El próximo sábado los Caballeros Legionarios se manifestarán en contra del cambio de nombre de la calle del general que en 1920 fundó la Legión
Peregrina Millán-Astray Gasset [de los Ortega y...] no conoció nunca al Millán-Astray brutal que describió Arturo Barea en La Forja de un rebelde: "Mi padre murió en 1954 cuando yo tenía 11 años y no pudimos hablar de esas cosas. Para él fui como un juguete. Me solía recoger en el colegio y después íbamos al Prado, al Museo del Ejército... Un día paseando por el Retiro nos encontramos con un moro, el Sultán Azul. Mi padre me presentó y como hablaba francés le di la bienvenida. Al sultán le hizo mucha gracia aquello y me preguntó qué quería de regalo. "Je veux un chameau!". Estábamos cerca de la Casa de Fieras y no se me ocurrió otra cosa que pedirle un camello. Tres semanas después llamaron desde Valencia porque estaban desembarcando tres parejas de dromedarios".Los tiempos han cambiado para los descendientes del fundador de la Legión. Hace unos meses, una nieta de Peregrina se echó a llorar en clase de Historia porque el profesor dijo que Millán-Astray sólo había servido para cortar cabezas. "Pensé en ir al colegio para hablar con el profesor pero luego mi otro nieto dijo que enseñaba muy bien y... ¡Qué voy a hacer si él cree eso!", dice con cierta resignación.
Pero la hija de Millán-Astray sí que estará en la manifestación que los Antiguos Caballeros Legionarios han organizado el próximo 24 de septiembre para protestar por el cambio de callejero que prepara el ayuntamiento de Manuela Carmena. En unos meses, la calle del General Millán-Astray pasará a llamarse Avenida de la Inteligencia. "¿De verdad le quieren poner así? A mi padre le hubiese gustado porque él era muy inteligente y apreciaba mucho la inteligencia. Cuando empezaron a quitar las primeras calles en Zaragoza y le dieron la calle de mi padre a María Moliner pensé que él no hubiera objetado nada ante una mujer de ese calibre".
Tuerto, sin gusto ni olfato
La hija del general insiste con una retórica contundente. "Mi padre nunca quiso reconocimientos. Ni títulos -Alfonso XIII le ofreció uno-, ni estatuas porque decía que 'solo valían para que se cagasen las palomas'. Tampoco le gustaba aparecer en los periódicos. 'Eso vale para secarse el culo', comentaba. Pero los legionarios sí que están disgustados porque mi padre era su fundador y ya lo han quitado de todas partes. A mí me molestan estas cosas sobre todo por los legionarios".Lo cierto, y es uno de los argumentos que esgrimen los partidarios de dejar la calle al general, es que Millán-Astray tuvo un papel muy secundario en la Guerra Civil y en el Régimen de Franco. Cuando estalló la contienda tenía ya 57 años y físicamente estaba hecho polvo. Además de haber perdido la pierna, el brazo y un ojo, sufría de vértigo. El tiro en la cara (en 1926) le destrozó también parte del oído y le costaba mantener el equilibrio. "Por eso, siempre iba con un legionario detrás", acota su hija. "Tampoco tenía sentido del gusto ni del olfato". El 18 de julio de 1936, Millán-Astray estaba en Argentina dando una conferencia. Antes había estado viajando por Uruguay y en EEUU, en donde dio una charla en West Point. Se había exiliado voluntariamente en 1931. El fundador de la Legión era profundamente monárquico además de amigo de Alfonso XIII y nunca había aceptado la proclamación de la República. "Cuando se produjo el levantamiento, y mi padre supo que habían sido Franco y Mola, cogió un barco a Lisboa. Entonces se presentó en Salamanca y como estaba ya tan mutilado, Franco le encomendó que organizara la propaganda. Sabía arengar muy bien y tenía un inmenso poder de convicción. Por eso, en 1937 fundó Radio Nacional de España. Durante la guerra se dedicó a dar conferencias, a animar a las tropas...". Millán-Astray, insiste su hija, no tomó parte en la conspiración militar ni tuvo papel relevante alguno en la batalla.
