Hoy contamos con un nuevo colaborador, el coronel de Infantería Enrique Alonso Marcili. Un veterano y magnífico conocedor de la Legión que lleva en sus venas la sabiduría legionaria. La del caballero y legionario. Por tanto lo mejor es nada de lisonjas sino simplemente darle la bienvenida y decirles en voz baja que además de experiencia y sabiduría sabe escribir… y muy bien.
¡Bienvenido mi coronel!
Ingresa en la Academia general Militar de Zaragoza como Cadete de infantería en 1967 formando parte de la XXVI Promoción y sale de la Academia de Infantería de Toledo con el empleo de Teniente del Arma con su promoción en Julio de 1971.
Los destinos en los que ha servido por orden cronológico son:
Agosto de 1971 a julio de 1972Campamento de Instrucción de Reclutas nº5 en Cerro Muriano (Córdoba)
1972 – 1975.-
En Agosto de 1972, se incorpora al Regimiento de Infantería Mallorca nº 13 en Lorca (Murcia) pero antes de finalizar el mes, se le concede destino voluntario al Tercio Sahariano D. Juan de Austria 3º de La Legión en el Aaiún.
A su incorporación en Septiembre, es destinado a la VII Bandera destacada en Smara y permanece en ella cumpliendo los servicios de su empleo hasta la evacuación del territorio.
Encuadrado en la Bandera se incorpora a Puerto del Rosario (Fuerteventura) el 4 de diciembre de 1975.
1976 – 1986.-
En enero de ese año asciende al empleo de Capitán y obtiene destino en el mismo Tercio donde permanece hasta su ascenso al de Comandante.
1986 – 1892.-
Ascendido al empleo de Comandante obtiene vacante en el Tercio Gran capitán 1º De La Legión en Melilla y prestando servicios en el mismo permanece hasta su ascenso al empleo de Teniente Coronel que se produce en Julio de 1992 quedando agregado a su Unidad hasta la obtención de nuevo destino.
1992.-
En Noviembre se incorpora destinado como Tte. Col a la PLMM del 4º Tercio de La Legión Alejandro Farnesio ubicado en Ronda (Málaga)
1993.-
En enero de este año es designado como Jefe de la Bandera expedicionaria de La Legión que se encuadrada en la AGT “Canarias”. AGT que relevó a la AGT “Málaga” en Bosnia i Herzegovina, prestando servicio en ella desde abril a Septiembre. Mes en el que se produjo el relevo por la AGT “Madrid”.
Reincorporado al 4º Tercio de la Legión se la asignó el mando de la X Bandera del mismo.
1997.-
En Marzo de este año fue designado mando del GT “Serranía de Ronda” que sobre la base de la X Bandera se desplazó a Albania “Operación Alba” y que finalizo en Julio de ese mismo año.
1998.-
Inicia el año prestando los servicios de su empleo en la X Bandera del 4º Tercio hasta su ascenso a Coronel en el verano de ese mismo año, quedando a expectativa de destino.
En el mes de noviembre se le asigna el mando del Regimiento de Infantería “Regulares de Melilla nº 52”
1999.-
En el mes de Febrero, se produce su toma del mando del Regimiento en Melilla. Ese mismo año se cambia la denominación de la Unidad por “Grupo de Regulares de Melilla nº 52”
2001.-
En Junio, finalizado el periodo de mando establecido reglamentariamente hace entrega del mando de la Unidad y es designado como delegado de Defensa en la provincia de Jaén, destino al que se incorpora en el mes de julio.
2002.-
En marzo es cesado en el destino y en junio pasa a situación de reserva.
2011.-
Pasa a situación de retirado.
Los 101 Kilómetros de Ronda no son simplemente una prueba deportiva. Cierto es que se realiza desde el año 1995 y que hoy tras 21 años, la participación en ella se ha multiplicado en solicitantes y modalidades. También se ha internacionalizado. Pero es algo más que eso y muchas son las razones que se pueden aludir para justificarlo.
Tuvimos el privilegio de vivir las tres primeras y por tanto conocemos el porqué y el cómo. La legión desde muchos años antes, colaboraba tanto en la prevención contra la droga como en educación vial con otros organismos públicos y privados. Además de las propias medidas internas como conferencias, charlas y clases, dado que la exigencia deportiva es antagónica con todo aquello que merma la salud, se pensó en una acción de este tenor abierta a nuestros compatriotas con participación libre.
La Legión en su Credo tiene como uno de sus espíritus el de marcha y esa fue la base sobre la que se pensó la prueba:“una marcha de resistencia”.Los 100 Km en 24 horas es una marcha que ya existía en los ejércitos de otros países y en ella habían participado militares españoles. Fue el capitán Oscar Pajares Casado que mandaba la compañía de Servicios de la X Bandera quien tomó el testigo y propuso los 101 Km en ese tiempo.
