El último incidente, protagonizado por un grupo de más de 100 vendedores ilegales, ha dejado tres agentes heridos leves, y tres manteros detenidos por atentado y alteración del orden público.
Rosalina Moreno
Martes, 9. Agosto 2016 - 11:46
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Al menos 18 policías han resultado heridos por manteros en los dos últimos meses en Palma, regida por el socialista José Hila. El último episodio, que ha tenido lugar en la madrugada de este pasado domingo, ha acabado con tres policías heridos y tres vendedores ambulantes arrestados tras un violento altercado en s'Arenal protagonizado por más de un centenar de ambulantes ilegales africanos, que recoge un vídeo de Telecinco.
El suceso tuvo lugar pasadas las once de la noche entre las calles Missió de Sant Diego y Pare Bartomeu Salvà, conocida como 'la calle del jamón', a raíz de una intervención policial, a la que los manteros reaccionaron violentamente. Según han informado fuentes policiales, se produjo un incidente entre el vigilante de seguridad de un establecimiento y un vendedor ambulante.
La llegada de la Policía Local al lugar encrespó los ánimos y en pocos minutos se congregaron más de un centenar de africanos frente a un amplio dispositivo policial formado por unos 30 agentes locales.
Los agentes, perpetrados con material antidisturbios, trataban de dispersar a la muchedumbre, pero ésta reaccionó con empujones e incluso lanzando taburetes, por lo que la Policía cargó entonces contra la multitud para dispersarla. La batalla campal se prolongó durante una hora y media y los turistas buscaron refugio en los locales de ocio aledaños.
Durante el altercado, tres agentes sufrieron lesiones de carácter leve, y se solicitó la presencia de una ambulancia para que fueran atendidos. Uno de ellos recibió un golpe en la cara y precisó varios puntos de sutura en la ceja.
Tres manteros fueron detenidos, acusados de atentado y alteración del orden público, y el dispositivo policial se prolongó durante buena parte de la madrugada para evitar nuevos incidentes.
El pasado 23 de julio por la noche y también en s'Arenal ocurrió otro incidente, que se saldó con un agente herido a manos de un mantero que vendía gafas de sol. Cuando dos policías municipales que vigilaban la zona le dieron el alto, el individuo les hizo una peineta y echó a correr. Los agentes salieron detrás a la carrera y solicitaron refuerzos.
El vendedor trató de esconderse en el interior de un local y cuando intentó abandonar el establecimiento, un policía motorizado le esperaba. Entonces, el individuo se abalanzó contra el agente y lo tiró al suelo, provocándole magulladuras y rompiéndole el pantalón. También le golpeó con la mochila que portaba. Fue detenido por un delito de atentado contra un agente de la autoridad.
Se da la circunstancia de que la presión policial contra los manteros no ha impedido que estos sigan acudiendo cada día a las zonas más turísticas de Palma, provocando una gran malestar entre los comerciantes de la zona, indignados por esta venta ilícita e ilegal que supone competencia desleal para ellos.
Esta estampa se reproduce por la costa española y en ciudades como Barcelona y Madrid. Además, en la Ciudad Condal, regida por la podemita Ada Colau, los manteros montan incluso mercadillos rebeldes para denunciar que no pueden trabajar, pese a que su actividad es ilegal, y exigir soluciones al gobierno municipal. La ocurrencia de Colau frente a esta problemática ha sido la de multar a los compradores para frenar al top manta.
Según ha denunciado en este diario la popular Ángeles Esteller, “Ada Colau ha debilitado a la Guardia Urbana y ha fortalecido a los manteros”. “Tanto es así, que ahora dicen que no pueden trabajar, cuando tienen una actividad ilegal que hace la competencia desleal al comercio, que paga impuestos y crea trabajos”, remacha Esteller. Además, explica que estos "antes salían corriendo cuando veían a la Guardia Urbana, pero que ahora “se quedan en su sitio y les tiran piedras y más de 30 guardias urbanos han resultado heridos”.
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La llegada de la Policía Local al lugar encrespó los ánimos y en pocos minutos se congregaron más de un centenar de africanos frente a un amplio dispositivo policial formado por unos 30 agentes locales.
Los agentes, perpetrados con material antidisturbios, trataban de dispersar a la muchedumbre, pero ésta reaccionó con empujones e incluso lanzando taburetes, por lo que la Policía cargó entonces contra la multitud para dispersarla. La batalla campal se prolongó durante una hora y media y los turistas buscaron refugio en los locales de ocio aledaños.
Durante el altercado, tres agentes sufrieron lesiones de carácter leve, y se solicitó la presencia de una ambulancia para que fueran atendidos. Uno de ellos recibió un golpe en la cara y precisó varios puntos de sutura en la ceja.
Tres manteros fueron detenidos, acusados de atentado y alteración del orden público, y el dispositivo policial se prolongó durante buena parte de la madrugada para evitar nuevos incidentes.
El pasado 23 de julio por la noche y también en s'Arenal ocurrió otro incidente, que se saldó con un agente herido a manos de un mantero que vendía gafas de sol. Cuando dos policías municipales que vigilaban la zona le dieron el alto, el individuo les hizo una peineta y echó a correr. Los agentes salieron detrás a la carrera y solicitaron refuerzos.
El vendedor trató de esconderse en el interior de un local y cuando intentó abandonar el establecimiento, un policía motorizado le esperaba. Entonces, el individuo se abalanzó contra el agente y lo tiró al suelo, provocándole magulladuras y rompiéndole el pantalón. También le golpeó con la mochila que portaba. Fue detenido por un delito de atentado contra un agente de la autoridad.
Se da la circunstancia de que la presión policial contra los manteros no ha impedido que estos sigan acudiendo cada día a las zonas más turísticas de Palma, provocando una gran malestar entre los comerciantes de la zona, indignados por esta venta ilícita e ilegal que supone competencia desleal para ellos.
Esta estampa se reproduce por la costa española y en ciudades como Barcelona y Madrid. Además, en la Ciudad Condal, regida por la podemita Ada Colau, los manteros montan incluso mercadillos rebeldes para denunciar que no pueden trabajar, pese a que su actividad es ilegal, y exigir soluciones al gobierno municipal. La ocurrencia de Colau frente a esta problemática ha sido la de multar a los compradores para frenar al top manta.
Según ha denunciado en este diario la popular Ángeles Esteller, “Ada Colau ha debilitado a la Guardia Urbana y ha fortalecido a los manteros”. “Tanto es así, que ahora dicen que no pueden trabajar, cuando tienen una actividad ilegal que hace la competencia desleal al comercio, que paga impuestos y crea trabajos”, remacha Esteller. Además, explica que estos "antes salían corriendo cuando veían a la Guardia Urbana, pero que ahora “se quedan en su sitio y les tiran piedras y más de 30 guardias urbanos han resultado heridos”.
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