Ignacio Cosidó ha decidido mantener a Antonio Rodríguez como director adjunto en funciones y no cubrir la vacante dejada por el ex jefe de la Judicial
El Ministerio del Interior y la Dirección General de la Policía han decidido, definitivamente, estar en funciones. Tras una serie de nombramientos y ceses que han traído consigo una guerra de comisarios latente desde hace tiempo, el Cuerpo Nacional se mantendrá con puestos de relevancia vacantes para evitar nuevos conflictos.
Ignacio Cosidó, Fernández Díaz y Eugenio Pino.
Hace cuatro meses, El Confidencial Digital anunció que España corría el riesgo de quedarse sin cúpula policial en plena situación de alerta terrorista de nivel 4. Las jubilaciones anunciadas del director adjunto operativo, Eugenio Pino; y del comisario general de la Policía Judicial, José Santiago Álvarez Aparicio , amenazaban con dejar un gran vacío en el Cuerpo.
Efectivamente, en junio ambos mandos policiales dejaron vacantes sus puestos. Y la disputa por ocupar el cargo de DAO provocó que saliera a la luz una guerra de comisiarios que acabó con la publicación de las grabaciones a Fernández Díaz en su despacho.
Desde Interior sospecharon desde el principio, de Marcelino Martín Blas, que ansiaba ese puesto, y de su enemigo desde hacía meses, José Manuel Villarejo.
En el caso de la Comisaría General de Policía Judicial, se optó por dejar vacante el puesto de Santiago Álvarez Aparicio por las mismas razones.
Esa situación de interinidad, sin embargo, se va a prolongar en las próximas semanas. Según explican a El Confidencial Digital altos mandos policiales, Interior ha detectado que hay varios comisarios expectantes para, ante cualquier decisión de la cúpula, maniobrar en contra del elegido y realizar filtraciones a los medios.
Ante este panorama, tanto el Ministerio como la actual dirección de la Policía han decidido mantener a Rodríguez como DAO provisional y dejar sin comisario principal a la Policía Judicial hasta que no se forme nuevo gobierno.
Efectivamente, en junio ambos mandos policiales dejaron vacantes sus puestos. Y la disputa por ocupar el cargo de DAO provocó que saliera a la luz una guerra de comisiarios que acabó con la publicación de las grabaciones a Fernández Díaz en su despacho.
Desde Interior sospecharon desde el principio, de Marcelino Martín Blas, que ansiaba ese puesto, y de su enemigo desde hacía meses, José Manuel Villarejo.
Sin nombramientos para evitar más conflictos
El estallido de esa guerra provocó que el Ministerio decidiera situar a Antonio Rodríguez, subdirector general de Recursos Humanos, como director adjunto operativo en funciones. El objetivo era otorgarle esa responsabilidad hasta que se calmara la situación antes de realizar un nombramiento definitivo.En el caso de la Comisaría General de Policía Judicial, se optó por dejar vacante el puesto de Santiago Álvarez Aparicio por las mismas razones.
Esa situación de interinidad, sin embargo, se va a prolongar en las próximas semanas. Según explican a El Confidencial Digital altos mandos policiales, Interior ha detectado que hay varios comisarios expectantes para, ante cualquier decisión de la cúpula, maniobrar en contra del elegido y realizar filtraciones a los medios.
Ante este panorama, tanto el Ministerio como la actual dirección de la Policía han decidido mantener a Rodríguez como DAO provisional y dejar sin comisario principal a la Policía Judicial hasta que no se forme nuevo gobierno.
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