101 kilómetros con los desniveles y pendientes de la Serranía de Ronda, nos pareció una prueba de extremada dureza, pero su ánimo, el entusiasmo con que nos la propuso y la máxima legionaria: “no poner jamás en duda el éxito de la empresa” nos inclinaron a aceptarla,condicionándole, por ser la primera, ciertas limitaciones con el itinerario.
Los primeros 101 Km en 24 horas se concibieron con salida en Ronda y llegada en Marbella. Este itinerario tenía aproximadamente unos 70 Km en la Serranía con dominio de pendientes positivas de cierta dureza, pero garantizaba unos 30 kilómetros en los que predominaban las pendientes negativas. Fue un éxito o al menos nos lo pareció. A aquella prueba acudieron muchos compatriotas civiles que se vieron atraídos por la misma y también compañeros de otras Unidades. Todos mostraron un entusiasmo y satisfacción magníficos al finalizarla y la entrega de trofeos y recuerdos en el polideportivo de Marbella fue esplendida, pero sucedió algo que no nos sorprendió entonces, lo vimos normal, pero hoy estoy convencido de que ha marcado indefectiblemente esa prueba haciéndola excepcional superando lo estrictamente deportivo.
Cuando se publicitó la prueba hubo Subunidades de los tercios del tipo Compañía que quisieron participar en la misma presentando equipos. Les guiaba el impulso de la mística Legionaria reflejada en los espíritus de sufrimiento y dureza, de marcha, de compañerismo y en definitiva el de acudir al fuego (en este caso el esfuerzo) aun sin orden para ello. Olvidaron la competición y la individualidad, quisieron exhibir la unidad ¿Cómo olvidar al capitán Marcos Llago Navarro, hoy coronel del 2º Tercio en Ceuta, que se presentó a la prueba al frente de su 2ª Cia.XIX Bandera “Caballero legionario Maderal Oleaga” (BOEL) con equipo de campaña y armamento individual? Y la hizo, y la terminó.En su ánimo no estaba el competir más que con sí mismos, no quisieron ropa ni calzado deportivo, sabían de la dificultad, la asumieron, la hicieron y la terminaron todos. Hoy son muchas las Unidades legionarias que entran en competición, también muchos participantes, hacen los 101 kilómetros con el simple ánimo de demostrar a todos y demostrarse a sí mismos su capacidad de terminarla. Es una prueba popular, pues comparte con la sociedad en general y con los jóvenes especialmente, los beneficios del deporte y la cultura del esfuerzo – expresada en su literalidad magistralmente por los Espíritus del Credo Legionario “de Marcha y de Sufrimiento y dureza” -; así como también, las ventajas del trabajo en equipo.Esa es la mística legionaria que sigue viva.Aquella marcha forzada, previa al auxilio de Melilla, que hicieron nuestros antecesores de la I Bandera de la legión al mando comandante Franco hace ya 95 años, estos jóvenes legionarios de hoy siguen dispuestos a repetirla y lo recuerdan todos los años que su servicio a España permite la organización de la prueba, porque han habido tres años en que el 4º Tercio se encontraba empeñado en misiones lejos de la Patria. Esta de este año ha sido la XIX edición de los 101 Km. de La legión. Su lema ha sido “por España me atrevo” en recuerdo a la Bandera de Operaciones Especiales XIX de la Legión “Maderal Oleaga”
Tras esa primera prueba han venido las demás ya todas con la dureza lógica del recorrido integro en la Serranía Rondeña y se han incrementado las modalidades incluyendo la bicicleta de montaña y el duatlón. Dureza que se amplifica cuando las condiciones atmosféricas se complican.
Oír las manifestaciones de satisfacción y admiración hacia la legión de aquellos compatriotas civiles que hacen el recorrido, es el mejor premio para un soldado y solo hay que hablar con alguien que luzca la sudadera que se entrega a los que la finalizan, para que quede constancia del hecho. Esta mañana en la ciudad en que vivo a 400 km de Ronda, me he encontrado con uno de ellos, no paraba en elogios a la legión contando anécdotas del recorrido.
Mi enhorabuena y felicitación a todos los que año tras año la conciben, la preparan y la dirigen. Imagino las dificultades y la complicación, también el desasosiego que ante el aluvión de solicitudes les obliga a limitar el número de participantes. Como viejo soldado mi agradecimiento a ellos y a cuantos con ellos colaboran.
Enrique Alonso Marcili
Coronel de Infantería (R.)
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