La Policía Municipal de Madrid está preocupada estos días con el posible aterrizaje de más policías nacionales de la UDEF en el cuerpo. "Las relaciones profesionales entre los cuerpos son buenas, pero cada uno en su casa", decía un viejo agente municipal tras la llegada de los primeros funcionarios del Ministerio del Interior.
El concejal de Seguridad, José Javier Barbero, relevó recientemente al coordinador de Seguridad y Emergencias y lo sustituyó por el inspector de Policía Nacional Daniel Vázquez Lorens. Vázquez había sido Jefe del Grupo Operativo en la Brigada Central de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la Unidad Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) dependiente de la Comisaría General de Policía Judicial.
Muchos agentes dicen que considerarán “normal” que un policía nacional venga a mandar a los seis mil hombres armados del Ayuntamiento cuando uno de sus compañeros, algunos con hasta tres carreras universitarias, sea elegido por la Policía Nacional para ocupar algún puesto de responsabilidad. Recientemente el concejal de Policía relevó al que fuera jefe de la División de Seguridad Patrimonial, José Luis Morcillo, que fue máximo responsable municipal en tiempos de Gallardón.
Un Tribunal Administrativo ha dado la razón a Eulen en un concurso y anulado la adjudicación y el Ayuntamiento ha cesado al responsable de los informes técnicos, José Luis Morcillo. Este funcionario también preside la asociación profesional de mandos. El puesto de Seguridad Patrimonial es muy importante pues desde esa dirección se hacen las valoraciones técnicas que luego se tienen en cuenta a la hora de adjudicar los contratos.
Parece que el puesto, en funciones, va a ser desempeñado por Rubén Bermejo, un asesor del inspector de la UDEF, también policía nacional. Esta es una de las razones por las que la llamada escala técnica, los mandos, cree que se van a producir más incorporaciones del Ministerio del Interior a la policía de Manuela Carmena. Esta situación ocurre con un ambiente tenso producido por la próxima entrada en vigor de un ‘código ético’ que los agentes creen que viene a ser un tribunal exterior al cuerpo. Un sindicato llegó a calificarlo de “una inquisición”.
El concejal de Seguridad, José Javier Barbero, relevó recientemente al coordinador de Seguridad y Emergencias y lo sustituyó por el inspector de Policía Nacional Daniel Vázquez Lorens. Vázquez había sido Jefe del Grupo Operativo en la Brigada Central de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la Unidad Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) dependiente de la Comisaría General de Policía Judicial.
Un Tribunal Administrativo ha dado la razón a Eulen en un concurso y anulado la adjudicaciónEstos inspectores tienen un nivel A24 dentro de la Administración y mandan sobre funcionarios municipales oficiales, inspectores y subinspectores y el inspector jefe que tienen un nivel que varía del 26 al 30.
Muchos agentes dicen que considerarán “normal” que un policía nacional venga a mandar a los seis mil hombres armados del Ayuntamiento cuando uno de sus compañeros, algunos con hasta tres carreras universitarias, sea elegido por la Policía Nacional para ocupar algún puesto de responsabilidad. Recientemente el concejal de Policía relevó al que fuera jefe de la División de Seguridad Patrimonial, José Luis Morcillo, que fue máximo responsable municipal en tiempos de Gallardón.
Un Tribunal Administrativo ha dado la razón a Eulen en un concurso y anulado la adjudicación y el Ayuntamiento ha cesado al responsable de los informes técnicos, José Luis Morcillo. Este funcionario también preside la asociación profesional de mandos. El puesto de Seguridad Patrimonial es muy importante pues desde esa dirección se hacen las valoraciones técnicas que luego se tienen en cuenta a la hora de adjudicar los contratos.
Parece que el puesto, en funciones, va a ser desempeñado por Rubén Bermejo, un asesor del inspector de la UDEF, también policía nacional. Esta es una de las razones por las que la llamada escala técnica, los mandos, cree que se van a producir más incorporaciones del Ministerio del Interior a la policía de Manuela Carmena. Esta situación ocurre con un ambiente tenso producido por la próxima entrada en vigor de un ‘código ético’ que los agentes creen que viene a ser un tribunal exterior al cuerpo. Un sindicato llegó a calificarlo de “una inquisición”.
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