Llevan meses en las filas de los peshmergas kurdos y ahora ultiman los detalles de su ofensiva contra el bastión iraquí del Estado Islámico
Mosul es el principal feudo del Estado Islámico en territorio iraquí. Tras dos años bajo control del grupo terrorista, la ciudad se encuentra cercada por el Ejército iraquí y la ofensiva final para su reconquista está próxima. Por el norte se espera la llegada de 50.000 milicianos peshmergas kurdos. Entre ellos hay ex militares españoles.
'Juan Astray el legionario' -a la derecha-, junto a su 'binomio' en la brigada Dwekh Nawsha.
Al menos una decena de españoles han viajado al Kurdistán iraquí para unirse a los milicianos locales en su lucha contra el avance del Estado Islámico. Algunos de ellos, tal y como ha confirmado El Confidencial Digital, han pasado por las filas del Ejército español: principalmente en la Legión, la Brigada Paracaidista y los Grupos de Operaciones Especiales –Boinas Verdes-.
La mayoría de ellos llegan a Irak con la ayuda de la milicia Dwekh Nawsha, una organización que proporciona asesoramiento para obtener permisos de entrada y licencia de armas. El pago del armamento corre por cuenta de los voluntarios. Su presencia y actividad en una zona de guerra es problemática desde el punto de vista legal.
Sin embargo, algunos han decidido dar un paso más. Según han confirmado recientemente algunos de estos combatientes españoles, varios han decidido integrarse en el ejército de 50.000 peshmergas que se preparan para la ofensiva final sobre la ciudad de Mosul.
Uno de ellos es el ex militar español bautizado con el sobrenombre de ‘Juan Astray en legionario’, tomando prestado el apellido del fundador de la Legión. El pasado mes de abril fue detenido en Turquía cuando intentaba llegar al Kurdistán. Según aseguró a la policía turca era “cocinero”. Meses más tarde, en un segundo intento, consiguió unirse a los peshmergas.
Esta semana, ‘Astray’ confirmó en su Facebook que la milicia en la que se halla integrado había recibido la orden de tomar unos “pueblos cristianos”, y que esa es el último paso para la ofensiva de reconquista sobre Mosul. “Estamos a la espera”, aseguraba.
El mayor peligro al que se enfrentan en estos momentos son las minas. El Estado Islámico ha sembrado de artefactos explosivos una amplia franja de territorio. Las aldeas y pueblos de la zona se encuentran completamente rodeadas de campos de minas.
Desde la brigada en la que luchan los españoles aseguran que, en caso conseguir recuperar esos “dos pueblos” que restan en el camino a Mosul, “sólo nos quedará la Gran Batalla”.
“Si todo sale bien (aunque Mosul es enorme y necesitaríamos meses para tomarla) se podría comenzar a hablar de fin de Daesh, de vuelta a casa… y de celebrar la victoria de esta guerra”, escribe.
En los últimos meses, las milicias kurdas han conseguido algunos éxitos importantes en su batalla contra el Daesh, como fue la liberación de Faluya, la conquista de la base aérea de Al Qayara y también la eliminación de El Checheno, uno de los líderes militares del Estado Islámico.
La mayoría de ellos llegan a Irak con la ayuda de la milicia Dwekh Nawsha, una organización que proporciona asesoramiento para obtener permisos de entrada y licencia de armas. El pago del armamento corre por cuenta de los voluntarios. Su presencia y actividad en una zona de guerra es problemática desde el punto de vista legal.
Escoltar convoyes, desactivar minas… y ahora conquistar Mosul
Hasta ahora, su misión en zona de guerra se reducía a cubrir patrullas de vigilancia y defensa del territorio kurdo de los terroristas del ISIS: escoltar convoyes, ayudar a los civiles que huyen de las posiciones del Estado Islámico, encontrar y desactivar explosivos en el cinturón de minas que rodea la frontera de Irak con el Kurdistán…Sin embargo, algunos han decidido dar un paso más. Según han confirmado recientemente algunos de estos combatientes españoles, varios han decidido integrarse en el ejército de 50.000 peshmergas que se preparan para la ofensiva final sobre la ciudad de Mosul.
Uno de ellos es el ex militar español bautizado con el sobrenombre de ‘Juan Astray en legionario’, tomando prestado el apellido del fundador de la Legión. El pasado mes de abril fue detenido en Turquía cuando intentaba llegar al Kurdistán. Según aseguró a la policía turca era “cocinero”. Meses más tarde, en un segundo intento, consiguió unirse a los peshmergas.
La guerra contra el ISIS a través de Facebook
‘Juan Astray’ ha ido relatando desde entonces, a través de redes sociales, su día a día en las trincheras del Kurdistán. Informa a amigos y familiares de las ofensivas con morteros del Estado Islámico y de cómo transcurre su vida en la zona.Esta semana, ‘Astray’ confirmó en su Facebook que la milicia en la que se halla integrado había recibido la orden de tomar unos “pueblos cristianos”, y que esa es el último paso para la ofensiva de reconquista sobre Mosul. “Estamos a la espera”, aseguraba.
El mayor peligro al que se enfrentan en estos momentos son las minas. El Estado Islámico ha sembrado de artefactos explosivos una amplia franja de territorio. Las aldeas y pueblos de la zona se encuentran completamente rodeadas de campos de minas.
Desde la brigada en la que luchan los españoles aseguran que, en caso conseguir recuperar esos “dos pueblos” que restan en el camino a Mosul, “sólo nos quedará la Gran Batalla”.
“Si todo sale bien (aunque Mosul es enorme y necesitaríamos meses para tomarla) se podría comenzar a hablar de fin de Daesh, de vuelta a casa… y de celebrar la victoria de esta guerra”, escribe.
Con apoyo de Estados Unidos
Los peshmergas no están solos en su lucha contra el Estado Islámico. El secretario general del Ministerio de los peshmergas aseguró recientemente que contaban con el apoyo directo de Estados Unidos, que dona 415 millones de dólares al mes a los milicianos kurdos, además de suministrarles armas.En los últimos meses, las milicias kurdas han conseguido algunos éxitos importantes en su batalla contra el Daesh, como fue la liberación de Faluya, la conquista de la base aérea de Al Qayara y también la eliminación de El Checheno, uno de los líderes militares del Estado Islámico.
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