Es uno de los helicópteros antitanque más letales, pero ahora el Apache se enfrenta a sus últimos años. ¿Cómo será su sucesor?
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Intimidación en el aire: así se intercepta a un enorme bombardero en pleno vuelo
Durante la Guerra Fría la abrumadora superioridad numérica de las tropas del Pacto de Varsovia en Europa dominaban las mentes de los planificadores estratégicos de la alianza occidental. En caso de guerra en el subcontinente europeo, las divisiones blindadas soviéticas, con o sin ayuda de armas nucleares tácticas, eran más que capaces de alcanzar el Canal de la Mancha en poco tiempo desbordando la Brecha de Fulda y desparramándose por las llanuras. A la hora de diseñar estrategias y sistemas de armas la idea era siempre compensar la ventaja en números absolutos de soldados y tanques del bando soviético (se calculaba una superioridad de tres a uno) por medio de ‘contrapesos’ estratégicos: el primero de ellos eran las armas nucleares y la amenaza de transformar en guerra atómica cualquier contienda convencional.
Un helicóptero contra los tanques
La experiencia de los helicópteros en Vietnam demostró su utilidad en el campo de batalla y la posibilidad de crear un aparato fuertemente armado con misiles anticarro para complementar el concepto del avión antitanque encarnado en el A-10 Warthog, heredero de los legendarios Ilyushin Il-2 Shturmovik y los P-47 Thunderbolt de la Segunda Guerra Mundial. La primera encarnación del concepto fue el AH-56 Cheyenne del que se fabricaron 10 prototipos, pero que por diversos problemas se canceló en 1972. El proyecto del Apache nació de esta cancelación y de la necesidad del ejército de Tierra estadounidense de un helicóptero anticarro más potente, maniobrable y con mayor alcance que el AH-1 Cobra.Armado con un cañón de fuego rápido de 30 mm con 1.200 disparos y capacidad para 16 misiles Hellfire, el Apache es un cazacarros letal
El AH-64 Apache es un bimotor con hélice de cuatro palas y rotor trasero también de cuatro palas con dos tripulantes, un piloto (en el asiento posterior) y un artillero; ambos pueden intercambiar sus funciones. El aparato está diseñado para ser resistente a daños de combate; las aspas del rotor pueden encajar impactos de cañones de hasta 23 mm (por ejemplo, los del antiaéreo ZSU-23-4 Shilka soviético) y la tripulación y las áreas vitales están protegidas por 1.100 kg de blindaje.
Armado con un cañón de fuego rápido de 30 mm con 1.200 disparos y con la capacidad de llevar 16 misiles Hellfire o lanzadores de cohetes no guiados Hydra de 70 mm, el Apache es un cazacarros letal: un batallón (18 aparatos) es teóricamente capaz de destruir 288 tanques en una salida. Por no mencionar que para cualificarse un artillero debe demostrar la capacidad de alcanzar un impacto en un blanco de tamaño camión por cada 30 disparos del cañón a entre 800 y 1.200 metros, suficiente para destripar cualquier vehículo no blindado.
La versión AH-64D Longbow recibió una nueva cabina ‘de cristal’ con el instrumental en pantallas planas, nuevos motores y un radar de control de fuego situado en un radomo sobre la hélice principal que les permite controlar 128 blancos y disparar a 16 simultáneamente, además de intercambiar datos entre varios aparatos. La última versión, el AH-64E Guardian, mejora los motores y la electrónica e incluye la capacidad de controlar drones además de permitir su uso en combate marítimo.
El Apache tiene un largo historial en combate desde la Invasión de Panamá en 1989 a ambas Guerras del Golfo o su actual uso en Yemen
El Apache tiene un largo historial en combate desde la Invasión de Panamá en 1989 a ambas Guerras del Golfo o su actual uso en Yemen, pasando por la lucha antiterrorista en Israel, ataques desde buques anfibios en Libia por parte de los británicos o su presencia en Kosovo en 1999. Durante las guerras de Iraq y Afganistán, los Apache han realizado miles de misiones de apoyo a fuerzas de tierra, en la mayoría de los casos con sus radares Longbow desmontados.
De los problemas del Apache a su sucesor
Aunque su utilidad no se pone en duda el AH-64 ha demostrado necesitar un enorme respaldo logístico; los 24 ejemplares desplazados a Kosovo necesitaron más de 26.000 toneladas de pertrechos y repuestos. Para colmo problemas de entrenamiento de tripulaciones y equipos de tierra malograron la misión. Una vez resueltos algunos de estos problemas los Apache demostraron no ser invulnerables en combate: han sido derribados a veces y en una ocasión memorable en 2003 un batallón entero fue emboscado por fuerzas de la Guardia Republicana iraquí resultando dañados 31 ejemplares (y derribado uno de ellos). A pesar de ello se trata del helicóptero anticarro con mejor reputación de la alianza occidental. Diferentes versiones están en servicio con los ejércitos de Israel, Grecia, Japón, Egipto, Arabia Saudí, Holanda, Gran Bretaña o Taiwan. Otros, como la India, han mostrado interés en su adquisición.'Future Vertical Lift' pretende reeemplazar la mayoría de los helicópteros del ejército estadounidense por una única familia de aeronaves optimizadas para una serie de funciones diferentes, pero con elementos comunes como los sistemas de control y mantenimiento. La idea es reducir el coste de adquisición, operación y entrenamiento, rebajar sustancialmente los costes de mantenimiento y la huella logística y conseguir aeronaves con mayor velocidad, rango y capacidad de carga que las actuales. Para ello será necesario aprovechar los avances en materiales y técnicas para desarrollar diseños mucho más capaces que los actuales. Para las empresas el caramelo son los números: se espera que de las diferentes categorías del FVL se acaben adquiriendo más de 4.000 ejemplares.
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