Este texto pretende colaborar con dicha Comisión y con otras similares, para tratar de subsanar las lagunas que sobre conocimiento de historia militar evidencian y hacerles nuevas propuestas, que seguro serán recibidas con elogio y ecuanimidad.
La Historia de España ya empieza a ser larga, y por tanto ¿Para qué nos vamos a detener en los últimos años?. Quitemos del callejero a todos los golpistas, para empezar, al menos, desde el siglo XIX, que podemos destacar, entre otros: Fernando VII que se alzó contra su padre y contra la Constitución de 1812, capitanes Daoiz y Velarde y Teniente Ruiz que se alzaron contra el gobierno constituido y faltaron a la lealtad hacia sus superiores, General Riego (conocido por el himno de su nombre), generales golpistas Espartero, Diego de León, Narváez, Martínez Campos, O´Donnell, Prim, Serrano, Pavía etc. y en la Restauración al político Cánovas del Castillo por el Pronunciamiento de Sagunto, que trajo al Rey Alfonso XII. También se les ha olvidado suprimir al General Gutiérrez Mellado que se sublevó en 1936 e hizo carrera política y militar con el franquismo, por los méritos que contrajo como espía, cuyas informaciones tanto contribuyeron a la victoria del Ejército de Franco
Si nos centramos en la última Guerra Civil, también denominada Guerra de Liberación, porque dejó a España fuera del paraíso comunista, que disfrutaron los países del otro lado del Telón de Acero. Propongo cambiar nombres por otros que hayan combatido al lado de la República, Por ejemplo.
- Teniente Fernando Condés, asesino confeso de Calvo Sotelo, jefe parlamentario de la oposición, que provocó y precipitó el inicio de la contienda, y que a ella se sumase el General Franco.
- José Giral Pereira, Presidente de Gobierno de la II República, verdadero genio de la guerra que disolvió el Ejército, el suyo y no de los alzados, y armó al populacho el 18 de julio, con lo que se incrementaron los crímenes y fue presa fácil de las aguerridas fuerzas africanas.
- El Destructor Alcalá Galiano, en vez del Crucero Baleares, que permitió heroicamente el paso del Convoy de la Victoria el 5 de agosto de 1936.
- Santiago Carrillo que borró de las calles y de un plumazo a tantos fascistas.
- Enrique Líster, el mítico jefe del 5º Regimiento comunista. General que no ganó una sola batalla, aunque fue sin querer; y en cuyas derrotas solía hacer autocrítica con el fusilamiento de oficiales subordinados, anarquistas y prisioneros, esta vez queriendo.
- Andrés Nin Pérez dirigente del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) que fue ejecutado seguramente por antifacista. Sería recomendable, dentro de la Memoria Histórica conocer donde están sus restos y poder desmentir que fuera torturado por los soviéticos, como algunos historiadores tendenciosos pretenden.
- General Vicente Rojo que fracasó en todos sus contraaques (Brunete, Belchite, Teruel, Ebro, Plan P y otros), y sobre todo, porque contraviniendo todas las reglas de la táctica, estableció a lo más granado que quedaba del Ejército Popular de la República (EPR) en defensa sin retroceso, con un obstáculo natural, de la imponente categoría del río Ebro, a retaguardia y con inferioridad aérea, para así servir en bandeja la destrucción del EPR al Generalísimo.
- Stalin, inventor del GULAG, que presidió junto con el clarificador lema ¡VIVA LA URSS!, la emblemática Puerta de Alcalá en la Guerra. ¿Habría en la España republicana algún letrero que diga ¡Viva España!? ¿Por qué sería?
- Al soldado indígena de las Fuerzas Regulares, que alistados por la fuerza en el Ejército franquista, no se conoce ninguno que fuera hecho prisionero por el EPR y sobreviviera, contra las leyes y los convenios internacionales sobre la guerra. Se podría conceder una beca de la Memoria Histórica para conocer cuál fue su suerte, por qué no sobrevivieron, y en qué cunetas están sepultados. Aunque tienen el inconveniente, y la paradoja, que al paso de estas fuerzas musulmanas se restauraron templos e imágenes católicos incendiados (seguramente por autoignición, porque en los mismos se indican en sendas lápidas la fecha en que fueron quemados, pero no por qué y por quién) y además se reiniciaron las celebraciones de misas.
Se podía proponer, al menos, que a cambio y en reciprocidad las naciones iberoamericanas erijan, entre otros, monumentos a Hernán Cortés conquistador de México y estadista (aunque privó de sacrificios humanos de los mexicas); General Pablo Morillo reconquistador de Cartagena de Indias en 1815; Ramón Rodil heroico defensor de la fortaleza del Real Felipe de El Callao; el leal Tomás Boves caudillo de los llaneros y defensor de los indios contra la traidora aristocracia criolla; Vicente Benavides último defensor de la causa de España, al frente de los indios araucanos, cuya gran mayoría pelearon a favor de España; o el mestizo colombiano Agustín Aguilongo que al ser fusilado en 1824, expresó la razón de su lucha: Si tuviera veinte vidas. Estaría dispuesto a inmolarlas por la Religión Católica y por el Rey de España.
Salvador Fontenla Ballesta. General de Brigada (R
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