“Éste es mi fusil. Hay muchos como él,
pero éste es mío. Mi fusil es mi mejor amigo.
Es mi vida; quiero dominarlo como domino mi vida.
Sin mí, mi fusil es inservible,
sin mi fusil yo soy inservible.
Debo dispararlo con seguridad.
Debo ser más certero que el enemigo
que trata de matarme.
Tengo que matarlo antes de que me mate.
Juntos dominamos al enemigo” (Manual de Instrucción del M-14 y M-16, US Army y USMC).
¿Quién, al hablar de mosqueteros, no los relaciona enseguida con aquel florete tan característico con el que se batían furiosamente contra los sicarios del cardenal Richelieu? ¿O a quién no le viene la imagen, al hablar de piratas, de aquellos hombres al abordaje, cuchillo en ristre y empuñando su pistola de yesca? ¿O quién no sitúa a Errol Flynn en la película “La Carga de la Brigada Ligera”, cargando contra los cañones turcos en Balaklava, esgrimiendo su sable de húsar? Cada época y cada soldado tiene su arma característica a la que se halla íntima y perpetuamente ligado. Para muchos españoles de cierta edad (no mucha, tampoco se vayan a creer ustedes) hablar del CETME supone rememorar una época pasada (de sabor agridulce, no todos almacenan los mismos recuerdos, seamos sinceros) cuando la mili era obligatoria (o no tanto) y la instrucción y las guardias se hacían “chopo” en ristre… Por ello, vamos a dedicar este artículo al fusil de asalto español por antonomasia.
CETME es el nombre por el cual se conoce el que fue el fusil de asalto oficial del Ejército español desarrollado por el Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales. Debido a que el diseño del G3 (o Heckler und Koch G3) parte del CETME B, éstos guardan un franco parecido. El CETME B fue creado y desarrollado en colaboración entre la fabricante alemana de armamento HK (Heckler & Koch GmbH) y España. Este G3 goza de un considerable volumen de ventas internacionales, habiendo sido adquirido por diversos ejércitos.
Stg 44 |
El Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales (cuyo acrónimo da nombre al fusil) se creó para contrarrestar los efectos del aislamiento internacional bajo el régimen del general Franco. Diseñó gran número de productos militares poniendo gran empeño en los fusiles de asalto, en vista de la necesidad de sustituir los anticuados fusiles del Ejército Español (fusiles Máuser alemanes de la II Guerra Mundial y sus versiones La Coruña y Oviedo).
Históricamente este fusil deriva del fusil de asalto alemán Stg-44 y su evolución al Sturmgewehr 45. Fue desarrollado a modo de prototipo por la compañía Máuser en 1945, pero la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial detuvo el proyecto. Sin embargo, algunos técnicos de Máuser implicados en el proyecto se refugiaron en España. Uno de ellos, Ludwig Vorgrimler, fue su principal desarrollador.
G36 con lanzagranadas |
El CETME fue creado por orden del Ministerio de Guerra Español, y su primer modelo (A) vio la luz en 1952. En 1957 es adoptado por el Ejército de Tierra. Sucesivos modelos mejoraron aspectos como la cadencia, alcance, precisión y el tipo de cartucho (adaptándolo al cartucho estándar de la OTAN: 7,62 x 51 OTAN). El CETME L, LC fue el fusil reglamentario de los tres Ejércitos Españoles hasta 1999, cuando se adopta el fusil alemán HK G36E. Curiosamente el CETME fue codesarrollado por la empresa alemana Heckler& Koch desde 1957 hasta 1961, momento en que la marca CETME desaparece de los modelos alemanes dando paso al HK G3.
El CETME es considerado uno de los mejores fusiles de asalto de su tiempo por su precisión, su potencia y, sobre todo, su resistencia. Actualmente el CETME C, en versión semiautomática para el mercado civil (también conocido como CETME Sport), tiene mucho éxito entre los países en cuya tenencia es legal, por su fiabilidad, precisión, robustez y precio.
Durante 50 años el Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales desarrolló diferentes versiones de este fusil, conocido coloquialmente entre la tropa como “CHOPO”:
CETME A1 Y A2
En 1949 se crea el primer fusil CETME, capaz de dar al soldado una elevada movilidad, precisión, alcance y potencia de fuego. Este fusil (Modelo A1) debería ser capaz de incapacitar a una distancia de 1.000 metros, por lo que se desarrolla una nueva munición, el cartucho de 7,92 x 40 mm CETME. Dicho cartucho es acusado por empresas de la competencia (entre ellas la "Fabrique Nationale" Belga) de ser contrario a las Convenciones de Ginebra por lo cual se comienza el desarrollo del fusil (Modelo A2) recamarado al cartucho adoptado por la OTAN, el 7,62 x 51. En 1957 Alemania muestra interés en codesarrollar el fusil, mientras en España pasó a ser parte del equipo en el Ejército de tierra.
