La muerte a tiros de un conductor en Toledo tras una trifulca de tráfico con un agente de la Guardia Civil fuera de servicio suscita un debate sobre la posibilidad de los funcionarios de llevar consigo un arma de fuego fuera de su horario laboral.
Policías Nacionales y Guardias Civiles en un acto en la Carrera de San Jerónimo. - Foto D.M.
¿Llevaría usted consigo la pistola cuando está fuera de servicio o la dejaría guardada en casa? Esta es una pregunta habitual en los procesos selectivos para acceder al Cuerpo Nacional de Policía y a la Guardia Civil. Una decisión con múltiples aristas que queda a elección de los propios agentes. Cuando se quitan el uniforme y termina su horario laboral, la Ley les obliga a tener una "total dedicación", lo que se traduce en que deben intervenir siempre que presencien la comisión de un delito.
Por esta razón pueden portar consigo lo que para ellos es una herramienta de trabajo. Pero muchos policías encuentran más pegas que ventajas en el hecho de llevar siempre encima el arma de fuego. "Es un inconveniente porque es una responsabilidad. Pero si te encuentras con una situación en que tienes que hacer uso de la pistola y no la llevas, también tienes algún tipo de responsabilidad", señalan fuentes policiales.
Recuerdan el caso del agente de la Brigada Móvil de la Policía Nacional (encargada de vigilar los transportes) que fue brutalmente apaleado por cuatro individuos el 17 de abril en el Metro de Madrid, cuando regresaba a su casa. Estaba ya fuera de servicio y únicamente portaba una defensa extensible, que los agresores consiguieron arrebatarle. ¿Habría cambiado la situación si hubiera llevado encima la pistola?
"Lo recomendable, desde luego, es no llevarla, porque tienes muchos más riesgos y probabilidades de que ocurra un incidente desagradable si la llevas; desde que la pierdas, a que te la roben o que se produzca un accidente fortuito", señalan por su parte fuentes de la Guardia Civil. "Solamente es aconsejable llevarla cuando por la prestación de determinados servicios, crees que tu integridad física puede estar en peligro", reconocen.
Escasez de armeros en la Benemérita
A partir del momento en que el Estado entrega el arma, la responsabilidad de lo que ocurra con esa pistola es única y exclusiva del agente. Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denuncian que ellos sólo tienen dos opciones: llevárselas a casa o dejarlas guardadas en la taquilla del vestuario. Pero este emplazamiento no reúne las condiciones necesarias de seguridad.
"Estamos pidiendo que en los acuertelamientos exista un armero donde los agentes puedan depositar su pistola a la finalización del servicio", explica a Vozpópuli su portavoz, Juan Fernández. Fuentes oficiales del Instituto Armado consultadas por este diario aseguran desconocer si esta circunstancia se da en todos los acuartelamientos del país, aunque no han ofrecido una respuesta al cierre de esta edición.
Por otro lado, desde la AUGC solicitan que la Benemérita implante un sistema de exámenes médicos periódicos para los agentes. "Sufrimos mucho estrés por la profesión de guardia civil. Somos el colectivo con la tasa de suicidios más alta y eso debería tener controles", explican. Y "solamente cuando la baja se produce por motivos psicológicos, el agente está obligado a entregar el arma", recuerdan. Este no era el caso del guardia civil que acabó presuntamente a balazos con la vida de un conductor de origen marroquí al confundirlo con un terrorista. El agente estaba de baja por una lumbalgia.
Por esta razón pueden portar consigo lo que para ellos es una herramienta de trabajo. Pero muchos policías encuentran más pegas que ventajas en el hecho de llevar siempre encima el arma de fuego. "Es un inconveniente porque es una responsabilidad. Pero si te encuentras con una situación en que tienes que hacer uso de la pistola y no la llevas, también tienes algún tipo de responsabilidad", señalan fuentes policiales.
Recuerdan el caso del agente de la Brigada Móvil de la Policía Nacional (encargada de vigilar los transportes) que fue brutalmente apaleado por cuatro individuos el 17 de abril en el Metro de Madrid, cuando regresaba a su casa. Estaba ya fuera de servicio y únicamente portaba una defensa extensible, que los agresores consiguieron arrebatarle. ¿Habría cambiado la situación si hubiera llevado encima la pistola?
"Solamente deberán utilizar las armas en las situaciones en que exista un riesgo racionalmente grave para su vida, su integridad física o las de terceras personas"Todo depende de las circunstancias. Si los jóvenes hubiesen conseguido quitársela, el desenlace habría podido ser fatal. Parecería lógico que en una situación así, el agente la hubiera desenfundado para tratar de intimidar a sus agresores. Sin embargo, la ley obliga a los policías a aplicar el principio de proporcionalidad. "Solamente deberán utilizar las armas en las situaciones en que exista un riesgo racionalmente grave para su vida, su integridad física o las de terceras personas, o en aquellas circunstancias que puedan suponer un grave riesgo para la seguridad ciudadana", señala la ley 2/1986, que regula el funcionamiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
"Lo recomendable, desde luego, es no llevarla, porque tienes muchos más riesgos y probabilidades de que ocurra un incidente desagradable si la llevas; desde que la pierdas, a que te la roben o que se produzca un accidente fortuito", señalan por su parte fuentes de la Guardia Civil. "Solamente es aconsejable llevarla cuando por la prestación de determinados servicios, crees que tu integridad física puede estar en peligro", reconocen.
Escasez de armeros en la Benemérita
A partir del momento en que el Estado entrega el arma, la responsabilidad de lo que ocurra con esa pistola es única y exclusiva del agente. Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denuncian que ellos sólo tienen dos opciones: llevárselas a casa o dejarlas guardadas en la taquilla del vestuario. Pero este emplazamiento no reúne las condiciones necesarias de seguridad.
"Estamos pidiendo que en los acuertelamientos exista un armero donde los agentes puedan depositar su pistola a la finalización del servicio", explica a Vozpópuli su portavoz, Juan Fernández. Fuentes oficiales del Instituto Armado consultadas por este diario aseguran desconocer si esta circunstancia se da en todos los acuartelamientos del país, aunque no han ofrecido una respuesta al cierre de esta edición.
Por otro lado, desde la AUGC solicitan que la Benemérita implante un sistema de exámenes médicos periódicos para los agentes. "Sufrimos mucho estrés por la profesión de guardia civil. Somos el colectivo con la tasa de suicidios más alta y eso debería tener controles", explican. Y "solamente cuando la baja se produce por motivos psicológicos, el agente está obligado a entregar el arma", recuerdan. Este no era el caso del guardia civil que acabó presuntamente a balazos con la vida de un conductor de origen marroquí al confundirlo con un terrorista. El agente estaba de baja por una lumbalgia.
FRANCIA cambió la norma tras los atentados El Ministerio francés del Interior francés decidía a raíz de los atentados de París autorizar a los agentes a portar sus pistolas reglamentarias cuando no están de servicio. Los policías deben identificarse mediante un brazalete en caso de que la utilicen. Hasta entonces, los agentes debían depositar sus armas en la comisaría o en sus casas cuando no estaban en horario laboral. Las fuentes policiales consultadas por Vozpópuli señalan que ni la Dirección General de la Policía ni la de la Guardia Civil ha dado ninguna nueva instrucción al respecto, aunque nuestro país está en Nivel 4 de Alerta Terrorista. Sólo recomiendan extremar las medidas de seguridad por parte de los agentes.