Cuatro voluntarios se acaban de incorporar. Están encuadrados en una milicia para “acabar con quienes aniquilan cristianos”. Misiones: escolta de convoys, desminado
Son ciudadanos españoles que hace meses decidieron viajar hasta Irak para unirse a milicias que luchan contra el Daesh y protegen a las minorías cristianas en la zona. Sus misiones, patrullas y los detalles de su vida diaria quedan reflejados en los vídeos que ellos mismos suben a sus redes sociales. Vea las sorprendentes imágenes.
Tres de los combatientes españoles que han viajado a Irak a luchar contra el Daesh.
“Nuestra única misión aquí es acabar con quienes aniquilan cristianos”. Así resumen estos combatientes españoles, en pocas palabras, el motivo que les ha llevado hasta el norte de Irak de forma voluntaria para luchar contra el Daesh.
Se desplazaron hasta allí con la ayuda de una organización francesa de origen sirio, que cuenta con el apoyo del Partido Patriótico Asirio de Irak. La Dwekh Nawsha es la milicia con la que los voluntarios españoles se pusieron en contacto para organizar el viaje hasta Oriente Medio, obtener los permisos de entrada y la licencia de armas –que les evitará a priori problemas en su vuelta a España.
Cada uno de ellos debe ingresar en las brigadas cristianas con su propio fusil. Generalmente, un Kalashnikov. Su compra, que realizan directamente en el mercado local, se lo costea cada uno de su propio bolsillo. La mayoría de las armas en la zona son de origen soviético. Una vez allí, se les asigna a una de las unidades de combatientes internacionales que han llegado hasta la zona en los últimos años.
Tres de los españoles de esta milicia con más visibilidad tienen pasado militar como profesionales de las Fuerzas Armadas. Uno en los ‘boinas verdes’ –las operaciones especiales del Ejército-, otro en la Legión y otro en la Brigada Paracaidista.
-- “El sacerdote de Erbil esperando un cocinero para su campo de refugiados. Luego nos hemos enterado de que la policía política del Estado español lo ha detenido aunque soltado sin cargos. Parece que no tienen otra cosa que hacer que amedrentar voluntarios que acuden en ayuda de la Iglesia necesitada”.
Este fue el mensaje distribuido en redes sociales sobre el acontecimiento: uno de los voluntarios fue retenido y no pudo llegar a su destino.
La misión principal de este contingente es patrullar la región y las poblaciones de su área asignada y dar protección a la población civil. Se han integrado dentro del ejército de Peshmergas, los luchadores kurdos que jugaron un papel fundamental en la caída del régimen de Saddam Hussein hace 13 años.
En sus últimos mensajes recuerdan que la situación se ha complicado por la violencia interna. En las últimas semanas, fuerzas chiíes –que también luchan contra el Daesh- se han “empeñado” en atacar posiciones peshmergas. Un episodio más de la guerra étnico-religiosa en la que está sumida la región. Una de las últimas misiones de estos combatientes españoles fue tratar de pacificar un barrio chií.
Durante los meses que llevan desplazados en el Kurdistán, los combatientes españoles han ido narrando su día a día, que incluso han dejado reflejado en decenas de vídeos que han ido distribuyendo por la red. Desde patrullas a ritmo de Reggaeton, hasta la inesperada caza de un jabalí en plena noche de guardia.
Se desplazaron hasta allí con la ayuda de una organización francesa de origen sirio, que cuenta con el apoyo del Partido Patriótico Asirio de Irak. La Dwekh Nawsha es la milicia con la que los voluntarios españoles se pusieron en contacto para organizar el viaje hasta Oriente Medio, obtener los permisos de entrada y la licencia de armas –que les evitará a priori problemas en su vuelta a España.
Cada uno de ellos debe ingresar en las brigadas cristianas con su propio fusil. Generalmente, un Kalashnikov. Su compra, que realizan directamente en el mercado local, se lo costea cada uno de su propio bolsillo. La mayoría de las armas en la zona son de origen soviético. Una vez allí, se les asigna a una de las unidades de combatientes internacionales que han llegado hasta la zona en los últimos años.
Franceses, italianos, chilenos… y ex militares españoles
Han llegado ciudadanos franceses, británicos, italianos, chilenos y estadounidenses. Algunos de ellos no es la primera vez que pisan Irak. Ya lo hicieron como soldados ‘oficiales’ con los ejércitos de sus países de origen. Portan en el uniforme emblemas de sus unidades y la bandera del país de origen.Tres de los españoles de esta milicia con más visibilidad tienen pasado militar como profesionales de las Fuerzas Armadas. Uno en los ‘boinas verdes’ –las operaciones especiales del Ejército-, otro en la Legión y otro en la Brigada Paracaidista.
Cuatro voluntarios más esta semana
Hace una semana llegaron desde España al aeropuerto de Erbil –capital del Kurdistán iraquí- cuatro nuevos voluntarios dispuesto a luchar contra el Daesh.-- “El sacerdote de Erbil esperando un cocinero para su campo de refugiados. Luego nos hemos enterado de que la policía política del Estado español lo ha detenido aunque soltado sin cargos. Parece que no tienen otra cosa que hacer que amedrentar voluntarios que acuden en ayuda de la Iglesia necesitada”.
Este fue el mensaje distribuido en redes sociales sobre el acontecimiento: uno de los voluntarios fue retenido y no pudo llegar a su destino.
La misión principal de este contingente es patrullar la región y las poblaciones de su área asignada y dar protección a la población civil. Se han integrado dentro del ejército de Peshmergas, los luchadores kurdos que jugaron un papel fundamental en la caída del régimen de Saddam Hussein hace 13 años.
Convoys, patrullas, desactivar minas…
Sus misiones son de lo más diverso: escoltar convoys, ayudar a los civiles que huyen de las posiciones del Estado Islámico, encontrar y desactivar explosivos en el cinturón de minas que rodea la frontera de Irak con el Kurdistan…En sus últimos mensajes recuerdan que la situación se ha complicado por la violencia interna. En las últimas semanas, fuerzas chiíes –que también luchan contra el Daesh- se han “empeñado” en atacar posiciones peshmergas. Un episodio más de la guerra étnico-religiosa en la que está sumida la región. Una de las últimas misiones de estos combatientes españoles fue tratar de pacificar un barrio chií.
“Reinaré en España, ¡Viva Cristo Rey!”
A través de sus redes sociales, los combatientes españoles reciben mensajes de apoyo. Principalmente de miembros de la Falange: pese a que no están adscritos oficialmente a ningún movimiento político, no esconden sus símbolos carlistas. El más visible, la bandera de España con el Sagrado Corazón de Jesús y la leyenda: “Reinaré en España, ¡Viva Cristo Rey!”.Durante los meses que llevan desplazados en el Kurdistán, los combatientes españoles han ido narrando su día a día, que incluso han dejado reflejado en decenas de vídeos que han ido distribuyendo por la red. Desde patrullas a ritmo de Reggaeton, hasta la inesperada caza de un jabalí en plena noche de guardia.
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