Con motivo del Día Internacional del Gin-Tonic, Williams Chase te invita a que conozcas los mejores consejos para conseguir un gin-tonic perfecto.
Gaceta.es
Martes, 5. Abril 2016 - 20:04
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¿Cómo te tomas el gin-tonic? ¿Quieres conocer la receta para convertirte en todo un bartender del combinado con más glamour? Con motivo del Día Internacional del Gin-Tonic, Williams Chase, la única destilería familiar e independiente del Reino Unido, te detalla las 10 claves para servir un gin-tonic de 10.
1. Ser previsor y ordenado
Antes de ponernos a preparar un gin-tonic, debemos tener claro todos los ingredientes que necesitaremos y tenerlos delante. De esta forma nuestros combinados saldrán rodados y no se nos escapará nada.
2. Elegir una copa amplia
Uno de los grandes errores se produce cuando se sirven gin-tonics en vasos de tubo, pues éstos no permiten colocar todo el hielo de la manera más correcta. Además, su boca es tan estrecha que no deja disfrutar de los diferentes aromas. Por ello, la regla número uno debe ser descartar el vaso de tubo tradicional y elegir entre uno de boca más ancha, una copa de balón o, en su defecto, vaso de sidra.
3. Usar hielos consistentes
La elección del hielo es mucho más importante de lo que parece para lograr un buen gin-tonic. El hielo tiene que cumplir tres características básicas: ser grande, grueso y duro. Sino, se deshará con
mucha rapidez y nuestra bebida se aguará.
4. Enfriar la copa
Es el ritual que deben seguir los buenos bartenders después de introducir los cubitos de hielo en la copa. Básicamente consiste en darles unas vueltas con una cucharita y retirar finalmente el agua sobrante. Así, conseguiremos que el primer trago resulte mucho más apetecible.
5. La ginebra, en su justa medida
Estamos ante el componente clave del combinado, por lo que hay que saber seleccionarlo a medida. Para lograr un trago equilibrado y placentero, bastarán 5 cl, que jamás debemos calcular a ojo, mejor echar mano de medidores.
6. Elegir bien la ginebra
El ingrediente rey del combinado, esencial dar con la correcta ginebra, un dechado de voluptuosidad que puede tomar diversas formas: las hay más secas y discretas, algunas florales, frutales o herbáceas, y también muchas otras que van desde una ginebra para celíacos a otra hecha con hormigas. Todo en función del combinado que queramos conseguir.
7. Elección de la tónica
De igual manera que la ginebra, elegir la bebida carbonatada que le acompaña es básico. No debemos olvidar que es el ingrediente con más peso de la mezcla. Las hay más dulces o más secas, más aromáticas o más austeras, con más carbónico o con un carbónico sutil. El incremento de tónicas Premium en el mercado dan buena fe de ello.
8. ¡Evita perder el carbónico!
Uno de los ‘pecados capitales’ está relacionado con la pérdida del carbónico. Para evitarlo, mezcla los hielos con la ginebra y tónica elegidas con la ayuda de una cuchara trenzada con ligeros movimientos desde abajo hacia arriba. De esta forma, conseguirás potenciar todos los aromas con los que cuenta el gin-tonic. Si sirves la tónica
deslizándola por la cuchara, además de que es poco higiénico, perderás carbónico, puesto que está más tiempo en contacto con el aire. Mejor no hacerlo o solamente si quieres reducir el gas.
9. El aderezo, menos es más
El adorno final es uno de los componentes más destacados de la mezcla final. Fresas, pétalos de rosa, regaliz negro… Aunque si lo que quieres es un gin-tonic único, déjate seducir por las frutas orientales y decora tu combinado con una rodaja de limón y otra fina de jengibre, un botánico con la capacidad de aportar un sabor fresco y ligeramente picante a nuestro gin-tonic. Cada maestrillo tiene su aderezo, pero aunque no lo parezca, en materia de gin-tonics, como en tantas cosas de la vida, menos es más.
10. ¡Brindemos de la experiencia!
