No necesitamos "averiguar qué demonios está pasando" con los musulmanes (Donald Trump, 7 de diciembre de 2015). Después del 11S, el ataque en Orlando es el de mayor número de víctimas mortales (50) con arma. Vuelve a plantearse la necesidad de un mayor control en la venta y tenencia de armas en EE.UU.
Un 62% de estadounidenses está descontento con las leyes y políticas sobre armas del Gobierno de EEUU, el mayor porcentaje de insatisfacción desde que Gallup comenzó sus encuestas de percepción en 2001. Son 11 puntos más que en 2015, un año lleno de tiroteos masivos y tras el que Obama anunció acciones ejecutivas para reducir la violencia por armas de fuego.
Nadie sabe con certeza cuántas armas de fuego hay en EEUU. El Congreso del país nunca ha autorizado una base de datos sobre el tema. Tampoco hay estadísticas oficiales sobre la gente que muere por armas en el país. Sólo hay estimaciones de distintas organizaciones -y no demasiado actualizadas- que indican que hay más armas que habitantes. Según la Universidad de Sídney, en la década de 2000 a 2010 un 52,8% de hogares en EEUU tenía, al menos, un arma de fuego. La Universidad de Chicago sitúa la cifra en 2014 en un 32% de los hogares.
Sorprende ver en la encuesta cifras relativamente bajas en países como Israel, o no encontrar a estados como Rusia, China o Afganistán, lo que se explica por las distintas metodologías que aplica cada país para medir las armas en manos de civiles o qué condiciones se tienen en cuenta para considerar homicidio por arma de fuego.
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