miércoles, 18 de mayo de 2016

LA ENFERMEDAD, LOS SÍNTOMAS Y LOS EFECTOS (Salvador Fontenla Ballesta, General de Brigada Retirado).

LA ENFERMEDAD, LOS SÍNTOMAS Y LOS EFECTOS (Salvador Fontenla Ballesta, General de Brigada Retirado).


gran-capitan--644x362Los tratadistas militares, en este blog y en otros medios, han criticado las últimas reformas militares: los cambios orgánicos, la enseñanza, la justicia y régimen disciplinario, las modificaciones de símbolos, nombres de unidades y de uniformidad, el ninguneo de todo lo militar hasta la Pascua Militar, etc. El Teniente General Pérez Alamán en su colaboración en este mismo blog “BRIPAC 50 – BOP 0” considera responsables de estas reformas a “los partidarios del cambio permanente, con razón o sin ella”, pero siento discrepar de esta opinión demasiado optimista. Hay razones para los cambios.
Cogiendo un símil médico, debemos saber distinguir las causas de la enfermedad, de los síntomas y los efectos. Todas las reformas anteriormente criticadas no son el verdadero problema, son los síntomas o los efectos, y como en toda enfermedad es imprescindible hacer un buen diagnóstico.
I G MNo hace falta ser buen observador para evidenciar que no ha habido desde el año 1981, ni hay, ninguna discrepancia en la política de Defensa en los sucesivos gobiernos españoles. Ni la mínima oposición en los partidos políticos del parlamento a las leyes que afectan a los militares, porque se deciden en los despachos y comisiones, sin discusiones en los diferentes foros públicos: todo sigue una línea trazada y consensuada tiempo atrás. A esta situación solamente se ha podido llegar por una operación de diseño, y no producto de la casualidad o de la mala suerte.
Siendo alumno de la Escuela de Estado Mayor, el entonces General Director, seleccionado por el Ministro de Defensa Narciso Serra, nos sorprendió diciendo en una clase magistral: ¿Qué significa que el Ejército es la columna vertebral de la Nación? ¿Qué es eso que el Ejército tiene que estar unido? ¿Para qué?
Pues me temo que ya sabemos para qué.
La Constitución española, nada más ni nada menos que en su Título Preliminar encomienda a Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
La definición de misión, según la RAE, es: poder, facultad que se da a alguien de ir a desempeñar algún cometido. Y lo tiene que hacer bajo su Mando Supremo y natural, que según la misma Constitución es el Rey.
Madrid/05/12/07/ Constitucion Espa–ola (Facsimil) En la imagen: Facsimil de la Constitucion Espa–ola de 1978. Foto: Gabriel Pecot
Foto: Gabriel Pecot
Nadie puede poner en duda, a estas alturas, del riesgo evidente de la ruptura de la unidad de España. Riesgo que se inoculó ¿inocentemente? en la Constitución y que después se ha cultivado con perseverancia: traspaso sin límite de las competencias a las autonomías, incumplimiento sistemático de ley de banderas, persecución del idioma español, la creación de fuerzas de seguridad autonómicas y la retirada de las nacionales, etc.
Es, por ejemplo, interesante y esclarecedor

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