martes, 9 de agosto de 2016

GUSTAVO BUENO :ENTRE LA CULTURA Y EL AMOR ...General Davila

Gustavo Bueno: entre la cultura y el amor

Se despidió de su mujer con un guiño de profunda sabiduría.
-Vete yendo que ahora voy yo.
Tan complejo y tan sencillo. Sin ti no soy nada.
Carmen Sánchez Revilla y Gustavo Bueno se han ido uno detrás del otro. Él, el conocido; ella, quien le conocía. Nadie más. Ya están de nuevo juntos, incapaces de pensar sin sentirse.
Ha sido para siempre. Él lo llamaba de otra manera, pero, para entendernos, es lo que nosotros llamamos eternidad. Vivió con tanta sencillez como pasión, sin querer decirlo ni exhibirlo, entre la cultura y el amor. Los grandes pilares del pensamiento humano. Cultura como uno de los ideales prácticos de mayor rango, de rango superior al Estado de Derecho, decía el filósofo. Del amor habló poco o quizá todo lo que escribió fue fruto del amor. Seguro que sí, nos reconocería Carmen.
Me quedo con la eterna duda que siempre me transmitió su lectura. También cuando hablaba o me hipnotizaban sus manos que movía a la par que su voz. En algún sitio le oí decir que el problema más serio con el que uno puede encontrarse es tener todo respondido. Sabiendo tanto se ha ido con un armario lleno de preguntas para las que no tuvo tiempo de responder. Sabía que no todo se sabía.
No fue un animal que matase con su mirada. Tampoco agachaba la cabeza. Entre el basilisco y el catoblepas fue, por encima de ellos, bueno, Gustavo Bueno, un hombre bueno. Extraordinario además de valiente. Nada le detuvo. En uno de sus Rasguños escribió también sobre las Fuerzas Armadas: Parábola sobre el general Mena. Su parábola arranca de la analogía entre una sociedad política y un barco. Una nave que estuvo y está en grave peligro.
Se lo recomiendo.

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