- El Instituto Armado homenajea al camionero que se enfrentó a los etarras que asesinaron al agente Pardines
Jorge Fernández Díazr impone la Cruz del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo a Fermín Garcés Hualde
Guardia Civil
Los Servicios de Información de la Guardia Civil celebran su 75 aniversario. Unos 2.500 presuntos etarras detenidos, 159 comandos desarticulados, 54 operaciones contra el terrorismo yihadista con 168 arrestos y 11 bajas de esta unidad.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz destacó el protagonismo de los Servicios de Información en la lucha contra el terrorismo a nivel nacional e internacional «y sobre todo su lucha contra el terrorismo», quienes dieron el «último golpe de gracia» a ETA. «Ya policialmente aniquilada», ahora la banda son solo sus presos, dijo el ministro, quien reiteró que a ETA solo le falta ya expedir su certificado de defunción. Fernández Díaz destacó que, «con la misma entrega y sacrificio» y con el apoyo en un marcado componente tecnológico «ya está situado a la vanguardia de la lucha contra el terrorismo yihadista y el ciberterrorismo». De hecho, destacó «han desarrollado importante operaciones» que han permitido tanto la detención de combatientes en Siria e Irak retornados a Europa como la neutralización de redes de adoctrinamiento y reclutamiento para Daesh.
El ministro del Interior impuso la Cruz del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo a Fermín Garcés Hualde, de 84 años, quien en 1968 se enfrentó a los miembros de ETA que asesinaron al agente José Antonio Pardines, primer guardia civil asesinado por la banda terrorista. La Guardia Civil le ha rendido un merecido homenaje 48 años después de lo ocurrido. Fermín, a quien se le concedió la condecoración el 26 de enero de 1987 no había obtenido físicamente la medalla hasta hoy. En 1968, Garcés era un camionero de 39 años que se enfrentó a unos desconocidos que acababan de asesinar a un agente en la carretera nacional a su paso por la localidad guipuzcoana de Villabona. Lo que no sabía entonces era que aquellos individuos pertenecían a ETA, ni que aquel sería el primero -sin contar con el de Begoña Urroz- de muchos atentados más. Aquel día, Garcés se bajó de su camión, se encaró a los terroristas y acto seguido salió en busca de ayuda. Pardines fue asesinado cuando regulaba el tráfico en una zona de obras junto a su compañero, el agente Félix de Diego Martínez, quien hacía lo mismo dos kilómetros más adelante. Hasta este segundo guardia llegó Garcés quien le avisó de lo que acababa de suceder. A este segundo agente ETA le asesinó once años después en su bar de Irún. El terrorista que apretó el gatillo era Txabi Etxeberrieta quien murió horas después en Tolosa tras otro enfrentamiento con Guardias Civiles. Iñaki Sastketa fue detenido, condenado a muerte, pena que luego le fue comutada por la cadena perpetua. Quedó en libertad con la amnistía de 1977.
«Al volver la vista hacia adelante veo al guardia civil caído en el suelo y que dos individuos están disparando contra él. Me bajo del camión y agarro a Sarasketa por el hombro, pero el otro, Etxebarreta, me apunta con su pistola y tengo que soltarlo. Tiraron la moto de la Guardia Civil y huyeron dirección Villabona», relató Garcés recordando lo ocurrido. El guardia Pardines había encontrado algo raro en el vehículo de los etarras al que había dado el alto. Los miembros de la banda terrorista se dirigían a San Sebastián a preparar más atentados, entre ellos el del agente Melitón Manzanas asesinado dos meses después.
Meses más tarde de lo ocurrido, Garcés dejó el camión y decidió unirse a la Guardia Civil. Tras realizar las pruebas correspondientes fue admitido y se le destinó en el Servio de Material Móvil. No sería la última vez que se encontrara con la banda terrorista pues vivía en la sede de la Dirección General cuando la banda terrorista colocó un coche bomba en 1988.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz destacó el protagonismo de los Servicios de Información en la lucha contra el terrorismo a nivel nacional e internacional «y sobre todo su lucha contra el terrorismo», quienes dieron el «último golpe de gracia» a ETA. «Ya policialmente aniquilada», ahora la banda son solo sus presos, dijo el ministro, quien reiteró que a ETA solo le falta ya expedir su certificado de defunción. Fernández Díaz destacó que, «con la misma entrega y sacrificio» y con el apoyo en un marcado componente tecnológico «ya está situado a la vanguardia de la lucha contra el terrorismo yihadista y el ciberterrorismo». De hecho, destacó «han desarrollado importante operaciones» que han permitido tanto la detención de combatientes en Siria e Irak retornados a Europa como la neutralización de redes de adoctrinamiento y reclutamiento para Daesh.
