La fragata Canarias ya participó en la operación Atalanta y en la liberación del atunero Alakrana
Armada Española
El incesante drama migratorio que se vive en el Mediterráneo ha llevado a la Unión Europea a lanzar la segunda fase de la misión contra el tráfico ilegal de seres humanos, que ha pasado de llamarse “EUNAVFOR-MED” a “Sophia”, en honor a una niña somalí que nació en uno de los buques de la misión tras el rescate de su madre. A principios de mes, la UE aprobó su lanzamiento y tras una Conferencia de generación de fuerzas, se solicitó a los países participantes más medios. Entre ellos, a España, que ya anunció que participaría activamente en esta fase con un buque. Se trata de la fragata “Canarias”, con una dotación de unos 250 efectivos, que partirá mañana desde la Base Naval de Rota (Cádiz) para sumarse a la operación.
De esta forma, se pasa de una primera fase destinada principalmente a la recogida de información a una segunda en la que las unidades desplegadas podrán abordar, registrar, apresar y desviar en alta mar los buques sospechosos de estar siendo utilizados para el tráfico ilícito de seres humanos. “Esta decisión lleva la operación naval de la UE desde su fase de recopilación de información a una fase operativa y activa contra los traficantes de seres humanos en alta mar”, aseguró esta semana Federica Mogherini, alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Desde el primer momento, España mostró su interés en tomar parte en esta operación y, tras la correspondiente autorización por parte del Congreso de los Diputados, en julio, un avión de vigilancia marítima despegó el pasado día 14 rumbo a la Base Aérea de Sigonella (Sicilia) con unos 60 efectivos.
Está previsto que la fragata, cuya despedida presidirá el Almirante de Acción Naval, vicealmirante Manuel Garat Caramé, comience su misión el próximo día 7 y se una al resto de unidades navales que hay en la zona, como el portaaviones italiano “Cavour” (donde se encuentra el Cuartel General de la Fuerza” o los buques alemanes y británicos que ya navegan por el Mediterráneo.
De esta forma, se pasa de una primera fase destinada principalmente a la recogida de información a una segunda en la que las unidades desplegadas podrán abordar, registrar, apresar y desviar en alta mar los buques sospechosos de estar siendo utilizados para el tráfico ilícito de seres humanos. “Esta decisión lleva la operación naval de la UE desde su fase de recopilación de información a una fase operativa y activa contra los traficantes de seres humanos en alta mar”, aseguró esta semana Federica Mogherini, alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Desde el primer momento, España mostró su interés en tomar parte en esta operación y, tras la correspondiente autorización por parte del Congreso de los Diputados, en julio, un avión de vigilancia marítima despegó el pasado día 14 rumbo a la Base Aérea de Sigonella (Sicilia) con unos 60 efectivos.
Está previsto que la fragata, cuya despedida presidirá el Almirante de Acción Naval, vicealmirante Manuel Garat Caramé, comience su misión el próximo día 7 y se una al resto de unidades navales que hay en la zona, como el portaaviones italiano “Cavour” (donde se encuentra el Cuartel General de la Fuerza” o los buques alemanes y británicos que ya navegan por el Mediterráneo.
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