En las agendas políticas de los partidos que aspiran a gobernar España
en los próximos meses se incluyen numerosos cambios en la concepción y
organización de las Fuerzas Armadas. Desde modificar la justicia militar hasta
revisar el convenio bilateral militar con Estados Unidos. ¿Cómo cambiará el
Ejército según quién gobierne?
Albert
Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Sólo las cuatro fuerzas políticas más representativas –PP,
PSOE, Podemos y Ciudadanos- tienen capacidad en la actualidad para marcar la
agenda política de un futuro gobierno. Ya sea gobernando por si mismas o
pactando apoyar al nuevo ejecutivo a cambio de que se escuchen sus propuestas.
--Gobierno del Partido Popular: desde las pasadas
elecciones, el programa de gobierno del PP en materia de Defensa no se ha visto
modificado. El documento de propuestas recogía cuestiones como el aumento del
presupuesto militar hasta alcanzar el 2 por ciento del Producto Interior Bruto
que recomienda la OTAN. Algo que tendría una influencia sustancial sobre el
nivel de operatividad de las Fuerzas Armadas.
Otras cuestiones, como modificar la Ley de Carrera Militar
(que ya prometió en 2011), los Reglamentos de Especialidades Fundamentales, las
Evaluaciones, los reglamentos de Destinos, Ingreso y promoción interna… también
se verían modificados por la acción legislativa de un gobierno del PP, aunque
se desconoce en qué términos se producirían estas reformas.
Entre los focos de actuación que señala el PP se encuentra
el Protocolo contra el acoso sexual, un nuevo plan de sanidad militar, un plan
integral de apoyo a los discapacitados, la creación de una agencia de
adquisición para centralizar las compras o el refuerzo de la lucha contra las
ciberamenazas.
--Un Gobierno de Concentración: En caso de que se produjese
un giro radical de la situación y se llegase a un acuerdo entre PP, PSOE y
Ciudadanos para un gobierno de concentración, sería de esperar que el programa
de gobierno contuviese las líneas maestras en las que coinciden en materia de
Defensa las tres formaciones. A simple vista no son muchas, pero hay
confluencias.
Cabría esperar, por ejemplo, la puesta en marcha de un
plan de reestructuración orgánica y de infraestructuras de la Defensa –al que
alude el PSOE y no tan claramente Ciudadanos-, o un refuerzo del protocolo
contra el acoso sexual –tema estrella en materia de Defensa para todas las
formaciones-.
En cuanto a las capacidades económicas de unas Fuerzas
Armadas bajo un tripartito PP, PSOE, Ciudadanos, se esperaría la creación de
una Ley de Programación Presupuestaria Plurianual –como la define el Partido
Socialista-. Probablemente no llegue a alcanzar el 2 por ciento del PIB que
promete el PP, pero la medida estaría en consonancia también con la propuesta
de Ciudadanos de “garantizar la plena operatividad de las Fuerzas Armadas”.
Este último aspecto es uno de los puntos sobre los que España
ha estado recibiendo advertencias de la OTAN en los últimos años. En la Alianza
se espera que España de por cerrada definitivamente la temporada de recortes en
materia militar.
Otros puntos en común de las tres formaciones son la
creación de un órgano central de adquisiciones, la creación de un marco
legislativo para potenciar y estabilizar la industria de defensa o la revisión
del sistema de reservismo voluntario.
Donde mayor confrontación existiría es en lo referente a la justicia
militar: mientras PP no hace alusión ninguna a ello, ni la ha hecho nunca, PSOE
y Ciudadanos abogan por una revisión profunda que la homologue a los demás
órdenes jurisdiccionales.
Estos puntos son, en esencia, los que también guiarían las
políticas de un supuesto gobierno PSOE-Ciudadanos, siempre según el documento
pactado hace unas semanas por Pedro Sánchez y Albert Rivera.
-Gobierno del PSOE con apoyo de Podemos: analizando
las propuestas de ambos partidos, esta opción sería sin duda la más rupturista
de todas. Si bien en las medidas con las que Podemos concurrió a las pasadas
elecciones se había matizado muchos planteamientos del primer programa de la
formación –salida de la OTAN, eliminación del Sistema Integrado de Vigilancia
Exterior (SIVE) o salida del Frontex-, siguen suponiendo un cambio radical para
las Fuerzas Armadas.
En un Gobierno PSOE-Podemos cabría esperar que se pusieran
sobre la mesa asuntos como los “privilegios” de la cadena de mando –aunque no
se especifica más-, la inclusión de personal civil en las tareas
administrativas de las bases y cuarteles, un plan de aconfesionalidad o poner
fin a las puertas giratorias en las Fuerzas Armadas.
Por otra parte, ambos partidos encaminan sus proyectos hacia
una reforma sustancial de la justicia militar.
Quizás el punto en el que más choques podrían producirse
serían las medidas sobre derechos de los militares. Podemos quiere que se
reconozca la libertad de expresión, el derecho a sindicación, reunión, manifestación
e incluso afiliación a partidos políticos.
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