Este modelo es capaz de disparar dos cartuchos, el 7,62 x 51 CETME y el 7,62 x 51 OTAN, cambiando el muelle recuperador y el ángulo del portapercutor de la cabeza del cerrojo. Incorpora una bocacha apagallamas con la que puede lanzar granadas, mejora del asa portafusil, culatín ergonómico y bípode. En 1958 se fabrican las primeras unidades y pasa a ser arma de obligatoria uniformidad en los tres ejércitos de España. En 1961 se alcanza el primer acuerdo con la empresa alemana Heckler & Koch que comercializa el fusil bajo la marca G-3 y entra en servicio en más de 30 países.
CETME C.
Entra en servicio en las Fuerzas Armadas españolas en 1964; se estría la recámara para permitir el uso de munición con vaina de latón fabricada en España, en lugar de munición alemana con vaina de hierro, sin que afectase el violento mecanismo de extracción; el alza pasa a ser del tipo librillo en distancias de 100, 200, 300 y 400 m, se le incorpora un carril para acoplar una mira telescópica y se le pone guardamano y culata de madera, recuperándose por este motivo el nombre de "Chopo" de los viejos Máuser. Fiable, duro y resistente, fue, sin lugar a dudas, la mejor versión del CETME. Sigue siendo el fusil básico de dotación en distintas escuelas y bases de la Armada Española así como en unidades de la Guardia Civil y Policía Nacional.
CETME C (ESPECIFICACIONES)
Calibre: 7,62 mm.
Peso del arma: 4.300 Kg.
Peso del cargador de 20 cartuchos, lleno: 755 gr.
Longitud del arma: 1.106 mm.
Cartucho: 7,62 x 51 mm.
Cadencia de fuego: 240 disparos por minuto.
Alcance eficaz: 500 m.
Alcance máximo: 600 m.
Número de rayas del cañón: 4 dextrógiro
Graduación del alza: 100,200, 300 y 400 m.
Alimentación: Cargador extraíble, recto de 5 (instrucción y/o servicio de guarnición) y 20 cartuchos.
Admitía bípode modelo BR.
Fue fabricado en poca cantidad de manera experimental para probar diferentes componentes de plástico tanto en el fusil como en cargadores, además de modificar el alza tipo HK (igual que G-3, de tambor giratorio). Fue la antesala de los diferentes modelos que vendrían.
Tras el fin de la fabricación en 1.975 del CETME C, en 1.984 comienza la de los modelos L (Ligero), LC (Ligero-Corto) y LV. Ambos sustituían las partes de madera por materiales plásticos, se redujeron los pesos y medidas, y se adoptaba el cartucho 5,56 x 45 OTAN (o el equivalente 223. Remington) gracias al cual los cargadores pueden ir dotados de más munición en el mismo espacio aproximado debido al tamaño de los cartuchos, además de suavizarse notablemente el retroceso. Es además la munición estándar de la OTAN por lo que supuestamente cualquier fusil de la alianza puede usar cargadores y munición aunque sea de otro modelo.
También incorpora un “botón” para retener el cierre en posición atrasada dejando la ventana de expulsión abierta al mismo tiempo, lo cual facilita la inspección de la recámara y las maniobras de solución y rearmado en caso de interrupción de tiro por defecto del cargador, cartucho o fallo de algún mecanismo (pero que, en ocasiones, resultaba peligroso al proceder a la limpieza interna del cañón, dado que tendía a soltarse con facilidad, jugándote los dedos al cerrarse repentinamente la ventana).
El alza de librillo pasa a tener solo dos posiciones: 200 y 400 metros (el diseño original incorporaba un alza de tambor tipo H&K que no fue incluida en los ejemplares de serie).
CETME LC |
Con el LV |
Además hubo una versión LV (Ligero-Visor óptico) la cual era igual que el modelo L pero con la diferencia de que el cuerpo de puntería del alza era sustituido por un cuerpo especial para la colocación de un visor óptico y además traía una mira de auxilio. Este modelo se componía además una caja con dos tipos de visores uno diurno y otro nocturno, su cometido era para la utilización de tiradores selectos de intervención rápida como para unidades de ataque nocturno.
