Hermandad de los Caballeros Legionarios de Barcelona
'Los separatistas no saben nada de Cataluña ni de su gente'
Jesús Cañadas, presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona recibe a Gaceta.es en su sede. Hay un Cristo, una capilla y mucho amor a España. Todo, en la Barcelona regida por Ada Colau y en la Cataluña secesionista... Una aventura.
Rosa Cuervas-Mons
Miércoles, 26. Octubre 2016 - 17:23
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A Jesús Cañadas lo vimos en Madrid, en la Puerta del Sol, cuando sus hermanos legionarios de la capital gritaron el 'a mí la Legión' para defender a su fundador, Millán Astray, a quien el Ayuntamiento de Marid quiere retirar su calle. Allí estaban ellos, los miembros de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona. Situada en un amplio pero modesto local cerca de Santa Coloma, la Hermandad es punto de encuentro de antiguos legionarios, divisionarios, hombres, mujeres y "todo aquel que necesite ayuda". Así lo explica a Gaceta.es su presidente, Jesús Cañadas: "Desde la Hermandad intentamos enseñar a quien no ha podido verlo ni vivirlo cómo es la vida militar, la disciplina, el saber estar, la caballerosidad, los valores que tiene la Legión y que se están perdiendo". "¿La labor social? Al que pide ayuda, le ayudamos, ya puede ser de cualquier color, raza, religión... Aquí se intenta ayudar, si se puede, a todo el mundo".
La sede de la Hermandad, en Barcelona | Gaceta.es
Como prueba, en el paseo por el campo de 'maniobras' y ejercicios -un espacio abandonado hasta que cayó en manos de los antiguos legionarios- Cañadas señala un pequeño huerto ecológico. "Es para los niños discapacitados. Vienen aquí y estamos muy contentos -la Hermandad los ha hecho miembros honoríficos- y ellos también, porque después de muchas andaduras por todos esos ayuntamientos tan sociales, no les ayudaban y aquí la Hermandad los acoge". Organizan, además, recogidas de alimentos y campañas de captación de fondos para enfermedades y causas minoritarias, que no cuentan con la atención de grandes instituciones. "Durísimas para el que lo padece pero que no interesan mucho", dice Cañadas.
Lo cuenta en su despacho, lleno, como el resto de dependencias de la Hermandad -que simula un tercio legionario- de recuerdos del Ejército. No son, ni lo pretenden, una ONG. En dos minutos de paseo hemos visto un oratorio con el Cristo de la Legión; una capilla con la foto de Millán Astray y la leyenda, sobre el altar, Yo soy la verdad; banderines de la División Azul; apelaciones al Credo Legionario; banderas de España y un enérgico 'Desperta Ferro'. Paseo no apto para hispanófobos ni, seguramente, para los nuevos inquilinos del Ayuntamiento de su ciudad, de Barcelona. "¿Ada Colau? No sabe la ciudad que tiene en sus manos. Se dedica a hablar del mosaico multicultural. Multicultural... pero sin los legionarios. Le sirven todos menos los que queremos a España. A veces pienso que si triunfa el separatismo, qué van a hacer con nosotros. ¿Campos de concentración, de exterminio?".
Lemas legionarios en el 'Patio de armas' de la Hermandad | Gaceta.es
El oratorio de los legionarios, con el Cristo | Gaceta.es
Reconoce Jesús Cañadas que la relación con el Ayuntamiento, que quiere hacerse con el terreno en el que está la Hermandad, es tensa. "Ahora ya atacan directamente, dicen que no quieren ningún legionario en toda Cataluña. Que una señora que es, entre comillas, mi alcaldesa, se permita decir que no quiere a un colectivo... Tampoco les gusta que tengamos aquí al Cristo. El Padre Custodio [capellán de la Hermandad], cuando sale por Hospitalet tiene que ir con el Cristo y la Virgen por la acera porque le tienen prohibido procesionar con ellos por la calle". "Los españoles -lamenta- somos para ellos los de quinta clase".