Retiremos la cucharilla de la copa con especial cautela y dejemos que repose unos 30 segundos para que así se acaben de mezclar todos los sabores y aromas. Permitamos que sea el tiempo el que una todos los ingredientes. ¡Y bingo! Disfrutemos del gin-tonic perfecto con cada sorbo.
1. Ser previsor y ordenado
Antes de ponernos a preparar un gin-tonic, debemos tener claro todos los ingredientes que necesitaremos y tenerlos delante. De esta forma nuestros combinados saldrán rodados y no se nos escapará nada.
2. Elegir una copa amplia
Uno de los grandes errores se produce cuando se sirven gin-tonics en vasos de tubo, pues éstos no permiten colocar todo el hielo de la manera más correcta. Además, su boca es tan estrecha que no deja disfrutar de los diferentes aromas. Por ello, la regla número uno debe ser descartar el vaso de tubo tradicional y elegir entre uno de boca más ancha, una copa de balón o, en su defecto, vaso de sidra.
3. Usar hielos consistentes
La elección del hielo es mucho más importante de lo que parece para lograr un buen gin-tonic. El hielo tiene que cumplir tres características básicas: ser grande, grueso y duro. Sino, se deshará con
mucha rapidez y nuestra bebida se aguará.
4. Enfriar la copa
Es el ritual que deben seguir los buenos bartenders después de introducir los cubitos de hielo en la copa. Básicamente consiste en darles unas vueltas con una cucharita y retirar finalmente el agua sobrante. Así, conseguiremos que el primer trago resulte mucho más apetecible.
5. La ginebra, en su justa medida
Estamos ante el componente clave del combinado, por lo que hay que saber seleccionarlo a medida. Para lograr un trago equilibrado y placentero, bastarán 5 cl, que jamás debemos calcular a ojo, mejor echar mano de medidores.
6. Elegir bien la ginebra
El ingrediente rey del combinado, esencial dar con la correcta ginebra, un dechado de voluptuosidad que puede tomar diversas formas: las hay más secas y discretas, algunas florales, frutales o herbáceas, y también muchas otras que van desde una ginebra para celíacos a otra hecha con hormigas. Todo en función del combinado que queramos conseguir.
7. Elección de la tónica
De igual manera que la ginebra, elegir la bebida carbonatada que le acompaña es básico. No debemos olvidar que es el ingrediente con más peso de la mezcla. Las hay más dulces o más secas, más aromáticas o más austeras, con más carbónico o con un carbónico sutil. El incremento de tónicas Premium en el mercado dan buena fe de ello.
8. ¡Evita perder el carbónico!
Uno de los ‘pecados capitales’ está relacionado con la pérdida del carbónico. Para evitarlo, mezcla los hielos con la ginebra y tónica elegidas con la ayuda de una cuchara trenzada con ligeros movimientos desde abajo hacia arriba. De esta forma, conseguirás potenciar todos los aromas con los que cuenta el gin-tonic. Si sirves la tónica
deslizándola por la cuchara, además de que es poco higiénico, perderás carbónico, puesto que está más tiempo en contacto con el aire. Mejor no hacerlo o solamente si quieres reducir el gas.
9. El aderezo, menos es más
El adorno final es uno de los componentes más destacados de la mezcla final. Fresas, pétalos de rosa, regaliz negro… Aunque si lo que quieres es un gin-tonic único, déjate seducir por las frutas orientales y decora tu combinado con una rodaja de limón y otra fina de jengibre, un botánico con la capacidad de aportar un sabor fresco y ligeramente picante a nuestro gin-tonic. Cada maestrillo tiene su aderezo, pero aunque no lo parezca, en materia de gin-tonics, como en tantas cosas de la vida, menos es más.
10. ¡Brindemos de la experiencia!
Retiremos la cucharilla de la copa con especial cautela y dejemos que repose unos 30 segundos para que así se acaben de mezclar todos los sabores y aromas. Permitamos que sea el tiempo el que una todos los ingredientes. ¡Y bingo! Disfrutemos del gin-tonic perfecto con cada sorbo.
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