lunes, 14 de marzo de 2016

EL TERCIO CARLISTA DE LOS ALMOGÁVARES (1936 – 1937) Guillermo Rocafort www.guillermorocafort.com

 



Guillermo Rocafort http://www.guillermorocafort.com
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales (Sección de Ciencias Empresariales) por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) (1988/93).
Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) (1992/1996)
Diplomado en Estudios Jurídicos Avanzados en Derecho Mercantil por la UAM (2002/2005).
Doctor en Económicas “Sobresaliente Cum Lauedem” por la Universidad San Pablo – CEU el día 3 de octubre de 2011 con la tesis doctoral en Economía titulada “Las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAVs) en España y su trascendencia empresarial y social”. Única tesis doctoral que hay en España sobre las SICAV.
Profesor Asociado Universitario en la Universidad Carlos III de Madrid (2005/2007), habiendo impartido las asignaturas de Dirección de Operaciones (Economía de la Empresa), de Economía Pública y Derecho Mercantil, y en la Universidad Autónoma de Madrid (2011/2012), impartiendo las asignaturas de Economía de la Empresa II, Dirección Financiera, Finanzas de Empresas Turísticas y Gestión Aeronáutica.
Caballero Legionario del Tercio Gran Capitán, 1º de La Legión con sede en Melilla (1993/1994).
Caballero Legionario Paracaidista Almogávar de Honor
Colaborador habitual de diarios y televisiones de alcance nacional e internacional
Autor de varias novelas y ensayos históricos de éxito publicados en España y Portugal
Las obras y artículos de Guillermo Rocafort están referenciados en los mejores catálogos nacionales e internacionales

Además, Guillermo Rocafort tiene ficha propia en los catalógos ISNI y VIAF así como en DIALNET.

