Imagen de una de las detonaciones subida a su cuenta de Twitter por el alcalde de El Port de la Selva, Josep Maria Cervera
Artificieros de la Armada con base en Cartagena y efectivos del Grupo especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil han explosionado hoy en el Port de la Selva (Gerona) una mina de orinque de la Segunda Guerra Mundial que contenía 300 kilos de explosivo de hexolita.
La mina fue localizada el pasado domingo por un vecino de la localidad, José Puigvert, y su hijo, frente a la cala Tamariua, sumergida a unos 27 metros de profundidad sobre un fondo de arena.
Al percatarse de que podría tratarse de una mina, dieron cuenta del hallazgo al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.
Buceadores de este grupo hicieron una inmersión en la zona y comprobaron que se trataba de una mina de orinque, por lo que pusieron en marcha los protocolos reglamentarios en estos casos y dieron cuenta del hallazgo a la Armada, que es el estamento competente para destruir este tipo de artefactos.
Media docena de artificieros de la Armada salieron ayer por la tarde de la base de Cartagena y han llegado hoy al Port de la Selva.
Después de que buceadores de la Guardia Civil hayan balizado la zona, los artificieros de la Unidad de Buceadores de Medidas contra Minas de la Armada han procedido al contraminado del artefacto, de 120 centímetros de alto y 118 centímetros de diámetro, modelo EMD/II.
Le neutralización ha sido laboriosa, ya que ha necesitado de tres contraminados; el primero se ha realizado a las 15:20 horas pero sólo ha conseguido agrietar el contenedor del explosivo,
Pocos minutos después de las 16:00 horas ha habido una segunda detonación que ha desplazado la mina y ha desbaratado el mecanismo de detonación, pero ha dejado el explosivo a la vista, por lo que ha sido necesaria una tercera intervención de los artificieros.
Alrededor de las 17:42 se ha hecho la tercera detonación y se ha producido una gran explosión que ha destruido totalmente la carga.
La mina estaba situada a entre 2 y 3 millas de la bocana del puerto del Port de la Selva y a unos 300 metros de la línea de la costa, una distancia suficiente para que no haya sido necesario cortar los accesos a la zona.
Pese a ello, la Guardia Municipal de la localidad y los Mossos d'Esquadra han evitado que los bañistas se metieran en el agua durante todo el tiempo que ha durado el dispositivo.
El tráfico marítimo ha sido controlado por la patrullera del servicio marítimo de la Guardia Civil y por la embarcación de Protección Civil de la localidad.
La mina fue localizada el pasado domingo por un vecino de la localidad, José Puigvert, y su hijo, frente a la cala Tamariua, sumergida a unos 27 metros de profundidad sobre un fondo de arena.
Al percatarse de que podría tratarse de una mina, dieron cuenta del hallazgo al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.
Buceadores de este grupo hicieron una inmersión en la zona y comprobaron que se trataba de una mina de orinque, por lo que pusieron en marcha los protocolos reglamentarios en estos casos y dieron cuenta del hallazgo a la Armada, que es el estamento competente para destruir este tipo de artefactos.
Media docena de artificieros de la Armada salieron ayer por la tarde de la base de Cartagena y han llegado hoy al Port de la Selva.
Después de que buceadores de la Guardia Civil hayan balizado la zona, los artificieros de la Unidad de Buceadores de Medidas contra Minas de la Armada han procedido al contraminado del artefacto, de 120 centímetros de alto y 118 centímetros de diámetro, modelo EMD/II.
Le neutralización ha sido laboriosa, ya que ha necesitado de tres contraminados; el primero se ha realizado a las 15:20 horas pero sólo ha conseguido agrietar el contenedor del explosivo,
Pocos minutos después de las 16:00 horas ha habido una segunda detonación que ha desplazado la mina y ha desbaratado el mecanismo de detonación, pero ha dejado el explosivo a la vista, por lo que ha sido necesaria una tercera intervención de los artificieros.
Alrededor de las 17:42 se ha hecho la tercera detonación y se ha producido una gran explosión que ha destruido totalmente la carga.
La mina estaba situada a entre 2 y 3 millas de la bocana del puerto del Port de la Selva y a unos 300 metros de la línea de la costa, una distancia suficiente para que no haya sido necesario cortar los accesos a la zona.
Pese a ello, la Guardia Municipal de la localidad y los Mossos d'Esquadra han evitado que los bañistas se metieran en el agua durante todo el tiempo que ha durado el dispositivo.
El tráfico marítimo ha sido controlado por la patrullera del servicio marítimo de la Guardia Civil y por la embarcación de Protección Civil de la localidad.
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