Sabe, porque lo siente, que la mayoría de la ciudad quiere a la Hermandad y a los legionarios, pero no esconde la fractura social y el odio que el separatismo está llevando a las calles de Barcelona. Le preguntamos por la agresión sufrida por un miembro de la Hermandad en el Metro de Barcelona. ¿El motivo? Llevar una bandera de España. "Es el pan nuestro de cada día, al cabo del año hay muchas agresiones. Y no sólo a legionarios. Ir con la bandera o con un distintitvo de España, si tienes la mala suerte de coincidir con estos colectivos de la CUP y ERC... Como no tienen ningún problema y son siempre absueltos...".
En la pared exterior, el escudo de la Legión y las banderas de España y Cataluña. La rojigüalda sufre, de cuando en cuando, el ataque de los radicales separatistas | Gaceta.es
Explica que aquel día del Metro, la policía acabó pidiendo la identificación al agredido y a unos jóvenes que salieron en su ayuda. Los agresores salieron "a sus anchas. Y nadie va a ir a buscarlos". Lo preocupante, explica, es la fractura social que este radicalismo crea. "Cuando estás en una mesa ya tienes que ver qué hablas y qué no hablas dependiendo de a quién tengas al lado. Hay quien, por miedo, en su trabajo no puede decir lo que piensa". Y, sobre las agresiones y el odio a España, lo tiene claro: "En todos lados quieren a su ejército. Cuando pasa algo, ¿quién está ? ¿Quién hay ahora en Haití? ¿Están los gandules de ERC? En el fondo no hay ni uno". Y, lo peor, señala, es el desconocimiento que, a su juicio, tienen los separatistas de la propia Cataluña. "No quieren a la bandera catalana, sino al trapo ese que no sabemos de dónde lo han sacado… La señera también nos la han quitado". Recuerda Jesús Cañadas su infancia en Barcelona. Toda, hablando en catalán, también en el colegio. "La Misa del gallo se hacía en catalán, había corales, había cultura, se quería a Cataluña y a España. Ahora, estos no saben ni lo que es una sardana, no se hace nada, sólo el ruido y las litronas. No saben nada de su pueblo y de su gente, no saben nada de la historia".
El problema, explica Jesús, es que la contracultura, la corriente del odio a España, cuenta con muchos más recursos que, por ejemplo, los de la Hermandad. "Como todas las hermandades, la nuestra se compone de gente que pasa muchas penurias, pero aún así pudimos fletar dos autobuses para ir a Madrid a defender la calle Millán Astray", explica. "El enemigo lo hace todo a base de dinero. Tienen a unas 120.000 personas prácticamente a sueldo, pero, les quitas el dinero y no va nadie". Y sigue con sus quejas: "Les hemos dejado [a los separatistas], campar a sus anchas y estamos recogiendo los frutos". De la calle Millán Astray, no lo duda. "El cambio de nombre, el correo, el censo… ¿Por qué no destinan ese dinero a ayudar a la gente? ¿Avenida de la inteligencia? -dice en referencia al nombre propuesto por el Ayuntamiento para sustituir a la calle del fundador de la Legión- ¿pero qué inteligencia, si no tienen?".
La sede de la Hermandad, en Barcelona | Gaceta.es
Como prueba, en el paseo por el campo de 'maniobras' y ejercicios -un espacio abandonado hasta que cayó en manos de los antiguos legionarios- Cañadas señala un pequeño huerto ecológico. "Es para los niños discapacitados. Vienen aquí y estamos muy contentos -la Hermandad los ha hecho miembros honoríficos- y ellos también, porque después de muchas andaduras por todos esos ayuntamientos tan sociales, no les ayudaban y aquí la Hermandad los acoge". Organizan, además, recogidas de alimentos y campañas de captación de fondos para enfermedades y causas minoritarias, que no cuentan con la atención de grandes instituciones. "Durísimas para el que lo padece pero que no interesan mucho", dice Cañadas.
Lo cuenta en su despacho, lleno, como el resto de dependencias de la Hermandad -que simula un tercio legionario- de recuerdos del Ejército. No son, ni lo pretenden, una ONG. En dos minutos de paseo hemos visto un oratorio con el Cristo de la Legión; una capilla con la foto de Millán Astray y la leyenda, sobre el altar, Yo soy la verdad; banderines de la División Azul; apelaciones al Credo Legionario; banderas de España y un enérgico 'Desperta Ferro'. Paseo no apto para hispanófobos ni, seguramente, para los nuevos inquilinos del Ayuntamiento de su ciudad, de Barcelona. "¿Ada Colau? No sabe la ciudad que tiene en sus manos. Se dedica a hablar del mosaico multicultural. Multicultural... pero sin los legionarios. Le sirven todos menos los que queremos a España. A veces pienso que si triunfa el separatismo, qué van a hacer con nosotros. ¿Campos de concentración, de exterminio?".
