¿Qué hay de malo en ello? Andrés Manrique Gutiérrez.- Teniente (R)
“¡Soldados! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor, cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?
Este es el primer compromiso que adquiere todo miembro de la milicia en los comienzos de su actividad profesional. Luego vendrán otros, pero esta es su profesión de fe. A nadie le obligan, solo a ellos. El artº 30 de la Constitución, párrafo 1 establece que “los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España”, pero mientras no haya necesidad, profesar la milicia es voluntario ¿Qué hay de malo en ello?
Por otra parte el “guardar la Constitución” conlleva […]”garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial […]” ¿Qué hay de malo en ello? Lo dice la Constitución.
Juan Soldado se pregunta qué tiene de malo el querer cumplir con su palabra, con su juramento. Juramento regulado por las más altas instituciones estatales y no extraído de ningún grupo minoritario con fines poco confesables. Juramento que le obliga a defender aquello que votaron positivamente un 88% de españoles ¡casi nada! Por eso se pregunta por qué frases como:
“Por España, todo por España” “Todo por la Patria” “A España servir hasta morir” producen en algunos pruritos en la piel cuando son solo frases con las que sintetizan un compromiso adquirido y encauzan su vida un grupo de españoles que, al servicio del resto de ciudadanos defienden aquello en lo que, en principio, están de acuerdo el conjunto de la ciudadanía. ¿Qué hay de malo en ello?
Los españoles saben que las FA,s acatan el principio de supremacía civil,-subordinación del poder militar al poder civil- que rige en España, y por primera vez en su historia, desde la Constitución del 78. Saben que la milicia es disciplinada y acata sin reservas el ordenamiento jurídico español. Saben que en lo fundamental y básico el conjunto de la milicia se encuentra unida. Saben que este grupo humano surge del conjunto de ciudadanos españoles con sus virtudes y defectos.
Juan Soldado no comprende por qué entonces determinados colectivos guardan aún ciertos resentimientos sobre los miembros de las FA,s cuando éstos son disciplinados empleados públicos al servicio del resto de los ciudadanos. Son un colectivo con vocación de servicio a España. ¿Qué hay de malo en ello?
Juan Soldado no oculta su condición de viejo soldado, sin apasionamientos habla de la profesión ¿Acaso hay que ocultarlo? ¿No es motivo de orgullo haber sido herramienta al servicio de España y sus conciudadanos? ¿Qué hay de malo en ello?
Hace años, de la Academia donde forjo su formación, desapareció el lema que la adornaba, “A España servir hasta morir”. Algo debía de molestar de esa bella frase pues pidieron su eliminación y así se hizo, (quien pidió que se suprimiera adujo que “[…] era una vergonzosa inscripción […] “una agresión al paisaje, al buen gusto y la libertad”). ¡Habla de libertad quien prohíbe y elimina la expresión de un sentimiento…!
Para Juan Soldado la frase no hacía más que ensalzar nobles sentimientos y suponía una guía de conducta para aquellos jóvenes que iniciaban su formación. Jóvenes, voluntarios, profesionales y con vocación de servicio dispuestos a ofrecer su vida por la igualdad, bienestar y libertad de los demás. ¿Qué hay de malo en ello?
Nos encontramos en España con gente que siempre se siente incómoda con lo nuestro y tradicional. Siempre hay gente que transgrede y trastoca la historia a su conveniencia –no hay más que dar un repaso-. Nuestra Bandera ondea en España desde hace siglos. El Himno Nacional, Marcha Real o Marcha de Granaderos como se llamaba anteriormente, fue creado también hace siglos. Pues bien, aún hay gente que quiere darle un significado erróneo. Estos símbolos quisieron ser cambiados, en otras épocas, por otros que nada tenían que ver con la tradición española y así durante diez años la melodía nacional fue cambiada por otras notas y la bandera asimismo durante seis años.
Juan Soldado exhibe su bandera, de la que se siente orgulloso y bajo la que ejecutó su juramento de servicio. Bandera que simboliza al conjunto de ciudadanos a los que se comprometió defender. ¿Qué hay de malo en ello?
Juan Soldado se emociona al oír los compases del “Himno Nacional Español”. ¿Qué hay de malo en ello?
Juan Soldado tiene respuestas para todas estas cuestiones, pero como la milicia, acata y cumple.
Andrés Manrique
Teniente (R)
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