario Eugenio Pino, pero en la práctica ha demostrado que nadie le controlaba. Su afición por grabar a todos y elaborar "notas informativas" de todo le han convertido en uno de los principales protagonistas del sumario del 'caso Ático'. Primero entregó al juez un archivo de audio en el que se escucha al ex presidente madrileño, Ignacio González, pedirle ayuda para 'tapar' el escándalo. Para 'rematar' al político, ha facilitado también un informe en el que relaciona dicha vivienda de lujo en la Costa del Sol con el supuesto cobro de una comisión por el mayor pelotazo urbanístico de la trama Gürtel.
Uña y carne durante años del también comisario Martín-Blas, la relación de ambos se torció cuando este último incorporó al sumario del caso Nicolay un informe en el que se le identificaba erróneamente como la persona que acompañaba a Francisco Nicolás en un parque de Madrid. Cruces de 'whatssaps' con insultos y nuevos informes policiales han terminado con su imputación en la causa, en la que tendrá que declarar el próximo lunes. Tendrá que explicar su estrecha relación con el joven y con diversos periodistas que filtraron una grabación en la que se escuchaba al entonces jefe de Asuntos Internos y agentes del CNI hablar de esta investigación. Su antiguo amigo Martín-Blas lo acusaba en su informe de formar parte de una "organización criminal" que pretende dar al traste con las pesquisas sobre el joven estafador. Además, también se ha visto salpicado por el caso de la dermatóloga que acusa al empresario Javier López Madrid de acosarla sexualmente. En el CNI se la tienen jurada, sobre todo por las noticias que ha lanzado contra el servicio secreto desde el diario digital Información Sensible, que el policía controla a través de su actual pareja.

Marcelino Martín-Blas

De hombre de máxima confianza de Pino, que le puso al frente de la siempre sensible Unidad de Asuntos Internos, ha pasado a estar arrumbado en el Consejo Asesor, un órgano policial convertido en el 'cementerio de elefantes' de altos mandos de la Policía. Eso sí, ha conseguido que el juez Zamarriego le mantenga en 'comisión judicial' al frente de la investigación del 'caso Nicolay' y, sobre todo, de la pieza separada en la que se investiga cómo fue grabada una reunión que mantenían él mismo, otros dos policías y una pareja de agentes del CNI. Su último informe, en el que pedía la imputación del que fuera su amigo, el comisario Villarejo, su superior, el comisario Pino, y otros dos agentes, además de varios periodistas, le ha granjeado numerosas enemistades dentro del Cuerpo... y no sólo de los señalados en el informe.
El ahora defenestrado jefe de Asuntos Internos, Martín Blás, fue uno de los dos mandos policiales que intentó convencer a Anticorrupción del registro de la sede de CiU
De hecho, dos sindicatos de Policía pidieron al Ministerio del Interior que se le abriera un expediente informativo por dicho documento. Algunas fuentes apuntan que el Ministerio del Interior ya se ha dirigido al juez del caso para solicitarle autorización para hacerlo. Enfrentado ahora con el equipo que rodea al DAO, sin embargo fue uno de sus integrantes hasta hace poco. De hecho, él fue uno de los dos mandos policiales -el otro fue el comisario José Luis Olivera- que se desplazó a Barcelona para mantener una reunión con dos fiscales Anticorrupción con el único fin de plantearles la necesidad de registrar la sede de CiU. Para respaldar su petición, ambos mandos policiales llevaban uno de esos informes 'no oficiales' que ha circulado en los últimos años. Fue condecorado por ello. Ahora, sin embargo, ha caído en desgracia por su actuación en el caso Nicolay y, sobre todo, por el enfrentamiento que provocó con su compañero Villarejo. El ministro se vio obligado a apostar por uno y eligió a este segundo. En su derrota, aún se revuelve e, incluso, planteó su candidatura para relevar a comisario Pino ahora que se ha jubilado.

José Luis Olivera

Uno de esos policías 'supervivientes' a los cambio de Gobierno. De hecho, su carrera ha sido meteórica en esta Legislatura y se consideraba seguro que iba a ser la persona que se pusiera al frente de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía tras la jubilación de Pino. El escándalo de las grabaciones en el despacho del ministro han obligado a posponerlo. No obstante, su puesto actual es de peso, muy cercano al propio Jorge Fernández Díaz y, sobre todo, al número 2 de éste, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Es el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), un órgano creado esta legislatura para aglutinar otros dos anteriores y que se ha convertido en la pieza clave para hacer frente a la amenaza yihadista.
Olivera era el segundo policía que se entrevistó con los fiscales de Barcelona para pedir el registro de la sede de CIU. Un episodio que no sólo no les puso en aprietos, sino que incluso le llevó a ser condecorado con una cruz policial con distintivo rojo (es decir, pensionada) meses después. Su nombre está ligado, además, al 'caso Gürtel', ya que él estaba al frente de la UDEF cuando se realizaron las detenciones que destaparon la trama de corrupción que salpicó y aún salpica tan directamente al PP. El propio juez que instruyó la causa en sus inicios, Baltasar Garzón, siempre ha reconocido la importante labor que hizo este comisario para que todo fuera un éxito. Incluso, lo llevó a declarar como testigo en la causa que el Tribunal Supremo abrió contra el magistrado y que le terminó costando su puesto en la judicatura. Nadie duda en el Cuerpo que si hay cambio de Gobierno tras el 26J, él seguirá teniendo puestos de responsabilidad.

