Hoy recibimos en nuestro blog a un nuevo colaborador: el Coronel de Infantería Félix Torres Murillo. Un soldado que a lo largo de su vida ha profundizado en el arte militar y en el arte de ser militar. Esta segunda faceta algo más desconocida por los que no se acercan a lo militar la ha desarrollado con aspectos que en este blog deseábamos poder ofrecerles. ¡Lo hemos logrado! El coronel va a colaborar con nosotros a través de sus sonetos que varían entre la sátira, la crítica, el alma o el profundo pensamiento. ¡Gracias! Mi coronel y estás en tu casa, la del arte militar.
-Pertenece a la XXIII Promoción de la Academia General Militar. Promovido al empleo de Teniente en 1968.
Su primer destino fue en el Centro de Instrucción de Reclutas, CIR. 2; y ha prestado asimismo sus servicios en el Regimiento de Infantería Motorizable “Saboya” Nº 6, la III Bandera de Paracaidistas “Ortiz de Zárate” y en el Batallón de Montaña “Cataluña” Nº 4.
Destinado como profesor en la Academia Especial Militar, Academia de Infantería y Escuela de Estado Mayor de la Escuela Superior del Ejército, y como Jefe de la Unidad de Altos Estudios Militares en la Subdirección General de Ordenación Educativa de la Dirección General de Enseñanza en el Órgano Central del Ministerio de Defensa. A su ascenso a Coronel obtuvo el mando del Regimiento de Infantería Ligera “Tenerife” Nº 49.
Está en posesión, entre otros, de los títulos y diplomas de Estado Mayor, de Mando de Unidades Paracaidistas, especialista en Carros de Combate, de Transmisiones y de Cooperación Aeroterrestre.
Cuenta con las condecoraciones, Cruz, Encomienda y Placa de la Real y Militar Orden de san Hermenegildo, y tres cruces al Mérito Militar con distintivo Blanco.
Agradeciendo al General Dávila -mi amigo, compañero y vecino de rellano durante un largo tiempo- la oportunidad que me brinda para que mis versos se vean reflejados en tan prestigioso blog, ofrezco al amable lector una primera entrega que dará pie a otras sucesivas en las que se irán desarrollando estos trabajos que he dedicado a tres genios de la pintura española: El Greco (el pintor de almas), Veláquez (el pintor), y Goya (nuestro pintor más “moderno”).
Cada entrega, a partir de ésta primera en la que salen a escena los tres y que podríamos considerar algo así como declaración de intenciones, vendrán otras dedicadas a cada uno de ellos: un cuadro, un soneto y un pequeño comentario que centrará la pintura en su conjunto, con el ánimo de que al final se llegue a alcanzar un conocimiento, siquiera aproximado, de la vida y obra del maestro en cuestión; naturalmente, empezaremos por El Greco.
Félix Torres Murillo.
Coronel de Infantería DEM. (r)
Los versos del Coronel (1)
Inspirado en el que se ha considerado como autorretrato del pintor, incluído en el friso de nobles toledanos que asisten al sepelio del Señor de Orgaz, en su obra y en su no fácil existencia le compuse este primer soneto:
Sobre Velázquez, pintor de lo humilde y de lo excelso, he querido comenzar con un cuadro en el que “borda” su concepción de lo primero; admirando un detalle de su (Sevilla 161) Vieja friendo huevos:
Y, ¿qué otra mejor manera de empezar con Goya, que un perfil de su propia vida, que de “poliédrica” califico. Ya iremos viendo de su obra, también compleja, con la que nos retrata asimismo la vida de su tiempo. Sobre un autorretrato:
-Pertenece a la XXIII Promoción de la Academia General Militar. Promovido al empleo de Teniente en 1968.
Su primer destino fue en el Centro de Instrucción de Reclutas, CIR. 2; y ha prestado asimismo sus servicios en el Regimiento de Infantería Motorizable “Saboya” Nº 6, la III Bandera de Paracaidistas “Ortiz de Zárate” y en el Batallón de Montaña “Cataluña” Nº 4.
Destinado como profesor en la Academia Especial Militar, Academia de Infantería y Escuela de Estado Mayor de la Escuela Superior del Ejército, y como Jefe de la Unidad de Altos Estudios Militares en la Subdirección General de Ordenación Educativa de la Dirección General de Enseñanza en el Órgano Central del Ministerio de Defensa. A su ascenso a Coronel obtuvo el mando del Regimiento de Infantería Ligera “Tenerife” Nº 49.
