
El General Dávila, quien amablemente me cede este espacio, publicó hace una semana aproximadamente, en madridcode.com, un artículo sobre las declaraciones del que fuera JEMAD, referentes a la financiación del DAESH. Y usando un símil taurino, ya que soy aficionado a la fiesta nacional, algo que sin duda ayudará a elevar el grado de aprecio que cosecho entre los integrantes de la « nueva política », voy a entrar a lidiar el novillo, porque el personaje no merece la consideración de toro, que el General me puso en suerte con ese artículo.

Por suerte, todo hay que decirlo, sus declaraciones no son objeto de mucha atención, pero eso no quita gravedad alguna a éstas.
Decir algo así no solo es temerario, sino que además es totalmente falso. No seré yo quien excuse los errores de EEUU en cuanto a la manera de gestionar el conflicto en Oriente Medio, y mucho menos lo haré con las actuaciones de Turquía, pero no se puede ser tan frívolo.
Cuando el DAESH hizo su aparición en escena hace más de una década en Irak, lo hizo como grupo insurgente que luchaba contra la ocupación por parte de EEUU. Después de la invasión, el grupo, dirigido por al-Zarqawi, pasó a integrarse en la estructura de Al Qaeda, si bien desde el primer momento se caracterizó por su extrema violencia y ataques indiscriminados, algo que causó malestar incluso en AQ. Así que la primera pregunta que le haría al ex JEMAD es, ¿nos está diciendo usted que EEUU financió al grupo que más bajas le ha causado desde la invasión de Irak? ¿Al grupo responsable de las terribles decapitaciones de ciudadanos norteamericanos?

Pero sigamos. En 2006 se proclamó el Estado Islámico de Irak, con las relaciones entre el grupo de al-Zarqawi y AQ prácticamente rotas. Cuando a su muerte, Abu Bakr al-Baghdadi se hizo con el liderazgo del grupo, lo hizo rompiendo ya definitivamente con Al Qaeda. En 2013, cuando el DAESH comenzó su expansión en Siria, lo hizo en abierto enfrentamiento contra Jabhat al-Nusra, grupo que si bien tiempo atrás había sido aliado, ahora mostraba su lealtad hacia AQ. Tanta era la rivalidad en la zona que la situación acabó derivando en un enfrentamiento entre el DAESH y todos los grupos de la oposición siria.
Es obvio y además público que tanto EEUU como otros países occidentales han tratado de prestar apoyo a la oposición siria, la cual está formada por más de quince grupos diferentes. Este apoyo se ha materializado principalmente mediante el suministro de equipo siempre, como ya se hizo en su día en Afganistán durante la invasión soviética, a través de países árabes.Como ejemplo se puede citar el programa estrella de ese plan de apoyo, que no es otro que el suministro de misiles anti-tanque TOW, que podríamos considerar equivalente al suministro que se hizo en su día de misiles antiaéreos Stinger a los mujaidines afganos. Pero de ese apoyo siempre se ha excluido a Jabhat al-Nusra por su afiliación a Al Qaeda, y evidentemente al DAESH, por la sencilla razón de que es el grupo al que se está combatiendo en Irak y por ser hoy por hoy la mayor amenaza para occidente.

Así pues, tal vez sería bueno recordar aquí cuales son las fuentes de financiación del DAESH. El tráfico de crudo es una parte importante de la misma, pero no es la principal. El control de una enorme extensión de territorio le da la oportunidad de gestionar todos los recursos económicos y productivos de la zona. La población bajo su control está obligada al pago de impuestos, sistema que, por cierto, tienen muy desarrollado. Por otro lado, todas la oficinas bancarias de las ciudades que han ido ocupando han sido saqueadas y sus fondos han pasado a las arcas del grupo. Otra actividad de la que se habla poco y que les está reportando una gran cantidad de ingresos es el tráfico de obras de arte. De hecho existe la sospecha de que la difusión de videos donde se muestra la destrucción de enclaves arqueológicos o el saqueo de museos, no es más que una forma de justificar la desaparición de miles de piezas que están inundando el mercado negro de este tipo de bienes.
Y por último, y de esto sí que no se dice nada, tenemos el tema de los refugiados. Se habla mucho de las mafias de tráfico de personas y de cómo se aprovechan de aquellos que huyen de la guerra para hacer verdaderas fortunas. Pero ¿se ha parado a pensar alguien quien está provocando ese éxodo masivo? Y, una vez respondida esa pregunta, formulamos otra: ¿alguien cree que cualquier grupo mafioso, por fuerte que sea, es capaz de operar y hacer negocio dentro del territorio controlado por el DAESH? Creo que la respuesta es evidente. Pues ahí tenemos la otra gran fuente de financiación. Después se puede hablar de las donaciones procedentes de simpatizantes en los países del Golfo y demás, pero ese apoyo, no deja de ser testimonial.

Hacer afirmaciones simples y categóricas en relación a problemas o conflictos complejos es siempre muy arriesgado. Tal vez no fuese más que un mensaje para consumo interno o una mera soflama típica de un mitin, pero determinados asuntos son especialmente graves, y acusaciones que proceden de quien además ha ostentado cargos de enorme responsabilidad y a quien se le supone una mínima prudencia, no son sólo desafortunadas, sino que pueden causar un grave perjuicio, salvo, claro está, que esa sea la intención última.
Habrá que estar atentos.
Laureano Martín Pérez (Doctor en Historia)
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