más seguridad en estaciones, aeropuertos, metro...
Interior extrema la vigilancia de los centros judíos, Ceuta y Melilla por el riesgo de ataque
España ha redoblado la seguridad de infraestructuras críticas ante el riesgo de que el Estado Islámico intente golpear intereses nacionales, y está colaborando en la búsqueda del octavo terrorista de París
Autor
El Ministerio del Interior decidió el pasado sábado mantener el nivel 4, de alerta antiterrorista “alta”, tras consultar con los expertos de la Guardia Civil, Policía Nacional y Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La cartera que dirige Jorge Fernández Díaz prefirió reservar la activación del nivel 5, de riesgo “muy alto”, el máximo contemplado, para un momento en el que esté directamente comprometida la seguridad nacional. Sin embargo, fuentes de la lucha antiterrorista aseguran que, de puertas hacia dentro, se han decretado medidas de urgencia que en la práctica equivalen al escenario más crítico posible ante la convicción de que España se encuentra en la lista de objetivos del Estado Islámico.
Los funcionarios de las Fuerzas de Seguridad consultados por este diario detallan que, tras los atentados del viernes en París, se ha incrementado la vigilancia en las representaciones religiosas, comerciales y políticas que tiene Israel en España ante el riesgo de que se conviertan en blanco del terrorismo internacional. Los refuerzos afectan al centro cultural Casa Sefarad, situado en el centro de la capital, la Embajada de Israel en la calle de Velázquez y las instalaciones en el Aeropuerto de Barajas de la aerolínea israelí AL, entre otras dependencias. El dispositivo está coordinado con las autoridades de Tel Aviv, que temen que el Estado Islámico cumpla con su promesa de golpear a sus nacionales en Europa. El pasado enero ya fue atacado en los atentados de 'Charlie Hebdo' de París un supermercado especializado en comida judía o 'kosher'.
Como adelantó este diario, informaciones interceptadas que confirmaban el interés del Estado Islámico en ese tipo de objetivos provocaron el pasado verano que el Ministerio del Interior reforzara la presencia policial en lugares como el Museo del Prado de Madrid y la Sagrada Familia de Barcelona. No solo por tratarse de instituciones pobremente vigiladas, sino también por el gran número de visitantes extranjeros que pasan por ellas todos los días, algo que garantizaría la proyección internacional de cualquier tipo de agresión.
Interior también ha acordado intensificar los controles fronterizos. En los pasos hacia Francia se están realizando vigilancias conjuntas con las fuerzas de seguridad galas. Asimismo, también se ha reforzado la seguridad en las fronteras de Ceuta y Melilla. En concreto, la Secretaría de Estado de Seguridad ha determinado que tanto Policía Nacional como Guardia Civil lleven a cabo controles más exhaustivos sobre las personas y los vehículos que pasan de Marruecos a España por ambas ciudades.
La orden ha tenido consecuencias inmediatas en el tráfico transfronterizo. Nada más implantarse la medida, se han producido colapsos en los bordes de las dos ciudades por las largas colas que se han formado. La hora aproximada que se tarda habitualmente en cruzar los pasos se ha convertido en casi tres horas, lo que ha originado numerosas protestas por parte de los ciudadanos que procedían de Marruecos. Los agentes que operan en ambas fronteras, además, han amanecido estos días con chalecos antibalas y más armas de lo habitual para estar preparados ante cualquier imprevisto que pueda surgir, según explican fuentes de las fuerzas de seguridad localizadas en ambas ciudades autónomas.
Con todo, las Fuerzas de Seguridad españolas están participando activamente en las pesquisas. La mayor prioridad de la comunidad internacional es localizar al presunto autor de los atentados que no se inmoló como los otros siete atacantes y habría logrado romper el cordón policial. La policía gala informó el domingo a España de que el sujeto se llama Salah Abdeslam, tiene 26 años y es natural de Bruselas. Los expertos españoles están rastreando de forma exhaustiva los foros y las redes sociales más utilizados por los yihadistas para tratar de encontrar alguna pista sobre el paradero del hombre que puede despejar los interrogantes que aún acompañan a la segunda masacre terrorista en suelo europeo por número de víctimas. La primera fue el 11-M de Madrid.
Los funcionarios de las Fuerzas de Seguridad consultados por este diario detallan que, tras los atentados del viernes en París, se ha incrementado la vigilancia en las representaciones religiosas, comerciales y políticas que tiene Israel en España ante el riesgo de que se conviertan en blanco del terrorismo internacional. Los refuerzos afectan al centro cultural Casa Sefarad, situado en el centro de la capital, la Embajada de Israel en la calle de Velázquez y las instalaciones en el Aeropuerto de Barajas de la aerolínea israelí AL, entre otras dependencias. El dispositivo está coordinado con las autoridades de Tel Aviv, que temen que el Estado Islámico cumpla con su promesa de golpear a sus nacionales en Europa. El pasado enero ya fue atacado en los atentados de 'Charlie Hebdo' de París un supermercado especializado en comida judía o 'kosher'.
El Daesh busca objetivos blandos
Las mismas fuentes revelan que también se ha elevado la presencia policial en infraestructuras críticas, como aeropuertos, estaciones de autobús y tren, transportes urbanos como el metro, puertos, centrales nucleares y edificios oficiales. Asimismo, se ha reforzado la vigilancia en grandes centros turísticos ante el riesgo de que el yihadismo ponga el foco en objetivos blandos o poco protegidos que le permitan firmar acciones espectaculares con recursos modestos y una dificultad casi nula. Eso fue lo que ocurrió el viernes en las calles de París. Los yihadistas optaron por lugares masificados pero alejados de los puntos más emblemáticos de la ciudad, que tradicionalmente están más protegidos. El único punto delicado que tenían en su plan era el Estadio de Francia en el que estaba jugando la selección nacional, y las medidas de seguridad del evento impidieron precisamente su acceso al recinto.A las puertas del nivel 5
Los expertos consultados aseguran que, en realidad, el único aspecto del nivel 5 de la alerta antiterrorista que no se está aplicando desde el viernes es el despliegue del Ejército en las calles, algo que es habitual desde hace años en las principales ciudades de Francia. Al contrario también que en el país vecino, la mayor parte de las patrullas se están haciendo con armas cortas.La orden ha tenido consecuencias inmediatas en el tráfico transfronterizo. Nada más implantarse la medida, se han producido colapsos en los bordes de las dos ciudades por las largas colas que se han formado. La hora aproximada que se tarda habitualmente en cruzar los pasos se ha convertido en casi tres horas, lo que ha originado numerosas protestas por parte de los ciudadanos que procedían de Marruecos. Los agentes que operan en ambas fronteras, además, han amanecido estos días con chalecos antibalas y más armas de lo habitual para estar preparados ante cualquier imprevisto que pueda surgir, según explican fuentes de las fuerzas de seguridad localizadas en ambas ciudades autónomas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario