De sus palabras derivo que algo sabe sobre tales documentos. La rigurosidad del señor Payne y el libro escrito, junto al escritor e historiador Jesús Palacios, Franco, mi padre. Testimonio de Carmen Franco, la hija del Caudillo, me hacen pensar que habló de esos documentos con quien más sabe sobre ellos, la duquesa de Franco. Pero no sabemos el alcance e importancia de lo que contienen. Me queda una gran duda. Sobre todo después de leer el magnífico libro donde las contestaciones de la hija de Franco suelen ser vacías y de escaso interés histórico. Elude lo fundamental quizá premeditadamente. Una cosa es lo que se sabe y otra hasta donde se cuenta.
‹‹Yo eso no lo recuerdo casi nada. No recuerdo nada porque no hablaba delante de mi››.
‹‹…las conversaciones eran un poco banales, nunca eran, así, muy interesantes››.
‹‹No, de eso no hablaba…››.
Los documentos a los que el profesor se refiere ¿aclararían alguno de los muchos desconocidos aspectos de la figura de Franco o son papeles pertenecientes exclusivamente a su intimidad? En cualquier caso el interés es grande ya que de pocos hombres se ha hablado y escrito tanto y tanto se desconoce. La personalidad de Franco ha sido de tal manera manipulada por unos y otros que ni él mismo se reconocería por lo escrito o hablado. Hasta afamados historiadores se han atrevido con perfiles psicológicos que solo leerlos producen sonrojo. Se ha tejido una leyenda y por diversas razones se ha convertido en historia. Negra o urbana, pero leyenda que deforma los hechos interesadamente para desprestigiar o magnificarlos. Con ello se han cerrado muchas líneas de investigación. Es decir se han cerrado en falso y con escaso o nulo interés por recuperar la veracidad de los hechos.
No hace mucho que procedente de Méjico, enviado por amigos ajenos a la contienda y a sus protagonistas, de un bando y otro, he recibido las memorias de un famoso general del bando nacional en las que describe su participación en la Guerra Civil con todo tipo de detalles. Muy interesante y esclarecedor en muchos aspectos militares de la guerra civil española más que de la política. Diferenciar e indagar entre los generales que dirigieron la guerra y los que hicieron la guerra, arrojaría luz sobre oscuros aspectos. Hay una enorme diferencia entre los militares (no solo generales) durante la contienda y sus trayectorias al finalizar esta. La misma que hay entre la política y lo militar. Antes de la contienda, durante, y mucho más al finalizar. Muchos militares se limitaron a la acción exclusiva de su condición y otros fueron más allá. Quedan muchos documentos y testimonios por aflorar. Surgen en inesperados lugares. Cada vez menos. Si dejásemos correr la historia y contarla de verdad aparecerían muchos más papeles ocultos. Pero hay familias que no están dispuestas a ser juzgadas desde el sectarismo y la mentira. Prefieren guardar sus testimonios y documentos. Antes de que los pisoteen como de hecho está ocurriendo. Mal asunto para la historia y la convivencia.
Cierto es que si quieres ocultar algo nada mejor que ponerlo a la vista de todos. Con Franco y su época ha ocurrido algo parecido. Todo estaba y está ahí, pero entre odios y halagos unos miraban en la dirección equivocada y otros, con título de manipulador de la historia, ponían máscara a sus lectores. Así vamos a continuar durante mucho tiempo mientras contaminemos el pasado con leyes injustas que pretenden modificar a su antojo los acontecimientos. Ante el ruido y la mentira, ante los que vociferan la historia contando lo que ellos quisieran que hubiese sido, la verdad se retira esperando calma y sosiego.
En el artículo el profesor Payne habla de la primavera de 1948 momento en que se ejerce una fuerte presión contra Franco para lograr su salida, aunque continúa diciendo que se trató simplemente de unas cuantas personas que hablaban entre sí y no formaron ninguna entidad imponente, a pesar de hablar de un ‹‹comité político›› y una ‹‹junta militar›› de generales.
Que yo sepa no fueron meras reuniones.
Es de suponer que el profesor ha tenido acceso a los documentos. Esos precisamente no están depositados en Suiza. Están mucho más cerca y sin fronteras por medio. No es fácil que lleguen a manos de nadie. Están. Con intenciones, planes, y firmas de unos y otros. Cartas enviadas y remites con remitentes sonados. Algo más serio que un simple intercambio de opiniones.
Todo se sabía en El Pardo. La mejor fuente de información la generaba el mismo Franco cuando hacía uso -con mucha frecuencia- de aquella frase que sobre algunos pesaba como una losa. Transitaba de lo que uno le decía a lo que el otro nunca hubiese querido que se supiese.
–Excelencia me he enterado que fulano dice…
Fulano enseguida se enteraba; a veces con consecuencias. En la siguiente audiencia.
-Fulano me ha dicho que usted va diciendo que…
Algo me hace pensar que los trascendentes documentos Franco no los guardó sino que otros guardianes supieron lo que hacer con ellos y cuando hacerlo. Muchos de ellos no están en Suiza. Seguirán guardados y ocultos.
Por ahora nadie quiere permitir que se siga mancillando y mintiendo a pesar de tener las pruebas delante de las narices. Eso es lo que provocan leyes sectarias que predican la mentira y el enfrentamiento.
Esperemos que el conocimiento y rigurosidad del profesor Stanley G. Payne nos ponga en el camino de descubrir nuevas líneas de investigación y afloren testimonios y documentos. La verdad por delante. La personalidad de Franco ha sido de tal manera manipulada por unos y otros que ni él mismo se reconocería por lo escrito o hablado. Todavía es mayor el desconocimiento de la guerra interna que hubo en España después de la Guerra Civil.
Al paso que vamos pronto viviremos entre la mentira y la manipulación. El pasado y el presente. ¿O lo estamos viviendo ya?
Parece ser que la indigencia intelectual es ahora universidad.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
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