24 Abril 2016 (General Dávila) (R.)
TRADICIONES
La simbología militar guarda trozos del alma de soldado. Los símbolos son una herencia moral que ha regulado el comportamiento humano a través de la historia. Símbolos y ritos que son tradición. La tradición no suele ser caprichosa. Si lo es, hace daño. También cuando con dudosa intención o frivolidad se cambia. Daño en ocasiones irreversible. Hay ejemplos recientes. Entre las tradiciones, la simbología, la uniformidad, los nombres de las unidades, tienen en sus componentes una fuerza moral como nada ni nadie es capaz de transmitir. Son base de la moral y del espíritu peculiar de muchas unidades. Siempre están alrededor del honor, del valor, la cohesión y el estímulo. En el Ejército de Tierra (nunca la Armada ni el Aire) están con los cambios a cuestas. Símbolos, nombres históricos de unidades, uniformidad, todo a revisión. ¿Por qué? ¿Para qué? Sin dudar de su bondad nos faltan explicaciones. Me extenderé en ello en otra ocasión. Hoy solo es una mirada preocupante de soldado. Y un ejemplo de lo que viene.
El gorrillo legionario, el querido y conocido chapiri, dejará de llevar el emblema de la Legión, sustituido por el emblema del Ejército de Tierra. No es una minucia. Para modificar la prenda de cabeza más castiza y popular del Ejército, conviene pensar antes… con la cabeza.
Ilustración de Martín Olmos
La simbología militar guarda trozos del alma de soldado. Los símbolos son una herencia moral que ha regulado el comportamiento humano a través de la historia. Símbolos y ritos que son tradición. La tradición no suele ser caprichosa. Si lo es, hace daño. También cuando con dudosa intención o frivolidad se cambia. Daño en ocasiones irreversible. Hay ejemplos recientes. Entre las tradiciones, la simbología, la uniformidad, los nombres de las unidades, tienen en sus componentes una fuerza moral como nada ni nadie es capaz de transmitir. Son base de la moral y del espíritu peculiar de muchas unidades. Siempre están alrededor del honor, del valor, la cohesión y el estímulo. En el Ejército de Tierra (nunca la Armada ni el Aire) están con los cambios a cuestas. Símbolos, nombres históricos de unidades, uniformidad, todo a revisión. ¿Por qué? ¿Para qué? Sin dudar de su bondad nos faltan explicaciones. Me extenderé en ello en otra ocasión. Hoy solo es una mirada preocupante de soldado. Y un ejemplo de lo que viene.
El gorrillo legionario, el querido y conocido chapiri, dejará de llevar el emblema de la Legión, sustituido por el emblema del Ejército de Tierra. No es una minucia. Para modificar la prenda de cabeza más castiza y popular del Ejército, conviene pensar antes… con la cabeza.
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