INVESTIGACiÓN
A LA MAYOR FOrTUNA ANÓNIMA del PAÍS
Discreción, coches,
caza y seguridad: así es Aristrain, el objetivo número uno de Hacienda
El industrial procesado por 100 millones de fraude fiscal
vive bajo el radar sin llamar la atención. En 2012 alegó ante un juez que no
podía pagar ni una comida por el embargo de sus cuentas
<image001.jpg>José María Aristrain de la Cruz, en su
finca de caza en Cáceres.
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27.10.2015 – 05:00 H.
José María Aristrain de la Cruz es un nombre que a la
mayoría no le dice nada. Pero para la Agencia Tributaria
es
un caso especial, el hombre al que persigue desde hace una década y al que
acusa de 100 millones de fraude fiscal, una cifra insólita para una sola
persona. Aristrain, una de las mayores fortunas de España, lleva toda su vida
huyendo de los focos, sin acudir a actos públicos,
obsesionado con la
seguridad. Ocupa su tiempo en sus negocios -es de los principales
accionistas de
ArcelorMittal-,
la caza, su colección de 40 coches de lujo y su motora de 30 metros. Así es el
objetivo número uno de Hacienda.
El 7 de noviembre de 2012, el juzgado de instrucción 3 de Sevilla acoge una
declaración por impago de la pensión en un divorcio. Una de tantas. El acusado,
que entonces tenía 50 años, está denunciado por llevar ocho años sin pasarle la
pensión a su exmujer. Muchos no reconocen a Aristrain. Allí admite que el
dinero no es una de sus preocupaciones.
“Que no sabe sus ingresos
porque no cuenta su dinero, tiene muchas empresas y pierde y gana en
bolsa. Que no recuerda sus ingresos desde que nació, que no le preocupa”, se
lee en su declaración, a la que ha tenido acceso El Confidencial.
Aristrain justifica que no haya pagado la pensión a su exmujer en el último
año “por un embargo de un juzgado de Pozuelo”, que “le tiene paralizadas tanto
sus cuentas como las de sus sociedades”. “Estaría encantado de pagarle pero no
le deja el juez”, añade. El embargo es el que en 2006 dictó el titular del
juzgado de instrucción 4 de Pozuelo, cuando la Fiscalía le denunció. El
industrial sostiene que “a sus gastos habituales hace frente gracias a su
actual esposa”. Sí admite que
“evidentemente mantiene cuentas bancarias
en Suiza” y que estas “no las tiene embargadas porque ninguna
autoridad española lo puede hacer”. Cuando le preguntan por cuánto gana, no duda
en presentarse como un hombre austero: “Que actualmente no tiene capacidad
económica puesto que
el embargo hace que no pueda pagar ni una comida”.
Tras un largo periplo judicial, Aristrain y su exesposa,
la
sevillana María Palma Polonio, una excantante sevillana, llegaron a un
acuerdo. Pero la declaración da algunas claves sobre la personalidad de
Aristrain, alguien capaz de combinar una enorme fortuna con el ahorro de la
pensión compensatoria y que afirma que no puede pagar ni una comida. Ni María Palma
ni Aristrain han querido hablar para este reportaje.
No es el único frente familiar que le ha llevado a los tribunales. El 9 de
julio pasado, la fiscalía de Madrid pidió para él cuatro años de cárcel por un
delito de alzamiento de bienes. Según la acusación, su primo José Joaquín
simuló que le vendía el 25% de las acciones que tenía en la empresa de
transportes que compartían, llamada Transdubaris. Lo hizo en 2010 por un euro y
la acusación cree que así el primo evitó pagarle a su hermana 808.182 euros de
una herencia.
La fiscalía le pide cuatro años de cárcel por alzamiento
de bienes en una herencia familiar
La defensa de Aristrain sostiene que es absurdo, que la empresa de
transportes estaba en ruinas y que compró las acciones para limpiarla. La
prueba, afirma, es que poco después de comprar las acciones, Aristrain tuvo que
hacer
una ampliación de capital de dos millones de euros y que
ese sería el precio de la compra. Aseguran que la prima le implica porque sabe
que así tiene posibilidades reales de cobrar. La acusación de la prima insiste
en que simularon la venta para que esta no viera un euro de la herencia de su
padre.