Lemas legionarios en el 'Patio de armas' de la Hermandad | Gaceta.es
El oratorio de los legionarios, con el Cristo | Gaceta.es
Reconoce Jesús Cañadas que la relación con el Ayuntamiento, que quiere hacerse con el terreno en el que está la Hermandad, es tensa. "Ahora ya atacan directamente, dicen que no quieren ningún legionario en toda Cataluña. Que una señora que es, entre comillas, mi alcaldesa, se permita decir que no quiere a un colectivo... Tampoco les gusta que tengamos aquí al Cristo. El Padre Custodio [capellán de la Hermandad], cuando sale por Hospitalet tiene que ir con el Cristo y la Virgen por la acera porque le tienen prohibido procesionar con ellos por la calle". "Los españoles -lamenta- somos para ellos los de quinta clase".
Sabe, porque lo siente, que la mayoría de la ciudad quiere a la Hermandad y a los legionarios, pero no esconde la fractura social y el odio que el separatismo está llevando a las calles de Barcelona. Le preguntamos por la agresión sufrida por un miembro de la Hermandad en el Metro de Barcelona. ¿El motivo? Llevar una bandera de España. "Es el pan nuestro de cada día, al cabo del año hay muchas agresiones. Y no sólo a legionarios. Ir con la bandera o con un distintitvo de España, si tienes la mala suerte de coincidir con estos colectivos de la CUP y ERC... Como no tienen ningún problema y son siempre absueltos...".
En la pared exterior, el escudo de la Legión y las banderas de España y Cataluña. La rojigüalda sufre, de cuando en cuando, el ataque de los radicales separatistas | Gaceta.es
Explica que aquel día del Metro, la policía acabó pidiendo la identificación al agredido y a unos jóvenes que salieron en su ayuda. Los agresores salieron "a sus anchas. Y nadie va a ir a buscarlos". Lo preocupante, explica, es la fractura social que este radicalismo crea. "Cuando estás en una mesa ya tienes que ver qué hablas y qué no hablas dependiendo de a quién tengas al lado. Hay quien, por miedo, en su trabajo no puede decir lo que piensa". Y, sobre las agresiones y el odio a España, lo tiene claro: "En todos lados quieren a su ejército. Cuando pasa algo, ¿quién está ? ¿Quién hay ahora en Haití? ¿Están los gandules de ERC? En el fondo no hay ni uno". Y, lo peor, señala, es el desconocimiento que, a su juicio, tienen los separatistas de la propia Cataluña. "No quieren a la bandera catalana, sino al trapo ese que no sabemos de dónde lo han sacado… La señera también nos la han quitado". Recuerda Jesús Cañadas su infancia en Barcelona. Toda, hablando en catalán, también en el colegio. "La Misa del gallo se hacía en catalán, había corales, había cultura, se quería a Cataluña y a España. Ahora, estos no saben ni lo que es una sardana, no se hace nada, sólo el ruido y las litronas. No saben nada de su pueblo y de su gente, no saben nada de la historia".
El problema, explica Jesús, es que la contracultura, la corriente del odio a España, cuenta con muchos más recursos que, por ejemplo, los de la Hermandad. "Como todas las hermandades, la nuestra se compone de gente que pasa muchas penurias, pero aún así pudimos fletar dos autobuses para ir a Madrid a defender la calle Millán Astray", explica. "El enemigo lo hace todo a base de dinero. Tienen a unas 120.000 personas prácticamente a sueldo, pero, les quitas el dinero y no va nadie". Y sigue con sus quejas: "Les hemos dejado [a los separatistas], campar a sus anchas y estamos recogiendo los frutos". De la calle Millán Astray, no lo duda. "El cambio de nombre, el correo, el censo… ¿Por qué no destinan ese dinero a ayudar a la gente? ¿Avenida de la inteligencia? -dice en referencia al nombre propuesto por el Ayuntamiento para sustituir a la calle del fundador de la Legión- ¿pero qué inteligencia, si no tienen?".