Unamuno, según Peregrina
El cambio del callejero, explica Peregrina, se debe al famoso incidente con Unamuno. Avenida de inteligencia sería un guiño oportunista al grito de "¡Muera la inteligencia, viva la muerte!" con el que, según el relato más extendido, Millán-Astray contestó al autor de San Manuel Bueno Mártir en el acto que se celebró en la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936. "Yo nunca hablé con mi padre de ese tema. Cuando eres niña no preguntas esas cosas. Pero he leído sus papeles y pedí a mi madre y a mis tíos que me contaran... Ese día las cosas estaban muy candentes. Unamuno era un hombre inteligentísimo pero con muy mala leche y en la víspera le había pedido a Franco un favor muy prepotentemente [clemencia para un amigo], y él no le contestó. Hubo una recepción y como mi padre ya había sido nombrado jefe de propaganda, estaba ahí con Carmen Polo. Unamuno empezó a dar leña".Los Caballeros Legionarios defienden que a Millán-Astray se le debe un reconocimiento por haber fundado el cuerpo más relevante en la Historia del Ejército español del siglo XX. "Hace años quitaron su nombre de una plaza de la Coruña, la ciudad en la que nació. Tenía una estatua muy bonita que le habían hecho cuando se habían cumplido 50 años de la fundación de la Legión pero yo me decidí a poner un pleito cuando le quitaron los honores (era hijo predilecto de la ciudad) que había recibido en 1923, mucho antes de la Guerra Civil. Ganamos en primera instancia y luego por política, los de las Mareas y el BNG le quitaron los honores".
Tras la Guerra, la relación entre Franco y Millán-Astray se deterioró. Los dos generales habían sido muy amigos pero el dictador no aguantaba bien las diatribas monárquicas del fundador de la Legión que constantemente le pedía el regreso de Alfonso XIII y Don Juan. Al acabar la Guerra, Franco le encomendó organizar el Cuerpo de Mutilados.
"Un día vino a verle una señora, creo que era marquesa, que había perdido un hijo en el frente. Había sido capitán de la Legión y un enamorado del cuerpo y de la personalidad de mi padre". La dama quiso regalar a Millán-Astray el palacete que aún hoy se erige en el 107 de Velázquez. "Mi padre le dijo que no podía admitir un regalo de ese calibre pero la señora insistió y al final, se estableció allí la sede del Cuerpo de Mutilados". Cuentan que antes de realizar tan generoso regalo al Estado, el general hizo pasar a la marquesa por un tribunal médico para asegurarse de que estuviese en sus cabales y que pudiese hacer la donación legalmente. "Mi padre no era ambicioso. Se murió con 2.800 pesetas en la caja fuerte".
Con la sobrina de Ortega y Gasset
El principal motivo del alejamiento entre el Caudillo y el fundador de la Legión no fue ideológico. En 1941, Millán-Astray dejó embarazada a María Rita Gasset, hija de Rafael Gasset, ex ministro y dueño de El Imparcial, amén de prima de José Ortega y Gasset, entonces exiliado. El general estaba casado desde 1905 con Elvira Gutiérrez de la Torre, con la que no había mantenido relaciones carnales por una promesa de castidad. Ella se lo confesó en la noche de bodas.Pese a la falta de miembros, Millán-Astray seguía siendo un hombre presumido como prueban los parches -en realidad monóculos- de diferentes colores que utilizaba para combinarlos con la ropa. "Tenía muy buena pinta porque parecía bastante alto y marcial. Y con el uniforme...", relata Peregrina mientras muestra los monóculos. ¿Fue amante de Celia Gámez, como se cuenta en los libros? "Yo de lo que me acuerdo es de las cajas gigantes de bombones que ella me regalaba".
María Rita y Millán-Astray se conocieron jugando al póker en casa del político Natalio Rivas. Ella, explica su hija, era mujer avanzada y liberal que a los 36 años seguía soltera por voluntad propia. El fundador de la legión tenía 63 años. Peregrina no sabe muy bien cómo sucedieron las cosas pero al poco, su madre le contó al general que estaba embarazada. Millán-Astray se reunió entonces con Franco y le comunicó que iba a pedir la nulidad del matrimonio con su mujer, algo que no sería difícil dado que nunca se había consumado. El Caudillo montó en cólera. [Los motivos varían según los diferentes autores que han tratado la figura del dictador]. Entonces, los amantes huyeron a Lisboa porque la legislación portuguesa permitía reconocer a los hijos naturales. Así, en 1941, nació Peregrina Millán-Astray Gasset. "Mi padre y mi madre nunca se casaron. Una de las cosas que me hubiera gustado preguntar a mi padre es por qué le tuvo que pedir permiso a Franco para anularse". La relación del general con su mujer legítima no se enturbió. De hecho, tía Elvira cuidó a su Millán y Astray hasta su muerte en 1954 y le legó a Peregrina todos sus bienes.
