miércoles, 2 de septiembre de 2015

Así será el destructor del futuro

 
Actualizado Martes, 1 de septiembre de 2015 09:29
Los medios de comunicación ingleses llevan días publicando las imágenes del Dreadnought 2050, el destructor que la Marina Real británica pretende tener en el futuro para seguir a la vanguardia de la tecnología militar. Un grupo de científicos e ingenieros especializados en defensa naval -Startpoint- ha sido el encargado de dar forma un proyecto que nace para predecir cómo serán los barcos de guerra y qué equipamiento incorporarán. [Álbum completo]
El Dreadnought 2050 es una revolución de proa a popa. En primer lugar, el casco de la embarcación -un trimarán- estaría construido con composite ultraresistente, más ligero que el metal, y con grafeno, por lo que el barco sería más rápido y consumiría menos combustible. Además, éste podría pasar de ser opaco a transparente a través de un sistema eléctrico, por lo que la tripulación tendría mayor visibilidad a la hora de ejecutar las operaciones de ataque/defensa y las maniobras.
Los mástiles convencionales pasan a mejor vida. En su lugar, encima del destructor habría drones equipados con sensores para que ejerzan de radar. La aeronave sin tripulación estaría conectada por nanotubos de carbono enfriados criogénicamente para transmitir energía a los motores y armas láser.
Foto: StartpointFoto: Startpoint
El hecho de no llevar sistemas de radares y antenas hace que la embarcación sea mucho menos visible para cualquier radar enemigo, circunstancia que se reforzaría con un potente juego de lastres de agua para que ésta quede parcialmente sumergida cuando no navega a gran velocidad.
En la sala de operaciones se emplearía hologramas en 3D para el seguimiento de las operaciones. Para gobernar esta bestia de la guerra apenas haría falta 50 efectivos, una tercera parte de los que hoy son necesarios.
El arsenal del buque futurista es quizá lo más sorprendente: por la proa podrían lanzar proyectiles capaces de alcanzar objetivos como hacen los actuales misiles de larga distancia; en los costados, torpedos que alcanzarían los 300 nudos (555 km/h) de velocidad y cañones electromagnéticos; en cubierta podrían despegar drones armados; mientras que la popa tendría una zona de desembarco para tropas a bordo de vehículos anfibios.
Aunque la mayoría de la tecnología del Dreadnought 2050 parece sacada de una película de ciencia ficcón, como recuerda la BBC, muchos de estos sistemas están ya inventados. No en vano, el USS Zumwalt (DDG 1000) estadounidense ya luce una tecnología similar: cañones electromagnéticos, proyectiles lanzados a velocidad inicial hipersónica, misiles con un alcance de 100 kilómetros y una precisión de cirujano, láser... Eso sí, los 7.000 millones de euros que cuesta cada uno de estos destructores del siglo XXI originó muchas críticas cuando fue botada la primera unidad en 2013.

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