El ministro del Interior impuso la Cruz del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo a Fermín Garcés Hualde, de 84 años, quien en 1968 se enfrentó a los miembros de ETA que asesinaron al agente José Antonio Pardines, primer guardia civil asesinado por la banda terrorista. La Guardia Civil le ha rendido un merecido homenaje 48 años después de lo ocurrido. Fermín, a quien se le concedió la condecoración el 26 de enero de 1987 no había obtenido físicamente la medalla hasta hoy. En 1968, Garcés era un camionero de 39 años que se enfrentó a unos desconocidos que acababan de asesinar a un agente en la carretera nacional a su paso por la localidad guipuzcoana de Villabona. Lo que no sabía entonces era que aquellos individuos pertenecían a ETA, ni que aquel sería el primero -sin contar con el de Begoña Urroz- de muchos atentados más. Aquel día, Garcés se bajó de su camión, se encaró a los terroristas y acto seguido salió en busca de ayuda. Pardines fue asesinado cuando regulaba el tráfico en una zona de obras junto a su compañero, el agente Félix de Diego Martínez, quien hacía lo mismo dos kilómetros más adelante. Hasta este segundo guardia llegó Garcés quien le avisó de lo que acababa de suceder. A este segundo agente ETA le asesinó once años después en su bar de Irún. El terrorista que apretó el gatillo era Txabi Etxeberrieta quien murió horas después en Tolosa tras otro enfrentamiento con Guardias Civiles. Iñaki Sastketa fue detenido, condenado a muerte, pena que luego le fue comutada por la cadena perpetua. Quedó en libertad con la amnistía de 1977.
«Al volver la vista hacia adelante veo al guardia civil caído en el suelo y que dos individuos están disparando contra él. Me bajo del camión y agarro a Sarasketa por el hombro, pero el otro, Etxebarreta, me apunta con su pistola y tengo que soltarlo. Tiraron la moto de la Guardia Civil y huyeron dirección Villabona», relató Garcés recordando lo ocurrido. El guardia Pardines había encontrado algo raro en el vehículo de los etarras al que había dado el alto. Los miembros de la banda terrorista se dirigían a San Sebastián a preparar más atentados, entre ellos el del agente Melitón Manzanas asesinado dos meses después.
Meses más tarde de lo ocurrido, Garcés dejó el camión y decidió unirse a la Guardia Civil. Tras realizar las pruebas correspondientes fue admitido y se le destinó en el Servio de Material Móvil. No sería la última vez que se encontrara con la banda terrorista pues vivía en la sede de la Dirección General cuando la banda terrorista colocó un coche bomba en 1988.
Guardia Civil
El acto, celebrado en las instalaciones del instituto armado en Valdemoro (Madrid), también sirvió para homenajear especialmente a los once agentes del Servicio de Información y de los GAR que fallecidos en acciones terroristas, entre ellos las últimos guardias asesinados por ETA, Raúl Centeno y Fernando Trapero.
El General Jefe de Información, Pablo Salas hizo hincapié en la necesidad de invertir en esta era digital, en los avances tecnológicos para hacer frente mejor a estas nuevas amenazas. A la vanguardia de los servicios de inteligencia, la Guardia Civil, dijo, seguirá estando ahí para proteger a España del terror. Durante el acto, también se condecoraron a los agentes que participaron en la «operación Pardines» y a otros efectivos que han intervenido en la desarticulación en redes de captación de yihadistas. Además, se ha concedido la corbata de la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil al guión del servicio de Información
El General Jefe de Información, Pablo Salas hizo hincapié en la necesidad de invertir en esta era digital, en los avances tecnológicos para hacer frente mejor a estas nuevas amenazas. A la vanguardia de los servicios de inteligencia, la Guardia Civil, dijo, seguirá estando ahí para proteger a España del terror. Durante el acto, también se condecoraron a los agentes que participaron en la «operación Pardines» y a otros efectivos que han intervenido en la desarticulación en redes de captación de yihadistas. Además, se ha concedido la corbata de la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil al guión del servicio de Información
No hay comentarios:
Publicar un comentario