"A los cinco años, mi padre me llevó a conocer a Franco al Pico del Águila, aquí en Madrid. Hablaba y escribía de forma muy rimbombante y me dijo que me quería presentar a un 'magnífico militar'. Fue la primera coca cola que me tomé en mi vida". ¿Y conoció a su tío Ortega y Gasset? "Fui un par de veces a su casa porque mi madre se llevaba muy bien con su familia pero también era muy niña y no me acuerdo de mucho".
Pablo Iglesias, líder de Podemos suele utilizar a menudo la expresión ser más facha que Millán-Astray. "Mi padre era un hombre de ideas avanzadas. Fue el primero que utilizó la publicidad para reclutar e insistió mucho en que durante los periodos de paz, los legionarios, aprendieran a leer y a escribir. También como había crecido entre presos -José Millán Astray padre había sido director general de prisiones- creía mucho en la redención. Por eso en la Legión se admitía reclutas de toda procedencia [lo que según sus críticos, convertía a la legión en un cuerpo especialmente sanguinario] bajo la promesa de convertirse en un bravo legionario. ¿Carca? Yo creo que cada uno pertenecemos al momento histórico que vivimos. Mi padre solo fue una consecuencia del tiempo en qué vivió. A menudo, me dicen: 'Anda que si tu padre viviese...' Pero yo creo que se hubiese amoldado. Para eso soy sobrina segundona de Ortega y Gasset. Millán-Astray era él y sus circunstancias. La fama de sanguinario y el tema mal llevado de Unamuno no son propios de la persona que conocí... Pero en la Legión y en la guerra había que ser muy duro".
Sin revancha
Peregrina enseña el libro sobre la legión que escribió su padre. En la primera página aún se puede leer la dedicatoria. "A María de la Peregrina. Jamás pude pensar que la Virgen Santísima me concediera el don de la suprema dicha, de poder dedicarte a ti, hija queridísima, este libro que contiene todas las escenas de mi ardiente espíritu militar, la heroica Legión, mi hija mayor, y tú la pequeña. Tu amantísimo papá". Entonces, relata que su padre concibió a su hija mayor cuando le mandaron con 16 años a combatir a Filipinas. "Allí se dio cuenta de que hacía falta un cuerpo de voluntarios bien preparados porque sus compañeros eran muchachos que no sabían ni adónde iban. Después en África, vio cómo la guerra se cebaba con los españoles y reunió toda la documentación para crear un cuerpo similar a la Legión extranjera francesa pero adecuada a las virtudes y los defectos de los españoles. Fue un empeño personal y al final lo consiguió el 28 de enero de 1920".La creación de la Legión fue un éxito ya que su participación fue decisiva para la victoria en la guerra de Marruecos cuyo episodio más trágico fue el desastre de Annual (1921) en el que perdieron la vida alrededor de 8.000 españoles. Millán-Astray hija no tiene palabras agrias para Manuela Carmena. "No me gusta meterme en política. La alcaldesa ha conseguido ser elegida democráticamente. A mí si hace bien las cosas y sin revanchismo, no me parece mal pero por supuesto, el próximo sábado estaré en la marcha para apoyar a los Caballeros Legionarios".
Peregrina no conoció al Millán-Astray duro e implacable de la guerra. Ni tampoco al que decretaba la muerte de la inteligencia y a los intelectuales. Tampoco al de Barea: "Cuando atacaba, el Tercio no reconocía límites a su venganza. Cuando abandonaba un pueblo, no quedaba más que incendios y los cadáveres de hombres, mujeres y niños. Cuando se asesinaba a un legionario, se degollaban a todos los hombres de los pueblos vecinos, a no ser que se presentase el asesino". Esas son versiones. Y la más dulce, claro, pertenece a la memoria de los hijos. ¿Es verdad que cuando el general iba al dentista, lo pasaba tan mal que los legionarios le cantaban El novio de la muerte mientras le arreglaban la dentadura postiza? Ella se ríe. Se cuentan tantas cosas de su padre... Entonces recuerda cómo se sacaba el ojo de cristal y se lo enseñaba a los niños que solían quedarse alucinados mientras él les decía. "Esto por España".
Sí, hay visiones muy diferentes del general Millán-Astray. Sin embargo, hay un hecho incontestable en su vida: la creación de la Legión en 1920.
Peregrina termina su historia. "Como mi padre no sabía qué hacer con los dromedarios que le mandó el Califa Azul, los regaló a la Casa de Fieras del Retiro. Más tarde los mandaron al zoo. Ahí deben de estar los tataranietos".
Quizás Ahora Madrid los tenga ya en la lista negra.
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