A pesar del buen resultado de los prototipos, el fusil una vez recibido por las unidades se mostró en cambio inadecuado, en especial en asuntos críticos en un arma militar, como la resistencia y la fiabilidad mecánica. Salvando algunos errores de diseño (dilataba de forma asimétrica), principalmente parece que el arma estaba fabricada reduciendo los costes a menos de la mitad (de 226.000 pesetas por unidad al finalizar la fase de prototipo, a 108.000 pesetas por cada arma que llegaba a las unidades) a causa de la grave escasez presupuestaria sufrida por el Ministerio de Defensa español, con un claro empeoramiento de control de calidad y materiales. El resultado de todo esto fue un fusil que sufría con facilidad desgaste y corrosión. Además, tenía una grave tendencia a producir interrupciones de tiro, a menudo siendo incapaz de tirar más de tres o cuatro veces antes de fallar; y una facilidad para ensuciarse internamente incluso con poco uso, que hacía que la tropa dijese con sorna que "CETME" significaba en realidad "Cada Esquina Tiene Mierda Escondida"; la acumulación de residuos de pólvora en el estriado de la recámara provocaba que las vainas quedasen pegadas (a estos fallos contribuyó la poca calidad de la munición fabricada por Santa Bárbara, la cual no superaba las pruebas de homologación de la OTAN, así como el empleo continuado, ante la imperiosa necesidad de reducir gastos al máximo, de cargadores originalmente diseñados para un sólo uso). También se quejaban de lo laborioso de limpiarlo, pero esto puede deberse más bien a la baja instrucción dada a muchos soldados y la falta de herramientas de limpieza.
Obviamente, el Cetme L era muchísimo menos robusto que el Cetme C (“demasiada baquelita”, aseguraban algunos militares, recordando el apodo que –por la misma circunstancia- habían puesto los estadounidenses al M-16: El “Mattel”, en clara referencia a la compañía juguetera). Además, el modelo adolecía de ciertos problemas añadidos, tales como la ya mencionada baja precisión, derivada del bajo presupuesto -lo cual produjo el rebaje de los materiales, que producía el desgaste prematuro de elementos de recámara y cañón lo cual derivaba en el mal quemado de la pólvora y poca estanqueidad, por lo cual provocaba inestabilidad en el proyectil-. Testado el fusil en –entre otras Unidades- la Unidad de Operaciones Especiales de Infantería de Marina, se pudo comprobar que tras disparar ininterrumpidamente durante cierto tiempo, el cañón tendía a desviarse levemente, lo cual afectaba a la precisión del arma… En conclusión, los expertos dudaron de su validez para un uso muy intensivo.
CETME L y LC (ESPECIFICACIONES)
Calibre: 5,56 mm.
Peso del arma: 3,5 Kg (modelo L) 3,4 Kg (modelo LC)
Longitud: 925 mm (modelo L)
LC: 860 (culata extendida) / 655 (culata plegada).
Longitud del cañón:
Modelo L: 400 mm.
Modelo LC: 320 mm.
Cartucho: 5,56 x 45 mm NATO.
Cadencia de fuego: 650-700 disparos por minuto (modelo L) 650-800 disparos por minuto (modelo LC).
Velocidad: 875 m/s (modelo L) 832 m/s (modelo LC)
Alcance eficaz: 200-400 metros.
Alcance máximo: 400 m.
Alimentación: Cargadores STANAG de 10, 20 y 30 cartuchos.
Tras los problemas acarreados por los últimos modelos desarrollados por CETME, en 1996 sale a concurso público la adquisición de un nuevo fusil de elevadas prestaciones para las Fuerzas armadas españolas, siendo elegido en 1999 el modelo G-36E de la empresa Heckler & Koch (curiosamente la que co-desarrolló el CETME en sus inicios), pagándose un precio que rondó las 130.000 pesetas por unidad. Sin embargo, aún se tardaron varios años en verse los nuevos fusiles entre la mayoría de unidades.
* AMELI (acrónimo de “AMEtralladora LIgera”):
Este modelo fue un intento frustrado de sustituir o reforzar a la ametralladora MG-3 y dotar de más potencia de fuego a las unidades, con unas dimensiones y calibre más pequeño (5,56 mm). Se alimentaba mediante cintas o tambores, y se fabricaron dos versiones de la misma: el modelo de cañón largo (450 mm) y el de cañón corto (400 mm) ambas con una cadencia de tiro de 1.000 disparos por minuto.
Diseñada para el Ejército de Tierra por CETME, e desarrollo del arma comenzó en 1974 bajo la supervisión de José María Jiménez-Alfaro[1] (quién más tarde sería el director del Centro). El arma desarrollada AMELI fue presentada oficialmente en 1981 y en 1982 entró en servicio como MG82, y fue manufacturada por la Empresa Nacional Santa Bárbara (ahora General Dynamics Santa Bárbara Sistemas) en la fábrica de La Coruña.
