viernes, 23 de octubre de 2015

POR ESPAÑA. TODO POR ESPAÑA

POR ESPAÑA. TODO POR ESPAÑA


Presentación1
Desde nuestra condición de soldados retirados, finalizado el servicio activo en las Fuerzas Armadas, pero no extinguido nuestro  compromiso, de por vida, contraído con la Patria; no sujetos, por tanto, al régimen específico de derechos y deberes de sus miembros y de las leyes penales y disciplinarias militares, queremos sumar nuestras voces castrenses a las de otros grupos de nuestra sociedad que han mostrado su preocupación por la deriva a que conducen a España los recientes acontecimientos nacionales que sufrimos.
Con este fin, expresamos nuestros pensamientos y sentimientos en voz alta y por escrito, para ofrecer a todos aquellos militares retirados, desde general a soldado, que, participando de ellos, quieran unirse a esta iniciativa, porque unidos somos más fuertes.
Por ello pedimos a los que estén conformes con el presente MANIFIESTO se adhieran al mismo con su firma a través del enlace que figura al final del mismo.
Sus firmas serán el aval de un pensamiento que solo busca la unidad de España y que, como parte de la sociedad, exponemos a sus Instituciones.

Recordando:
Que la Constitución española se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
Que, por tanto, no hay más Nación que España que ha de permanecer unida de manera ‹‹indisoluble››.
Que las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
Que el Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado.
Que la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey y que es obligado el cumplir las sentencias y demás resoluciones firmes de los Jueces y Tribunales.
Que las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no deberán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales, siendo la solidaridad un principio constitucional.
Que todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado.
Que si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
Que la defensa de España debe ser asumida por todos los españoles como asunto de indudable trascendencia y que todos los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España.
Que contra la amenaza independentista se han manifestado en defensa de España y su unidad, políticos, intelectuales, catedráticos, artistas, filósofos, escritores, académicos, periodistas, jueces y magistrados, economistas, y un largo etcétera de profesionales.
Que no se ha oído la voz de los soldados, aunque ya viejos soldados retirados que, sin representar a nadie, conservan en lo más íntimo del alma el sentimiento que les llevó a prestar su juramento y que, por mandato constitucional y hondo  sentimiento, han estado consagrados al gratificante deber del servicio a España y a su Constitución.
Afirmamos:
Nuestro sólido compromiso con la soberanía, la independencia, la integridad territorial y la unidad de España.
Nuestro respeto y cumplimiento de la Constitución y todas las leyes que de ella emanan.
Nuestro cada día mayor amor a España, inspirado en el honor, disciplina y valor, la inquebrantable lealtad y fidelidad al Rey y a las Fuerzas Armadas.
Nuestro juramento o promesa a la Bandera que fue, es y seguirá siendo nuestra guía y más firme compromiso.
Observando:
Con honda preocupación el gravísimo proyecto puesto en marcha por algunos partidos políticos para declarar la independencia de Cataluña, en contra del ordenamiento constitucional, la historia, el sentido común, la convivencia y la solidaridad.
La fractura que el proyecto independentista ha provocado en la sociedad catalana y española con enfrentamientos que se acentúan ante la provocación de algunas de sus  instituciones.
Que el paso del tiempo aumenta dicho riesgo por el continuo adoctrinamiento y enseñanza contra la idea de España y lo español.
Que el castellano es la lengua española a la que la Administración autonómica en Cataluña relega a un segundo plano impidiendo el deber y derecho de todos los españoles de conocerla y usarla.
El incumplimiento de las leyes respecto a los símbolos nacionales y las ofensas que no pocas veces se les dedica incluso desde instituciones de la propia Administración local y autonómica.
El resurgir de movimientos políticos que nos retrotraen a indeseables situaciones que propiciaron el enfrentamiento entre españoles en el pasado pero que no aportan mejores soluciones al estado de bienestar, como único objetivo al que tienen que dirigir todos sus esfuerzos las distintas opciones políticas que aspiren a gobernar España.
En definitiva, un recorte en las libertades individuales consagradas en la Constitución
Manifestamos:
Nuestra incertidumbre ante esta situación de flagrante incumplimiento, observando el discurrir del tiempo sin que haya habido una respuesta contundente que corrija y sancione esta ilegal deriva independentista.
Nuestro apoyo y solidaridad con todos los catalanes que se sienten limitados en sus derechos como españoles por la situación descrita y que se transmite en la vida diaria, en colegios, centros y administración autonómica.
Nuestro apoyo a todos los catalanes que dicen no al independentismo y SÍ a España.
La necesidad de una iniciativa legislativa que proporcione un mayor apoyo a nuestros símbolos nacionales que deben ser siempre respetados y estar amparados por leyes que se cumplan.
La necesidad de amparo y protección de nuestro idioma, lengua oficial del Estado, que todos los españoles tiene el deber de conocerla y el derecho a usarla.
Que la defensa de España debe ser asumida por todos los españoles y debe manifestarse en un  permanente sentimiento y conducta de unidad y esfuerzo común en el diario acontecer.
Nuestro convencimiento de que el diálogo es el camino de solución para cualquier conflicto, pero teniendo claro que la unidad de España ni se dialoga ni se negocia y que la solidaridad es un mandato constitucional.
Por todo ello, con el deseo de establecer la justicia, la libertad y la seguridad, así como promover el bien de cuantos integran la Nación española, manifestamos el deber de todos en la búsqueda y aplicación de soluciones que garanticen la convivencia democrática en el marco constitucional vigente.

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