Barbero quiere una policía tipo «Chicago años 70»
- El concejal de Seguridad presentó ayer el nuevo tipo de Policía Municipal basado en un «modelo comunitario» sin «antidisturbios»
Agentes municipales escuchaban ayer el nuevo Plan Director. La plantilla es la más baja de la historia y está muy envejecida (46,2 años de media)
Chema Barroso
Chicago de los años 70. Es uno de los modelos policiales que Carmena, según su concejal de Seguridad Javier Barbero, ha tomado como ejemplo para reorientar el tipo de Policía Municipal que quiere para la capital. Llama la atención que en la presentación de ayer del Plan Director de este cuerpo centenario se citara como modelo a seguir –entre otros– el de la ciudad estadounidense, cuando el año pasado su Ayuntamiento fue condenado a pagar 5,5 millones de euros a las víctimas de torturas policiales producidas contra minorías étnicas en la década de los 70 y los 80. Sorprende porque precisamente porque las minorías desfavorecidas o en riesgo de exclusión son el tipo de ciudadanos al que, según explicó la acaldesa, Manuela Carmena, debía ir orientada la nueva Policía de «cercanía» y de «los ciudados». Así, también citó como modelo a seguir Bogotá o San Diego. Fue de las pocas sorpresas de ese nuevo modelo policial del que ya se habían ido avanzando las principales novedades: una Policía sin UCE («antidisturbios municipales»), ya que esa unidad pasará a llamarse «de Apoyo a la Seguridad», una unidad para luchar contra los Delitos de Odio y otra de «gestión de la Diversidad». Pero la pregunta de los policías que estaban en la presentación seguía siendo «¿de dónde se van a sacar efectivos para esas unidades?» Y es que la maltrecha plantilla, su envejecimiento y los problemas de reposición son el talón de aquiles de estos agentes.
Aunque se habló mucho de una Policía más cercana, de diálogo y mediadora, estos agentes «invitaban» a patrullar cualquier noche por distritos como Tetuán, Usera o San Blas y acudir a cualquier reyerta o acto vandálico «a ver si los que están cometiendo un delito están por la labor del diálogo y el consenso», criticaban con ironía. Otro, se mostraba tajante: «Una cosa es que tu quieras un modelo policial amable y otra muy distinta es la realidad que hay en las calles. Un policía es un policía, no un trabajador social».
El «modelo comunitario» es el eje central de esta «nueva» Policía para tratar de ser «congruente» con el modelo de ciudad que quieren. Porque desde Ahora Madrid entienden la capital como «la ciudad de los cuidados» y a la Policía Municipal como «una herramienta central» de los mismos, además de la familia o las escuelas.
Aparte de las nuevas unidades, Barbero destacó que este Plan Director tiene como base las 22 Unidades Integrales de Distrito (una por distrito con la excepción de Centro, que tiene dos), desde donde los agentes «desarrollarán su trabajo desde y con la comunidad de una manera descentralizada». Así, la Policía aportará su saber y experiencia y la comunidad se implicará en la detección y definición de sus problemas de seguridad y convivencia y en el apunte de propuestas. También se hizo hincapié en la democracia y la transparecia interna y de los procesos selectivos (poniendo en duda la objetividad de los que se han realizado hasta ahora).
De hecho, las últimas palabras de la alcaldesa fueron que el nuevo modelo policial, aún es sólo papel. «No queremos que sea papel sino una estructira de vida. Y lo que no valga, transmítalo», dejando claro el «feedback» que quiere instalar en el colectivo. Un diálogo que precisamente no ha existido en la elaboración del Plan con los sindicatos policiales. Una falta de entendimiento que no disimuló tampoco el director de la Policía, Andrés Serrano, admitiendo que la única vez que se ha interactuado con ellos ha sido «enviando una carta» a los sindicatos. Desde el mayoritario, CPPM, calificaron el plan como un «fiasco». Para CSIF «la creación de nuevas unidades suprimiendo únicamente las dos UCS y convocando sólo 57 plazas aboca a este nuevo Plan Director al fracaso».
La APMU consideró que el Plan «es sólo un cambio de filosofía de trabajo en algunas especialidades pero el 95% no es nuevo y es el trabajo que viene realizando la Policía a diario con la única novedad de la Unidad dedicada a los Delitos de Odio y al cuidado de los mayores». Lo que preocupaba a todos es cómo van a reforzar la plantilla y a reponerla ya a que es muy envejecida (tiene 46,2 años de media).
Aunque se habló mucho de una Policía más cercana, de diálogo y mediadora, estos agentes «invitaban» a patrullar cualquier noche por distritos como Tetuán, Usera o San Blas y acudir a cualquier reyerta o acto vandálico «a ver si los que están cometiendo un delito están por la labor del diálogo y el consenso», criticaban con ironía. Otro, se mostraba tajante: «Una cosa es que tu quieras un modelo policial amable y otra muy distinta es la realidad que hay en las calles. Un policía es un policía, no un trabajador social».
El «modelo comunitario» es el eje central de esta «nueva» Policía para tratar de ser «congruente» con el modelo de ciudad que quieren. Porque desde Ahora Madrid entienden la capital como «la ciudad de los cuidados» y a la Policía Municipal como «una herramienta central» de los mismos, además de la familia o las escuelas.
Aparte de las nuevas unidades, Barbero destacó que este Plan Director tiene como base las 22 Unidades Integrales de Distrito (una por distrito con la excepción de Centro, que tiene dos), desde donde los agentes «desarrollarán su trabajo desde y con la comunidad de una manera descentralizada». Así, la Policía aportará su saber y experiencia y la comunidad se implicará en la detección y definición de sus problemas de seguridad y convivencia y en el apunte de propuestas. También se hizo hincapié en la democracia y la transparecia interna y de los procesos selectivos (poniendo en duda la objetividad de los que se han realizado hasta ahora).
De hecho, las últimas palabras de la alcaldesa fueron que el nuevo modelo policial, aún es sólo papel. «No queremos que sea papel sino una estructira de vida. Y lo que no valga, transmítalo», dejando claro el «feedback» que quiere instalar en el colectivo. Un diálogo que precisamente no ha existido en la elaboración del Plan con los sindicatos policiales. Una falta de entendimiento que no disimuló tampoco el director de la Policía, Andrés Serrano, admitiendo que la única vez que se ha interactuado con ellos ha sido «enviando una carta» a los sindicatos. Desde el mayoritario, CPPM, calificaron el plan como un «fiasco». Para CSIF «la creación de nuevas unidades suprimiendo únicamente las dos UCS y convocando sólo 57 plazas aboca a este nuevo Plan Director al fracaso».
La APMU consideró que el Plan «es sólo un cambio de filosofía de trabajo en algunas especialidades pero el 95% no es nuevo y es el trabajo que viene realizando la Policía a diario con la única novedad de la Unidad dedicada a los Delitos de Odio y al cuidado de los mayores». Lo que preocupaba a todos es cómo van a reforzar la plantilla y a reponerla ya a que es muy envejecida (tiene 46,2 años de media).
Vigilancias y talleres 100 por cien municipales
Tuvieron que enmendar la plana con el tema de la recogida de basuras (lo prometieron en campaña pero han reconocido que no se puede remunicipalizar el servicio) y ahora vuelven a prometerlo en el Plan Director de la Policía Municipal. Otra de las novedades de ayer fue el anuncio de remunicipalizar «progresivamente la vigilancia de edificios municipales (por la Unidad de Vigilancia y Protección) y también el mantenimiento de vehículos policiales (como los talleres que antiguamente había por la zona de cocheras de Méndez Álvaro
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