La Ameli es un arma automática cuya forma recuerda a la ametralladora MG42 calibre 7,92 x 57 Mauser. Pero mientras que la MG42 emplea el sistema de retroceso corto (donde el cañón y el cerrojo retroceden juntos una corta distancia antes de separarse), la Ameli emplea el sistema de retroceso de masas retardado con un cañón fijo y rodillos que retardan el retroceso del cerrojo. Este sistema de disparo también fue empleado en los fusiles CETME Modelo A, B, C y L, así como en el fusil HK G3, el fusil HK 33 y los subfusiles HK MP5. Se alimenta mediante cintas o tambores, y se fabricaron dos versiones de la misma: el modelo de cañón largo (450 mm) y el de cañón corto (400 mm) ambas con una cadencia de tiro de 1.000 disparos por minuto.
El Ejército Británico adquirió seiscientas unidades para el Special Air Service (SAS), el Special Boat Service y las tropas paracaidistas después de los buenos si no excelentes resultados que dieron sus prototipos, superando las prestaciones de la FN Minimi y la H&K-33E, pero terminó devolviendo los ejemplares de serie antes de que pasara el plazo de evaluación por los deficientes resultados y fallos de funcionamiento, así como por su escasa fiabilidad tras las condiciones de combate de un asalto anfibio o desembarco (barro, arena, agua, etc.), fiasco achacado a la poca calidad de los materiales empleados en un intento por reducir costes (su precio era la mitad que el de la Heckler & Koch HK21 alemana). En España tan sólo entraron en servicio unas 300 unidades, la mayoría destinadas a la Brigada Paracaidista y unidades de élite del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil, así como la Infantería de Marina, la cual introdujo modificaciones menores tales como añadir refuerzos y soldaduras adicionales para tratar de paliar sus problemas de funcionamiento. La mayoría ya se encuentran dadas de baja…
ESPECIFICACIONES
Peso: 5,3 kg.
Longitud: 970 mm.
Longitud del cañón: 400 mm
Munición: 5,56 x 45 OTAN
Calibre: 5,56 mm
Sistema de disparo: Recarga accionada por retroceso de masas retardado.
Cadencia de tiro: 800-1200 disparos/min.
Alcance efectivo: De 300 m a 1.000 m.
Máximo: 1.650 m
Cargador: Cinta M27 de 100 o 200 balas
Velocidad máxima: 875 m.
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‚* Subfusil CETME C-2 (también conocido como CETME CB64).
CETME también fabricó durante la década de los 60 un subfusil, similar a los modelos de segunda generación de STAR, Bonifacio Echeverría S.A. con el cargador lateral, al modo del Sterling inglés. En un principio, el arma estaba calibrada para cartuchos del “9 largo” (9 x 23) las municiones nacionales y para 9 x 19 (llamado también 9 mm Luger o Parabellum) las de exportación, y podía disparar 9 mm Bergman-Bayard (Cartucho usado durante largo tiempo en el ejército español y conocido como 9 mm Largo) con solo cambiar el cañón. La palabra "Parabellum" está extraída de la máxima latina "Si vis pacem, para bellum", que significa: Si quieres la paz, prepara la guerra.
El CETME C2 es un arma de alimentación “blowback” que lanza cerrojo abierto. El percutor se acciona mediante una palanca especial dentro del perno, lo que permite al percutor sobresalir hacia delante y golpear el cebador del cartucho de cámara sólo cuando el perno está completamente en la batería. La superficie externa del perno cilíndrico tiene ranuras espirales para acumular suciedad y el polvo y reducir la fricción. Podía disparar tiro a tiro o en ráfaga, gracias a la combinación de seguridad-modo de palanca en el lado izquierdo del armazón. El cargador se inserta horizontalmente desde la izquierda, teniendo la ventana de eyección a la derecha. Su culata metálica es plegable hacia abajo y hacia adelante, para descansar debajo del cubre-cañón perforado. El alza es de la forma de L tipo flip-up, con ajustes para 50 o 100 metros de alcance.
ESPECIFICACIONES
Calibre: Largo 9x23 o 9x19 Luger / Parabellum.
Peso: 2,65 kg.
Longitud: (cualtín cerrado / desplegado) 500/720 mm.
Longitud del cañón: 212 mm.
Cadencia de fuego: 600 disparos por minuto.
Capacidad del cargador: 32 proyectiles.
Para finalizar, aclarar que el denominado CETMETON[2] no es un desarrollo único de CETME sino que se trata de una modificación de otra arma en la que participó.