El caso aún tiene recorrido pero, como los otros, deja una
pregunta en el aire: ¿por qué una persona con tanto dinero prefiere afrontar
problemas judiciales antes que pactar con Hacienda, pagar la pensión a su
exmujer o ventilar un problema de una herencia de una prima? Para intentar
entender su figura hay que retroceder una generación y subir al País Vasco más
duro. Su padre, José María Aristrain Noain, es una figura de leyenda. Nacido en
Argentina, llegó de pequeño a Ordizia (Gipúzcoa), de donde procedía su familia.
Montó un negocio de chatarra y
en 1955 fundó la fundición JM Aristrain
SA, en Olaberría. Posteriormente, inauguró plantas de fundición en
Madrid, Valencia y Barcelona. Ya había fundado la corporación José María
Aristrain, uno de los grandes grupos del acero.
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En 1962 nace en Annemase (en Francia pero muy cerca de Suiza) su hijo José
María, y más tarde lo hará su hermana María Ángeles. La familia Aristrain tiene
fama de
no haber cedido al chantaje etarra, de haber
sobrellevado los años de plomo del País Vasco a base de escoltas y mucho valor.
En 1980,
cuando Hacienda hizo públicas por primera vez las declaraciones
de la renta, es
el segundo hombre más rico de España, con
6.618 millones de pesetas, solo por detrás de José María Ruiz-Mateos, con el
que le unía una buena relación. José María Aristrain padre ayudó a levantar la
Universidad de Navarra. En mayo de 1986, Aristrain padre
fallece
en un accidente de helicóptero cuando sobrevolaba la Costa Azul. Los 1.800
empleados de la corporación pararon en señal de duelo. Aristrain hijo tiene
solo 24 años, es licenciado en derecho, sabe idiomas y hereda un imperio.
A finales de los ochenta, conoce a María Palma, una joven cantante
sevillana, hija del crítico taurino José Palma. Se casan poco después y tienen
tres hijos. Siempre con discreción, disfrutan de su enorme fortuna. Aristrain
amplía
la finca familiar de Valdepuercas (Cáceres), que
actualmente supera las 15.000 hectáreas. Es uno de los mayores latifundios de
España y donde tiene una reputada yeguada.
En 1990
compran la ganadería de toros bravos Aguadulce (que en 2003, cuando
se separan, pasa a ser “herederos de don José Aristrain de la Cruz”). Ese mismo
año, Aristrain sufre uno de los sobresaltos que explican su obsesión por la
seguridad. El 2 de marzo de 1990, la policía descubrió en Valdepuercas un zulo
en el que oficialmente ETA pretendía esconder a cinco presos que quería liberar
con un helicóptero pintado de la Cruz Roja del centro penitenciario Sevilla II.
El zulo fue excavado en un bosque de eucaliptos de la finca. La prensa
calificó
el plan como "rocambolesco". La familia sospechó que podía servir
para secuestrar al industrial. La seguridad es algo más que una prioridad.
Aristrain viaja rodeado de dos coches con guardaespaldas. Nunca abre un maletín
y pide a sus empleados que miren el contenido antes de acercarse.
Es en Valdepuercas donde se escapa siempre que puede, donde se relaja y
donde disfruta de la caza. “Allí es el mismo, le encanta el campo. Su padre
hacía safaris por África, pero a él lo que le gusta es Valdepuercas”, cuenta
una persona que le trató. No es especialmente sociable ni dado a codearse con
toda la aristocracia de las monterías. El
catálogo de trofeos de caza del Ministerio de Medio Ambiente
reserva un lugar destacado a los venados de oro que Aristrain ha abatido en su
finca.
Su otra pasión son los coches. Según gente que le trató, tiene unos 40 en
una nave. Hay deportivos y de época, incluso Fórmula 1 retirados. Aun así, él
puede aparecer
conduciendo un Smart para no llamar la atención.
Lo mismo le ocurre en el barco. Tiene un yate de más de 30 metros con el que
navega por el Mediterráneo pero no da fiestas y prefiere fondear en el mar a
atracar en puerto. No es como su padre, al que
la hemeroteca del
'ABC' muestra en numerosos actos sociales y benéficos. Sí hay
quien le recuerda hace años compitiendo con el entonces príncipe Felipe. Este
ponía el Bribón a toda vela y rivalizaba contra una lancha de Aristrain.