Enrique García Castaño

Algo similar ocurre con este comisario, máximo responsable de la llamada Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), una de las piezas claves de la Comisaría General de Información, encargada de la lucha antiterrorista. Los cambios en el Ministerio no le han movido de su puesto, en el que lleva desde los ejecutivos de Aznar. Sin embargo, su nombre ha empezado a ser habitual en las crónicas judiciales de los medios ya que en los últimos meses ha tenido que acudir en dos ocasiones a declarar como testigo en otros tantos casos conocidos: el del ático de Ignacio González y el del Pequeño Nicolás. Todo ello, precisamente, por su estrecha relación con su colega Villarejo.
El primer comisario que se atrevió a investigar al comisario Villarejo fue defenestrado de su puesto y enviado a una comisaría más conflictiva
En el primer caso, él estuvo presente el día que este último grabó al expresidente madrileño. De hecho, se oye nítidamente su voz mientras comenta con el otro policía el temor que había puesto de manifiesto el político. En el segundo, porque el informe del ex jefe de la Unidad de Asuntos Internos le señalaba también como participante en algunas reuniones en la Dirección General de la Policía en las que se abordó el rumbo que estaba tomando la investigación sobre las andanzas del presunto estafador y que ya apuntaba hacia Villarejo. De hecho, sus teléfonos móviles fueron rastreados por el equipo del comisario Martín-Blas para determinar su grado de participación en este último en el caso. En sus declaraciones judiciales, García Castaño ha sabido nadar y guardar la ropa.

Jaime Barrado 

Defenestrado dos veces desde la llegada del PP al poder, este comisario es el primero que se atrevió a investigar a su compañero Villarejo. Desde su puesto de responsable de la comisaría de Chamartín, en Madrid, este mando policial fue quien organizó el reconocimiento fotográfico que llevo a la dermatóloga Elisa Pinto, que acusa a López Madrid de acosarla, a identificar al polémico comisario como la persona que presuntamente la apuñaló. Poco después, Interior le abría un expediente y le trasladaba a otra comisaría de la capital, la de Carabanchel, mucho más conflictiva. No fue la única medida contra él.
Le abrió un segundo por un supuesto incidente con el abogado de un narcotraficante en su despacho en el que algunos han querido ver la mano de Villarejo. Sin embargo, sus problemas con la cúpula de Interior son muy anteriores. Se remontan, de hecho, a 2012, cuando la Unidad de Asuntos Internos que entonces ya dirigía Martín-Blas le investigó por su actuación en el llamado 'caso Interligare', una investigación sobre supuestas corruptelas en el Ministerio del Interior en la época del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba que después de dar tumbos por varios juzgados terminó siendo archivada. Entonces ocupaba el cargo de jefe de la Brigada de Delincuencia Económica, del que fue cesado. Se le acusó de amenazar a Ignacio Cosidó con tirar de la manta si no era restituido en su puesto.

José Ángel Fuentes Gago

Es el único de todos los agentes señalados por los diferentes escándalos que no es comisario. Su categoría es la de inspector jefe, aunque algunas fuentes policiales señalan que su poder real va mucho más allá. Antiguo miembro de la lucha antiterrorista en el País Vasco, durante años fue presidente del Sindicato Profesional de Policía (SPP, que engloba a miembros de la escala ejecutiva y superior). Sin embargo, tras llegar el PP al poder pasó a ocupar el puesto de jefe de gabinete del comisario Pino, del que ha sido su mano derecha y hombre de máxima confianza.
Hace un año, consiguió uno de los puestos más deseados por los policías por la retribución económica que conlleva, el de agregado en una embajada de España en Europa. En su caso, en Holanda. Además, a finales de 2015 recibió una medalla policial con distintivo rojo, lo que le ha supuesto una subida vitalicia de su sueldo del 10 por ciento. Las grabaciones ahora conocidas del ministro con el jefe de la Oficina antifraude de Cataluña han revelado su trato directo con el propio Jorge Fernández Díaz y, sobre todo, su activa participación para mantener a ambos interlocutores en contacto. También él fue el encargado de elaborar el expediente sobre las actividades empresariales del comisario Villarejo después de que saliera a la luz su entramado societario. La conclusión del mismo exculpaba de cualquier irregularidad al polémico mando policial.