EL TERCIO CARLISTA DE LOS ALMOGÁVARES (1936 – 1937)
belchite1“… Aragón resistía
y luchando con brío sin par,
derrochando osadía,
con firmeza baturra, cumplía
su espartana misión de aguantar”
“Alerta los Cruzados
del suelo aragonés;
sigamos la bandera
que empuña nuestro Rey.
Requeté, Requeté,
a morir o vencer por la fe,
Requeté, Requeté,
a morir o vencer por el Rey”.
“No, Tiempo, no has de jactarte que yo cambie…
A Ti y a tus crónicas os desafío …
He aquí lo que yo juro, y esto será por siempre:
Yo permaneceré fiel, a despecho de ti y de tu guadaña”
En la Guerra Civil Española se constituyó en el bando sublevado lo que se denominó “el Tercio de Almogávares” que fue reconocido por su heroísmo con la máxima condecoración colectiva que una Unidad militar española puede recibir, “La Laureada de San Fernando”.240px-Laureate_Cross_of_Saint_Ferdinand.svg
El nombre de la Unidad [1] que parece se debió a un alférez médico apellidado Navarro, fue así porque de los Tercios aragoneses, el de los Almogávares fue “esa carta importante que se juega en los momentos difíciles, para lo que pase; la baza necesaria en el momento cumbre a fin de ganar la partida a todo evento”.
Ya el 21 de Julio de 1936, tres días después de la Rebelión militar escribió Miguel Allué Salvador, Presidente de la Diputación de Zaragoza, “¡Importan los nombres!, ¡Venga ese Tercio de los Almogávares!”.
Dice Angel Lasala Perruca [2], “así Aragón hubo de resistir. Sus unidades de requetés en una primera época tuvieron poco desgaste, pero poco más adelante resolvieron situaciones que sólo a costa de su aniquilamiento pasaron a la historia con el signo de la Victoria y … con la Laureada”.
Dice también Lasala que “hubo unidades que brillaron en la guerra civil española más ostentosamente, siendo empleadas sin tregua en las ofensivas, con enorme desgaste de efectivos que había que reponer sobre la marcha; pero las hubo también las sujetas en aquellos frentes de momento pasivos (como los aragoneses), pero que había que defender a cualquier precio para permitir al Mando unas actuaciones de reconquista que llevaran adelante las Banderas de la Patria, al Cantábrico o hacia el Mediterráneo”.
belchite2Y así fue que el Tercio de Almogávares, encuadrado en la defensa de Belchite frente a la ofensiva del Ejército del Frente Popular, y en particular del Seminario de la ciudad, tuvo un papel que hunde sus raíces en la Historia Española de Numancia y Sagunto.
El 1 de Octubre de 1936 se termina de formar el Tercio de Almogávares, al mando del Capitán Nieva, y con los alféreces Royo y Miliań como jefes de la primera y segunda Compañías que conformaban dicho Tercio. Entre sus componentes hay turolenses, zaragozanos, navarros, oscenses e incluso sorianos y guadalajareños. Lo conformaban en aquel momento 240 hombres.
Entre sus hombres podemos destacar en su calidad de oficiales a Royo, Calvo, Santa Pau, Aragón y Pastor y como Sargentos a Amillo, Berdejo, Sagarra y Vilellas. Y como páter, Pantaleón Cobeta.
Unas semanas antes, la Unidad peregrina al Pilar, donde les recibieron con bandas de música.
Durante los primeros meses de 1937 le llegan nuevos efectivos y oficiales hasta conformar una Unidad que se compone de la 1ª Compañía, de 177 hombres, la 2ª Compañía, de 150, y una Plana Mayor de 22 requetés.
En Junio de dicho año se encuadra en la Brigada del Coronel Sueiro (2ª de la División de Aragón, más adelante 52 División).
A lo largo de estos meses llegan nuevos oficiales como Curto, Sáenz de Avendaño y Soria de Enciso y finalmente un nuevo pater, Julián Lou Miñana.
En las Crónicas del Sargento José María Ferrer se relatan las festividades religiosas, que incluye el detalle de procesiones por Belchite, así como los paseos con las “margaritas” y las invitaciones del Señor Mariano a tomar una copa a los requetés; aspectos todos ellos que humanizan más si cabe a semejantes soldados.
La gran ofensiva de Aragón, iniciada el 24 de Agosto de 1937, del Ejército “frente populista” cuya misión era la toma de la Ciudad de Zaragoza concentró en la Batalla de Belchite, en cuyo sector defensivo se encontraban nuestros almogávares, una fuerza de 150.000 hombres.270px-Belchite_-_Vista_general01
La resistencia almogávar de Belchite supone un freno decisivo a la ofensiva republicana y con ello se ganó un tiempo precioso para salvar la capital aragonesa y reorganizar las líneas defensivas en un momento crítico de la Guerra Civil donde en otras zonas de España se estaban realizando ofensivas nacionales claves para el curso de la Guerra.
El día 30 de Agosto el Seminario quedó aislado ante la presión enemiga del resto del perímetro defensivo de la ciudad de Belchite, llegando a la resistencia extrema con armas blancas antes los sucesivos intentos de asalto.
Lo que sucedió en el interior del Seminario sólo Dios lo sabe, pero nos podemos imaginar las imágenes de unos hombres decididos a resistir hasta la muerte, como así fue en la mayoría de los efectivos que lo componían.
Sometidos a una presión brutal, aquellos almogávares hicieron honor a su nombre y forman parte ya de esa tradición militar española heroica.
Más allá de toda lógica o razón, la resistencia sólo se puede explicar desde la tradición militar de una genética profunda en el español que brota en circunstancias extremas. No puede haber palabras para relatar con justicia cada minuto de aquellas jornadas.
