sábado, 15 de octubre de 2016

FABRICANTES” DE INDEPENDENTISTAS Juan Miguel Mateo Castañeyra General de División (r)

 


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Fabricando independentistas
La situación en Cataluña es preocupante, muy preocupante. Una parte de su clase política desafía abiertamente al estado de derecho; encausados por diversos delitos se  muestran en público orgullosos de haberlos cometido; la radio pública incita con una encuesta, a oponerse por la fuerza, a que sean juzgados los que desafían las leyes; en el mismo sentido, un diputado del Parlamento de la Nación, (donde se hacen las leyes que tenemos que acatar todos), afirma públicamente, que solo se cumpliría lo que ordena el Tribunal Constitucional, si se impusiera por la Legión (nunca tendría la  Legión en sus 96 años de existencia, misión más sencilla); el Presidente de la autonomía, pone fecha para la realización de un referéndum ilegal; el Parlamento Catalán, da luz verde a leyes que preparan la “desconexión del estado”; parte importante de los catalanes se declara a favor de la independencia; y  un largo etcétera en el que cada noticia relacionada con este tema, supera en gravedad a la  anterior.
Y si todo esto no fuera de por sí preocupante, en la encuesta del CIS de cuáles son las principales preocupaciones de los españoles, el independentismo solo lo es para el 1,4 por ciento de los ciudadanos; lo que es el reflejo, o bien de una sociedad desinformada, o bien de una sociedad con una fatal tendencia a la autodestrucción, cualquiera de las dos hipótesis, igualmente preocupantes. Lo que tal vez explica, como un ¿partido político? de ámbito nacional, pueda obtener cinco, millones de votos, a pesar de reconocer el derecho a decidir de las diferentes regiones españolas.
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El Parlamento catalán llama a la desobediencia
Entre tanto, los dos principales partidos políticos nacionales, se tientan la ropa, midiendo cuidadosamente sus reacciones, no vaya a ser que les acusen de “fabricar independentistas”; acusación que se hacen mutuamente, y en la que curiosamente ambos tienen razón.
Porque a mi modo de ver los que fabrican independentista son:
-Los que por lograr un apoyo parlamentario que les permitiera gobernar, cedieron competencias que nunca debieron ceder, haciendo desaparecer prácticamente de Cataluña la estructura del estado central.
-Los que obligaron al adversario político a tener que buscar esos apoyos, al anteponer el fin partidista al bien común.
-Los que descabezaron a su propio partido en Cataluña, para facilitar la vida al principal partido nacionalista.
-Los que abdicaron de su obligación inspectora, para no irritar a los nacionalistas, como ha ocurrido entre otras muchas, con la inmersión lingüista.
-Los que pararon a la fiscalía del Estado para que no investigará los posibles casos de corrupción ligados a los partidos nacionalistas.
-Los que hacen la vista gorda ante el incumplimiento sistemático de leyes, como ocurre con la ley de Banderas.
-Los que afirmaron que apoyarían cualquier cosa que viniera aprobado por el parlamento de Cataluña.
-Los que acusan a sus adversarios políticos de fabricar independentistas, por recurrir un estatuto que resultó anticonstitucional, como si el responsable de un accidente fuera el que llevó las victimas a un hospital y no el conductor imprudente que infringió las normas de circulación.
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El ejemplo institucional
-Los que en lugar de cortar de raíz las veleidades nacionalistas, de quien son su representación y sucursal en Cataluña, los apoyan y comprenden
-Los que no sólo no responden a las provocaciones cuando se pita a nuestro Himno o se quema nuestra Bandera, sino que las justifican como propias de la libertad de expresión.
-Los que se pasan el día ideando reformas a la Constitución, para que estén más cómodos los nacionalistas, ignorando la evidencia, de que cuantas más “comodidades” han concedido, más han exigido.
-Los que arguyen como único argumento en contra de la independencia, que lo prohíbe la Constitución, en lugar de esgrimir que además y principalmente, lo que impide la independencia, es la razón, la historia y el signo de los tiempos; olvidando que la Constitución puede cambiarse, pero la esencia de España, no; porque es el producto de siglos de historia y de esfuerzo de muchas generaciones.
-Los que, en línea con lo anterior, no se cansan de repetir que en democracia todas las ideas son defendibles, cuando es evidente que no lo son; unas no lo son legalmente, porque van contra los derechos humanos, y otras no lo son moralmente, como esta de la independencia, porque son absurdas y porque van en contra del interés común de todos los ciudadanos. Que, si es cierto que el fin no justifica los medios, tampoco los medios justifican el fin.
-Los que cuáles avestruces, esconden la cabeza en la tierra para no ver el problema, creyendo que, al no hablar de él, este desaparece.
-Los que se muestran equidistantes entre los que defienden la unidad de España y los que tratan de destruirla.
-Los que les parece totalmente normal que los independentistas exhiban sus banderas y consideran como una provocación, que se exhiba la de todos los españoles; convirtiendo de esta forma lo ilegal en normal y lo legal en ilegítimo.
-Los que ven perfectamente legítimo y moderno el patriotismo de los independentistas y les parece provocador y “casposo” el de los españoles, cuando es justo todo lo contrario.
-Los que dicen que aplicar las leyes, en lugar de disuadir a los posibles delincuentes, los fomentan.
-Los que hablan de tender puentes, olvidando que, para hacerlo, primero se tiene ser fuerte en la otra orilla, porque de lo contrario es imposible.
-Los que, en fin, no vuelcan todo el inmenso poder político, económico, diplomático y de todo orden, que posee un moderno estado de derecho, para invertir la situación en Cataluña.
bandera-de-espanaTodos estos, con sus egoísmos, errores y dejaciones, unidos a los que laboran directamente para lograrlo, traicionando la Constitución gracias a la cual gobiernan en su autonomía, son los que, a lo largo de estos años, han “fabricado” tantos independentistas, que estos han pasado, de ser una exigua minoría sentimental, cuando en Cataluña no tenía ningún autogobierno, hasta casi rozar la mayoría, cuando se ha alcanzado el más alto grado de descentralización autonómica de Europa.
A pesar de ello, estoy seguro, que la sociedad española, incluida la catalana, como ha ocurrido en otras situaciones de crisis, sabrá reaccionar adecuadamente. Lo que es de esperar por el bien de todos, es que esa reacción se produzca lo suficientemente pronto para evitar una tragedia.
Juan Miguel Mateo Castañeyra
General de División (r)

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