Durante años alterna su chalé en una lujosa urbanización privada en
Somosaguas (a las afueras de Madrid) con Sevilla, donde compra un palacete en
el centro. Ante el juez que le interrogó por el impago de la pensión, admitió
“disponer
de varios palacetes que ha heredado, y que la seguridad privada la
paga la empresa de la que es accionista”.
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Los negocios van viento en popa. En 1997,
entra en Aceralia gracias a
las privatizaciones que
emprende el Gobierno de Aznar. La Corporación Aristrain
consigue
entonces el 10% de Aceralia, que después se fusiona con la
luxemburguesa Arbed y la francesa Ursinor para dar lugar a Arcelor. En 2006, la
india Mittal lanza una opa y Aristrain, que apoya a Mittal,
se queda
con un 3% de ArcelorMittal. Se convierte en uno de los principales
accionistas de la sociedad, la mayor del mundo del acero, y ya es uno de los
grandes multimillonarios. 'Forbes' le sitúa ese año en el puesto 10 de los
españoles más ricos gracias a
una fortuna de 1.700 millones de dólares (unos 1.220
millones de euros).
Diversifica y compra edificios en la mejor zona de la capital, entre ellos
la antigua embajada de Reino Unido en Madrid, por la que paga unos 50,5
millones de euros. Alrededor tiene ya un palacete mudéjar y otro edificio.
Cerca de la sede del PP y la Audiencia Nacional, entre otros centros oficiales,
la manzana es un enjambre de policía, al gusto de alguien
obsesionado por la seguridad.
En 2006 traslada su residencia fiscal a Suiza, donde posee un chalé
entre Gstaad y Lausana que la prensa local cifra en más de 60 millones. En
Hacienda
salta una alarma cuando uno de sus grandes contribuyentes ha
dejado el país. Comienza entonces una investigación que concluye el 11
de julio de 2011, cuando la fiscalía le denuncia en el juzgado de guardia de
Pozuelo de Alarcón. Un viernes a las 8:30 de julio, agentes de la Oficina
Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) entran en su chalé de Somosaguas.
Se incautan de su agenda, descubren una serie de coches de alta gama que están
a nombre de una sociedad, a la que carga sus gastos personales. La acusación
utiliza sus viajes en el jet, sus gastos de calefacción y luz, sus alarmas y
gastos diarios, hasta sus compras de comida en El Corte Inglés para
demostrar que no pasa en Suiza los seis meses al año que exige la ley para
librarse de pagar impuestos en España.
Colecciona coches, incluyendo algún Fórmula 1, pero
conduce un Smart para no llamar la atención
No es solo que se haya ahorrado el IRPF y el impuesto de patrimonio, sino
que al vivir en Suiza
no ha tributado por las acciones de ArcelorMittal
que tiene en Luxemburgo. Según la Agencia Tributaria, solo en impuesto
de sociedades ha dejado de pagar casi 100 millones de euros. La defensa de
Aristrain
sostiene que sufre "un atropello", que
nunca ha ocultado sus acciones en Luxemburgo, por lo que no puede haber delito
fiscal, y que con Suiza solo puede haber un problema administrativo. Aunque el
juez del caso dio por terminada la instrucción en septiembre,
Aristrain confía en lograr el archivo de la causa porque aún caben
recursos.
Después de ese día de julio de 2011, que tiene marcado a fuego,
Aristrain
dejó de usar teléfono móvil, convencido de que fue clave para meterle
en problemas. Su salud se resintió y su carácter empeoró. Ha perdido peso
y tiene el pelo encanecido, según una persona que le ha visto. Poco queda del
hombre que firmó al firmar los acuerdos con la SEPI se hizo una de las pocas
fotos que existen de él en actos públicos. La instrucción se ha alargado
enormemente por las comisiones rogatorias a Suiza y Luxemburgo, pero Hacienda
está decidida y se ha empleado en llegar hasta el final. Fuentes próximas a la
Agencia Tributaria ven ya muy difícil la posibilidad de un pacto -las ofertas
de Aristrain han sido nimias para la Agencia Tributaria- y creen que el caso de
la residencia fingida en Suiza está muy atado.
¿Por qué no negoció con Hacienda antes de llegar tan lejos en la instrucción
penal, como sí hicieron Botín y otros tantos millonarios señalados por
Hacienda? Por lo mismo que afrontó un proceso por impago de la pensión y por lo
que está acusado por una herencia de un primo. Porque un
Aristrain no
cede. Aunque en el camino se deje la salud y parte de su
deseado anonimato.