ESPECIFICACIONES
Peso: 3,400 kg.
Longitud: 978 mm.
Longitud del cañón: 450 mm.
Munición: 7,62 x 51 OTAN.
Calibre: 7,62 mm.
Sistema de disparo: cerrojo accionado manualmente, sistema Mauser.
Cargador: Interno fijo (peine), con capacidad de 5 cartuchos
Velocidad máxima: 828 m/sg.
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De cualquier modo, como sabiamente indicaban en el film “Amor a Quemarropa” (“True Romance”, Tony Scott, 1993): “Es mejor tener un arma y no necesitarla, que necesitarla y no tenerla”… El cine ha inmortalizado al M-16 versus Kalashnikov AK-47 en las junglas vietnamitas. Ambas armas son todo un símbolo de la denominada “Guerra Fría”, resumiendo en sus siluetas todo lo que el concepto de “Guerra” entrañaba, tan genuinamente como lo pudieron hacer el Erma MP-40 (equivocadamente llamado Schmeisser) o el Garand M-1 durante la II Guerra Mundial. Pero nuestro CETME, quizá con menos carga épica y lirismo que sus homólogos (y, desde luego, mucho menos celuloide), se ha ganado un hueco en nuestra Historia castrense. Va por él este artículo.
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[1] José María Jiménez-Alfaro Gomá, (1928–2013) fue doctor ingeniero de Armamento y Construcción, coronel del Ejército Español, profesor de la Escuela Politécnica Superior de Ejército y reconocido internacionalmente como uno de los mayores expertos mundiales en armas ligeras. Su trabajo en el diseño e investigación en CETME y su colaboración con entidades internacionales para la limitación de armas convencionales le llevó a recibir la medalla del Mérito Militar y la Cruz de San Hermenegildo. A propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores se le concedió la Encomienda de Isabel la Católica por su aportación en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Mosquetón |
[2] El CETME FR-7 / FR-8 CETMETON, es un fusil de origen español fabricado a partir de una modificación de los fusiles de cerrojo Máuser M1.916 y M1.943 y cañones fabricados por CETME, dando lugar respectivamente al FR-7 y el FR-8 (Fusil Reformado 7 y 8).
Tras la II Guerra Mundial se llegó la conclusión acertada de que había que equipar a la tropa con un fusil de asalto duro, versátil y con capacidad de hacer fuego automático y semiautomático. Se empezaron a desarrollar los primeros prototipos de CETME y posteriormente a producirse para equipar a los tres ejércitos (Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire).
Como no se podía equipar inmediatamente a todos los efectivos del ejército, se fue haciendo paulatinamente, y durante un tiempo convivieron los viejos mosquetones con los nuevos CETME. Los fusiles FR-7 fueron convertidos a partir de fusiles del Modelo 1916 español, basados a su vez en los fusiles Máuser Modelo 1893. Los FR-8 fueron conversiones del Modelo 1943 español, basados en el Máuser 98. Debido a la incompatibilidad de las municiones usadas por los mosquetones (7,92 x 57 y 7 x 57 Máuser ) y en vías de desaparición, y a que se retiraron una gran cantidad de mosquetones en perfecto estado, al ser sustituidos, se decidió modificar estos últimos sustituyéndoles su cañón original Máuser por un cañón fabricado en CETME adaptando el arma al nuevo cartucho 7,62 x 51 CETME, que más tarde sería sustituido a su vez por el 7,62 x 51 OTAN (.308) de mejores prestaciones. Dado que la tropa conocía popularmente los mencionados Mauser como "Mosquetones" y a los cuales se les instalaban piezas de CETME, ambos Fusiles Reformados 7 y 8, se denominaron CETMETÓN creando un juego entre las palabras CETME y mosquetón.
Después de ser totalmente sustituidos por el CETME, se seleccionó un pequeño número de cetmetones escogidos por su precisión y se equiparon para ser usados por francotiradores de las Compañías de Operaciones Especiales durante un breve espacio de tiempo mientras eran equipados con otro fusil de precisión que aún no había sido entregado por el fabricante (además, estos fusiles podían disparar granadas). Finalmente, el CETMETON quedó relegado a unidades auxiliares hasta su retirada por completo salvo en la Guardia Real española donde se ha usado -y se sigue usando- para hacer orden cerrado y paradas militares (y también es utilizado para rendir honores en algunas unidades policiales). El resto de los antiguos FR-7 y FR-8 fueron destruidos o bien exportados a otros países para equipar a sus fuerzas armadas y más tarde vendidos a particulares como arma de caza, principalmente fuera de España.
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