domingo, 13 de noviembre de 2016

LOS ENTIERROS DE POLICIAS MUNICIPALES SERAN CLASISTAS EN FUNCION DEL GALON

Una nueva instrucción que modifica a la de 1996

Carmena perpetúa los entierros "clasistas" en función del galón en la Policía Municipal

La representación que envía el cuerpo al sepelio varía según el rango del fallecido. CCOO tacha de "hipócritas" al actual Gobierno municipal. CPPM habla de "oportunidad perdida".
Foto: Entierro de una policía municipal que falleció en acto de servicio en el año 2012
Entierro de una policía municipal que falleció en acto de servicio en el año 2012
"Una oportunidad perdida". Así definen varios sindicatos de la Policía Municipal de Madrid la instrucción que la dirección acaba de dictar sobre "el fallecimiento de componentes del cuerpo" y que perpetúa, según CCOO, los "entierros clasistas" en función del galón del agente. "Llama la atención que el Gobierno de Manuela Carmena mantenga estas diferencias. Podría haberlas quitado", explican desde el Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM). Un portavoz de la Policía Municipal asegura que esta instrucción solo ha pretendido actualizar y "refundir" las normativas al respecto, "algunas de ellas obsoletas", y que no persigue menospreciar a nadie, ya que se trata de "un modelo de mínimos".
"El fallecimiento de un componente del cuerpo de Policía Municipal de Madrid siempre ha supuesto un hecho luctuoso para esta institución, dados los fuertes vínculos de compañerismo que unen tradicionalmente a sus integrantes. Para regular los actos que de tal caso se deriven se han establecido dos procedimientos diferenciados dependiendo de que el componente estuviera en situación de activo o de que ya se encontrase en situación de pasivo (es decir, jubilado)". Así comienza la instrucción 2/2016/UPN.

Lo que ha irritado a los sindicatos es el capítulo que regula "la asistencia y representación" al entierro del agente fallecido. "La Subinspección de Relaciones Institucionales y Prevención, tan pronto tenga por conocido el hecho, tratará de ponerse en contacto con los familiares más allegados, para trasladarles la disposición del cuerpo de Policía Municipal en estos difíciles momentos. Los componentes designados por la Jefatura para asistir y representar al cuerpo se ubicarán en una zona visible del lugar en el que se celebren las honras fúnebres y la inhumación o incineración, guardando el decoro debido".
Según el galón del agente fallecido, y si la muerte se ha producido en el término municipal de Madrid, la representación del cuerpo en el sepelio varía. Cuánto más rango tiene el agente, más alta es la representación que acude. En el caso de policías rasos, "la comisión de representación" estará formada por un mando de la escala ejecutiva y dos compañeros de su unidad. Del resto de unidades, tres compañeros. Si el agente que fallece es un cabo; la representación se amplía con un sargento y un cabo. Si muere un sargento, acudirán además un sargento y un suboficial. Si muere un suboficial, se suman un suboficial y un oficial. Si fallece un oficial, un subinspector y tres oficiales.
Si muere un subinspector, cinco oficiales y un inspector. Y si quien fallece es un inspector, siete oficiales y todos los inspectores y subinspectores del cuerpo. La representación se reduce aún más si el agente fallece fuera del término municipal de Madrid. Si el policía que muere ya está jubilado, no es obligatorio que acuda ninguna comisión de representación.
El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero. EFE
El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero. EFE
"Esperábamos algo más del nuevo equipo de Gobierno, el Gobierno del cambio, que sigue atendiendo el galón del fallecido para ponerle mayor o menor importancia al protocolo. Es de una hipocresía absoluta que quienes critican la casta la practiquen hasta para después de la muerte", señala Emiliano Herrera, de CCOO, que además señala que la instrucción "no contempla que la familia del fallecido pueda renunciar a este protocolo castrense. Que la familia no quiera dar publicidad internamente para poder ejercer su derecho de un duelo privado".
"Ha sido una oportunidad perdida. Ya que se hacía una nueva instrucción se podría haber modificado para evitar estas diferencias. Al fin y al cabo todos somos compañeros. Y sobre todo, ya que se elabora una nueva normativa se podía haber negociado y consensuado con los trabajadores", explica Julián Leal, el portavoz del sindicato CPPM.

Un protocolo de "mínimos"

Desde la dirección general del cuerpo recalcan que esta instrucción no pretende discriminar, solo "unificar varios textos que regulaban esta materia, algunos de ellos muy obsoletos. Por ejemplo, se han sustituido lo de publicar esquelas en los medios cuando fallece un compañero, algo ya viejo, por informar simplemente en las redes sociales". Según la dirección, este es un texto que persigue arropar a la familia y "marcar unos mínimos". De hecho, señala el mismo portavoz, hay libertad de presencia en el entierro de un compañero, puede ir quien quiera, "siempre que queden cubiertos todos los servicios de las respectivas unidades".
La primera instrucción sobre fallecimientos data de 1996. No se había renovado desde entonces, aunque hubo anexos en 1999, 2001, 2004 y 2006. En 2015 se anularon las esquelas. Los sindicatos también denunciaron el año pasado que la dirección prohibió el envío de coronas funerarias a los sepelios de los agentes jubilados por falta de presupuesto. Solo se remiten detalles florales a los policías que mueren en activo. La Policía Municipal tiene un acuerdo con la floristería del tanatorio de la M-30 para adquirir las coronas. "Cuando el fallecimiento o inhumación se produzca fuera del ámbito territorial de reparto de dicha floristería, la Unidad de Organización de los Servicios designará una patrulla para trasladar la corona al lugar de las exequias", señala el texto.

Esta instrucción está diseñada para las muertes que se producen por causa natural, como es una enfermedad. Pero "la casuística que la realidad impone es amplia", reza el texto, ya que el agente en activo puede fallecer en acto de servicio, "ya sea a causa de un accidente, ya en cumplimiento de sus funciones, o incluso como resultado de un atentado". En este caso, también se aplica la regulación de "uniformidad en actos protocolarios" y "la capilla ardiente por componentes fallecidos en acto de servicio", textos que establecen la uniformidad de los agentes que asistan al entierro y "la infraestructura necesaria para la capilla ardiente; para la coordinación del turno de vela; para la comisión o la asistencia de representación del cuerpo; y para previsión de la asistencia, en su caso, de autoridades y de representantes de otras fuerzas y cuerpos de seguridad".
En este caso, también se prevé que policías motoristas del cuerpo acompañen a la comitiva fúnebre y que los familiares reciban apoyo especializado del gabinete psicológico. Desde 1949, el Ayuntamiento de Madrid ha rendido homenaje a 27 policías municipales que han fallecido en acto de servicio.

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