Y eso que empezamos el año con toda ilusión, con el deseo de compartir con todos Vds. – y con muchos más – las dos ideas sobre las que se articula este blog: La unidad de España y los valores que representan sus Fuerzas Armadas. Materializamos esta ilusión en un acto de presentación del blog en el madrileño Centro Cultural de los Ejércitos y de la Armada un 26 de Enero, que verdaderamente desbordó todas nuestras expectativas. Desde luego que la presencia de D. Alfonso Usía que nos apadrinaba contribuyó ciertamente al éxito de la reunión.
Aspirábamos a que nuestras reflexiones, acompañadas por sus comentarios profundizaran en las dos ideas fuerzas a las que antes aludía. Que corrieran como la sangre por esas arterias que constituyen las redes sociales para poder llegar a más, especialmente a los jóvenes por el simple hecho de que tal vez ni en su formación escolar ni en sus ámbitos laborales se debatan estos temas. El simple hecho de haber superado el millón de lectores en poco menos de dos años nos hace sentir moderadamente satisfechos, pero aspiramos a más, a mucho más.
Hemos puesto en circulación otras iniciativas para dinamizar el blog. Unas que sin pretender mirar al pasado se inspiran en él. Ejemplos de lo que fuimos los españoles, de lo que somos capaces de hacer cuando tenemos conciencia de nuestro devenir histórico. Les hablo de las “EFEMERIDES” que con periodicidad semanal, representan una ventana hacia el pasado, que rememoran nuestra historia en común y los hombres y mujeres que la protagonizaron, recogiendo por otra parte una vieja tradición de las unidades militares: la “tradición del día”.
Así mismo, hemos tratado de poner en boca de tantos soldados anónimos, pero que existen, ¡oiga! gente de carne y hueso como nosotros, de todo el escalafón, que con no poca frecuencia se acercan a nosotros para decirnos – “que bien ha descrito lo que yo pienso”- o tal vez nos hayan aportado ideas que luego pueden ver reflejadas en esos “VISUS MILITIS” (la mirada del soldado) con los que intentamos poner al descubierto ese alma del soldado. No verán en estas entradas reproche alguno:
“Sueño no ha menester, quejas no quiere.
Donde le llevan, va. Jamás cansado”
Que escribía aquel poeta santanderino Amós de Escalante hace más de un siglo. Verán eso sí, escepticismo. El mismo que me invade a mí con el correr de los días y el desarrollo de los acontecimientos a lo largo del año que estamos a punto de concluir.
Y hemos abierto el blog a nuevos colaboradores. A vd, si quiere aportar algo en nuestra línea de pensamiento y de servicio, porque seguimos siendo y sintiéndonos soldados, viejos soldados, un tanto estropeados pero fieles e ilusionados como aquel lejano día en el que entramos en un cuartel bajo un lema que llevamos todos tatuado en el alma: TODO POR LA PATRIA.
Hemos pues hablado de nuestras capacidades. Hemos mirado con nostalgia a escenarios pasados Ifni, Sahara. Hemos hablado de valores, de ejemplos, como el de los defensores de Baler. Hemos sentido un gran orgullo de nación con el esfuerzo, la unión, y por qué no decirlo, con los éxitos de nuestros deportistas en los Jugos Olímpicos de Rio de Janeiro. Afortunadamente no hemos tenido que lamentar ninguna baja en las operaciones que realizan nuestras FAS. Sin embargo hemos recordado y orado por los compañeros muertos en su quehacer diario. El soldado Rubén Rangel Vizuete y el capitán Sergio Barreda Peñas, lo que pone de manifiesto que nuestra profesión en cualquier circunstancia es un oficio de riesgo. Y hemos reclamado la españolidad de Gibraltar. ¡Faltaría más!
Así hemos llegado a las Navidades. A la Noche Buena, como cuando era niño, reunidos en familia para escuchar el mensaje del Jefe del Estado. Antes en torno a la radio de válvulas, más tarde a la televisión en blanco y negro, y por ultimo ante la televisión de plasma. De los primeros recuerdo el inefable mensaje que año tras año se nos repetía: “Que Dios nos conceda a España y a todos los españoles, todo lo que honestamente se pueda desear. Del último mensaje de SM el Rey, justo anoche me quedo con las palabras que más ha repetido en su discurso: España, unidad, valores; pero sobre todo una España “alejada del pesimismo, de la desilusión o el desencanto” palabras que para mí, son un mandato. Eso si, me hubiera gustado haber oído de él, cómo superar tal pesimismo, pero entiendo que las mismas atribuciones que la constitución asigna al Jefe del Estado son harto limitadas. No se le puede pedir milagros. Espero pues con muchísimo interés el mensaje que con motivo de la Pascua Militar, de soldado a soldado nos dirija a todos sus subordinados. Pero eso será ya otra historia, los albores de 2017. Me abrazo sin ambages a sus consignas de optimismo y esperanza y con la ayuda de todos Vds. queridos lectores abordo el nuevo año al tiempo que les deseo a Vds a sus familias, bueno pues eso, todo lo que honestamente se pueda desear.
Adolfo Coloma
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