Las bayonetas y puñales chorreando sangre sin cesar; ríos de dolor, gritos de furia, aliento entre camaradas, palabras de Fe y Honor … ¡España lucha!, que se inclinen las Banderas ante aquellos héroes que en el filo del abismo enseñaron sus pechos sin el miedo que atenaza, libres lucharon y así cayeron, …
almoCantando, invocando sus creencias, su Religión y Patria, fervor y pólvora entre escombros, de un Seminario ya derruido por completo y en cuyos recovecos unos hombres están atados a un destino de Gloria inmortal … no estaban solos, estaban alentados por los espíritus de miles de almogávares que en el Medievo y en siglos posteriores supieron cumplir su papel con ejemplaridad.
Los supervivientes, unos 60 rompen el cerco y se unen al interior de la defensa de la Ciudad … donde llegaron sucios y ensangrentados, como verdaderos soldados, borrachos de combatir, con la vista ya más puesta en el más allá … con el cuerpo magullado y el alma fortalecida … han bailado con la Muerte, y ésta, temerosa, les ha rehuido …
Desde la retaguardia nacional se les ordena el 5 de Septiembre que cesen en su lucha y que rompiendo el cerco se unan a las fuerzas de retaguardia. De nuestro Tercio, llegaron 33 requetés con el Capitán Nieva que les condujo, herido, hasta Zaragoza, la Ciudad que habían salvado de la aniquilación … y se arrodillaron todos ante la Virgen del Pilar.
Junto con el Capitán regresan tres alféreces, cuatro sargentos, cinco cabos y 19 requetés. Las bajas fueron por tanto de más de 200.
Los supervivientes que pudieron unirse a las líneas nacionales tuvieron que atravesar cuatro líneas de parapetos, lanzando bombas de mano y utilizando las bayonetas. En total 27 kilómetros recorridos, en una especie de “cabalgada” a pie, atravesando la zona enemiga como un rayo.
Este valor heroico se resume en la inscripción que se encontró en una iglesia mudéjar, escrita en su pared a lápiz de forma anónima “Aquí muere, por Dios y por España, un requeté aragonés. ¡Viva España!”.requete
Entre los héroes del Tercio podemos citar a Demetrio Vicente Manrique, requeté, “siempre el primero en rechazar los asaltos al Seminario”, Antonio Vicens Casanova, cabo de requetés, Marcelino Polo Lahoz, teniente requeté, capellán, muerto en el seminario, Carmelo Navarro Garnica, alférez médico y Pedro José Royo Royo, alférez provisional de Milicias, que, cuando la rotura del cerco del Seminario, se prestó voluntario para ir en vanguardia de las fuerzas (mutilado absoluto).
Tan aniquilado había resultado este Tercio que resultó imposible su reconstitución por nuevas fuerzas, incorporándose los efectivos supervivientes al Tercio del Pilar.
Estos son los méritos que justificaron la concesión de la Laureada de San Fernando colectiva al Tercio de Almogávares. “¡Contad los muertos!”
Como curiosidad que va unida a la tradición almogávar está el asombroso hecho de la fuga desde Valencia de uno de los prisioneros requetés, apellidado Zapata, que perseguido como una alimaña y siguiendo los rastros, consiguió llegar a la zona nacional, al más puro estilo de los almogávares  jienenses que en la Edad Media conseguir huir milagrosamente de su cautividad. Se unió al Tercio del Pilar y prosiguió la guerra hasta el final, volviendo en la Paz a su actividad humilde y cotidiana como era cuidar de sus mulos.
También hubo heroínas en esta Unidad, como Agustina Simón, enfermera de los requetés, que fue hecha prisionera y llevada a un pelotón de fusilamiento.
EnigmasSe obró también en el interior el milagro de un nacimiento en el Seminario en lo más duro de los combates, pues la esposa de uno de ellos apellidado Alconchel, que había venido días antes para ver  a su marido, y que no pudo salir tras el cerco, tuvo una niña que fue bautizada por el páter. Vemos aquí otro ejemplo de realidad almogávar, como es que las mujeres acompañaran a sus maridos a lo más duro de la guerra y que entre tanta muerte, naciera un nuevo ser humano, como flor que brota en el lugar más insospechado.
Como conclusión resaltar una vez más que el Tercio de Almogávares fue una unidad netamente carlista.
En definitiva, la defensa del Seminario de Belchite es una página más de tradiciones almogávares españolas, y lo dicho aquí no pretende ser una ofensa a los que lucharon en el otro bando, donde obviamente también había sangre almogávar y a raudales, pero es obvio que la tradición almogávar se materializó en un Tercio compuesto de gente muy joven y humilde que supieron luchar y morir como héroes, simplemente porque el deber se lo exigió y alcanzaron así la cúspide de la Gloria inmortal.
Por la forma de combatir, por sus heroicidades, por el castigo sufrido, por el espíritu demostrado, por el número de bajas, como Historiador del hecho almogávar puedo afirmar que el Tercio de Almogávares estuvo a la altura de lo que en la Historia de España han representado los Almogávares; que no se trataba por tanto de un nombre hueco y rimbombante carente de sustancia, sino una Unidad cuyo nombre era una promesa de comportamiento y una garantía de su cumplimiento.Retrato-de-Roger-de-Flor-del-pintor-ANTONIO-COLMEIRO
Guillermo Rocafort
[1] “Con Sangre y con Laurel bordadas. Los tres Tercios de Requetes Laureados de San Fernando en la guerra de España de 1936”. Javietr Nagore Yárnoz. Página 39. Madrid 2006. De este magnífico libro están extraído la mayoría de las citas y referencias históricas.
[2] Tercio de los Almogávares. Revista Tradición nº 8, 1960, página 12

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