Está en posesión, entre otros, de los títulos y diplomas de Estado Mayor, de Mando de Unidades Paracaidistas, especialista en Carros de Combate, de Transmisiones y de Cooperación Aeroterrestre.
Cuenta con las condecoraciones, Cruz, Encomienda y Placa de la Real y Militar Orden de san Hermenegildo, y tres cruces al Mérito Militar con distintivo Blanco.
Agradeciendo al General Dávila -mi amigo, compañero y vecino de rellano durante un largo tiempo- la oportunidad que me brinda para que mis versos se vean reflejados en tan prestigioso blog, ofrezco al amable lector una primera entrega que dará pie a otras sucesivas en las que se irán desarrollando estos trabajos que he dedicado a tres genios de la pintura española: El Greco (el pintor de almas), Veláquez (el pintor), y Goya (nuestro pintor más “moderno”).
Cada entrega, a partir de ésta primera en la que salen a escena los tres y que podríamos considerar algo así como declaración de intenciones, vendrán otras dedicadas a cada uno de ellos: un cuadro, un soneto y un pequeño comentario que centrará la pintura en su conjunto, con el ánimo de que al final se llegue a alcanzar un conocimiento, siquiera aproximado, de la vida y obra del maestro en cuestión; naturalmente, empezaremos por El Greco.
Félix Torres Murillo.
Coronel de Infantería DEM. (r)
Los versos del Coronel (1)
Inspirado en el que se ha considerado como autorretrato del pintor, incluído en el friso de nobles toledanos que asisten al sepelio del Señor de Orgaz, en su obra y en su no fácil existencia le compuse este primer soneto:
(Soneto)
En mis versos traer aquí quisiera
sus gamas de color, inasequibles,
transparencias, sus blancos imposibles;
si, atónito, su mundo comprendiera.
Los cuerpos, que él alarga a su “maniera”,
expiaciones en lágrimas sensibles;
sus glorias al romperse, indescriptibles,
sus oros y sus brillos, si pudiera.
Esa luz entre sombras que, prendida,
restalla cincelando sus ropajes,
que nadie antes que él hubo traído.
… Y el halo misterioso de su vida,
la tormenta inquietante en sus celajes,
y el saberse ser genio incomprendido.
Sobre Velázquez, pintor de lo humilde y de lo excelso, he querido comenzar con un cuadro en el que “borda” su concepción de lo primero; admirando un detalle de su (Sevilla 161) Vieja friendo huevos:
DE…
(Soneto con estrambote)
De almireces, de cántaros, pucheros,
de almuerzos, de poetas y manteles,
de damas, caballeros y lebreles,
de abanicos, de bronces y de aceros.
De infantes, los que vistes de monteros,
de los reyes y reinas, tus pinceles;
de batallas, de ruecas, de corceles,
de sabios, fabulistas y de arteros.
De esclavos, guardainfantes y de espinas,
de cielos; de tu aire que se toca,
y de cómo desmontas tú los mitos.
De bufones, enanos y meninas,
de repartir ternura, que no poca;
y de un soberbio par, de huevos fritos.
De todo rimaré, y Dios mediante,
veremos de su obra y de su vida;
ya sé que la misión es atrevida:
espero la tarea “no me espante”.
Y, ¿qué otra mejor manera de empezar con Goya, que un perfil de su propia vida, que de “poliédrica” califico. Ya iremos viendo de su obra, también compleja, con la que nos retrata asimismo la vida de su tiempo. Sobre un autorretrato:
PERFIL
(Soneto con estrambote)
Satírico, cabal y clasicista,
audaz, voluptuoso e ilustrado,
fantasioso, sensual, desencantado,
lúcido, bon vivant y vanguardista.
Visionario, tozudo, retratista,
por gajes del oficio intoxicado;
taurino, perspicaz, y descarnado:
cazador y patriota, progresista.
Sutil, comprometido, irreverente,
exiliado, brioso, pesimista,
penetrante y audaz, inteligente.
Denunciante feroz; fiel y prudente,
de la vida un mirón inconformista:
un sordo, que no ciego, confidente.
No dejara pasar
ningún descarte:
poliédrico en su vida,
y en su arte.
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