‹‹SI ME QUERÉIS, IRSE››

 

Candidatos ¿A qué?

No me gusta escribir sobre política, pero sus consecuencias obligan: mandat opus!
Para el que no lo recuerde ‹‹si me queréis, irse›› fue una expresión acuñada por una Nobel de España, grande sin título (algo más que frecuente) y maestra de la literatura honda: Lola Flores, de España.
En esto de los quereres hay mucho pesado, plasta para entendernos.

la gran Lola Flores ¡Si me queréis, irse!

Ya saben: ‹‹No me quieras tanto y quiéreme mejor . La gran Lola, viéndose tan querida que casi muere de amor, estalló con toda la literatura de su cátedra del amor: ‹‹Irse›› (¡pesaos!).
No se me ocurre nada mejor para la actual situación política. Cuando nos quieren llevar a unas nuevas elecciones o al menos amedrentarnos con esa posibilidad, yo les propongo que si llegase el caso nadie vote. Sí, he dicho que nadie vote, ni a unos ni a otros, que todos forman parte de esta gran tomadura de pelo en la que han convertido sus intereses. Solo veo dos opciones:
-Que se vayan todos lo que están (en un partido u otro), todos, incluídos el portavoz y el pregonero, y vengan caras nuevas, aires nuevos, sueños e ilusiones. ‹‹Irse››, de una puñetera vez, o
-No votar.
Mi bisabuelo me contó una anécdota que les ruego lean con detenimiento.
Iba de Madrid a Sevilla y a la altura de Despeñaperros tuvo que hacer un alto técnico. Entró en uno de las ventas del camino y preguntó por el cuarto de baño. Una señora con cara de pocos amigos le señaló una puerta a la vez que le daba una caña de aproximadamente medio metro. Mi abuelo ante la dureza de la expresión de la señora no se atrevió a preguntar para qué servía aquel artefacto y se dirigió hacia la puerta sin mediar palabra.
Al abrirla descubrió la necesidad de aquella caña de medio metro. La puerta conducía al gallinero lugar donde uno hacía sus necesidades, mayores y menores, acompañado del gallo y las gallinas del corral. Un cañazo a tiempo hacía desistir del ataque de las galliformes sobre todo cuando se acercaban por la retaguardia.

Congreso de los Diputados

Si hay nuevas elecciones les propongo:
-No votar.
-Votar solo con la condición que no se presente ninguno que en estos últimos años haya militado en alguno de los actuales partidos. Ni siquiera el pregonero.
Les estamos muy agradecidos, pero es hora de adecentar el corral. A partir de ahora es el momento de entrar en el gallinero político con la caña en la mano y al salir cerrar bien la puerta.
Sus amores y desvelos por nosotros nos enternecen, pero les pedimos que no nos quieran tanto, pero sí mejor. Quien se acerque con intenciones aviesas ya saben: cañazo.
Como decía nuestra Nobel del cante y catedrática del amor:
‹‹Si me queréis, irse››

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez