lunes, 9 de noviembre de 2015

Atlas de cerveza artesanal

 

O el país de caña en caña elaborada de forma tradicional, natural y riquísima. Es decir, nada de filtros ni de pasteurización. Recorremos sus fábricas de Santiago de Compostela a Cádiz, de Ávila a Santander, de Madrid a Barcelona... ¡Que aproveche la cata!
  1. 1. La Virgen (Madrid)
    Sus ideólogos dicen que elaboran «honestamente» esta cerveza 100% madrileña en su fábrica de Las Rozas. Es decir, de forma «tradicional, pura, viva y fresca», respetando los tiempos de fermentación y reposo. Vamos, que nada de filtros y nada de pasteurización. Si quieres comprobarlo in situ, puedes visitarla por nueve euros los miércoles, jueves, viernes y sábados de 18.30 a 00.00 y los viernes, sábados y domingos de 12.00 a 16.00, con cocina de su foodtruck incluida si quieres. | Más información aquí
  2. 2. Arriaca (Guadalajara)
    Agua, malta, lúpulo y levadura. Ni más, ni menos. Son los productos naturales que componen las joyas de Arriaca, cuyo proceso de elaboración lo han heredado los artesanos de sus ancestros y que se basa en no añadir enzimas para acelerar el macerado ni realizar procesos físico-químicos para acortar la fermentación. Así salen sus retoños de la fábrica de Yunquera de Henares, en Guadalajara, donde no sólo puedes comprar su rubia, la de centeno, la de trigo, la Vikingathor (oscura oscura) o la Doble IPA, de fermentación alta, sino catarlas ahí mismo. | Más información aquí
  3. 3. Gredos (Ávila)
    Dos hermanos abulenses empezaron a tirar de archivo histórico y se dieron cuenta de que ya los romanos bebían este espumoso elemento en su propia tierra, allá por la Sierra de Gredos (Ávila). ¿Por qué no seguir con la tradición, que también habían mantenido sus abuelos? Así surgió esta cerveza confeccionada con el agua más pura de la sierra. De ahí su sabor. Aparte de la clásica, lo suyo es probar la que tiene whisky de malta. O la de cerezas, la rubia, a la que han añadido limón... Puedes visitar su fábrica en Hoyocasero por seis euros, con cata y embutidos locales en el pack. | Más información aquí
  4. 4. Domus y La Sagra (Toledo)
    Tiramos hacia Toledo para visitar dos compañías. La primera, Domus, luce nuevas instalaciones desde 2012 en la calle Río Jarama. La visita de una hora te cuenta la historia de esta bebida en general y de la suya en particular, con acompañamiento de tapas incluido (12 euros). Su colega La Sagra se ubica en Numancia de la Sagra y no sólo se organizan recorridos con degustación de tres tipos (seis euros), sino que también puedes apuntarte a sus talleres sobre el arte de su elaboración mediante equipos caseros. Son los sábados por la mañana. Precio: 150 euros. | Más información aquí


  5. 5. Dolina (Burgos) y Goose (Segovia)
    La burgalesa Dolina está inspirada que en los yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca. De ahí su carácter «experiencial e intuitivo, como el trabajo del arqueólogo», aseguran sus padres. Y de ahí también que al rascar la etiqueta de su botella encuentre el cráneo del mismísimo Homo Heidelberguensis (imagen), diseño multipremiado. Y de Burgos nos vamos a La Granja (Segovia) para saborear Goose, ganso en inglés y motivo de su eslógan: «Despierta el ganso que ahí en ti». No en vano, remite a los tiempos en los que La Granja era conocida por la cría de animales. Según el maestro cervecero, la clave de Goose es que está hecha «con cariño». Comprúebalo en la visita a la fábrica (ocho euros), con cata y barra libre de rubias. | Más información aquí
  6. 6. Peregrina (Galicia)
    «Peregrina: Contigo, todo el Camino». El lema no puede estar más vinculado a su tierra, a Galicia. Y es que su seña de identidad es que está elaborada de forma artesanal con agua de Santiago (es la primera hecha en la capital gallega) a partir de malta de cebada. La tienes Colorada (Amber Ale), con un sabor acaramelado y un tono rojizo, y Stellae (Session Ipa, mucho más tropical. Puedes especializarte en una y otra visitando la fábrica ubicada en el Polígono Costa Vella de Santiago. Está abierta al público los viernes y sábados a partir de las 18.30. | Más información aquí
  7. 7. Milana Bonita y La Loca Juana (Valladolid)
    Dentro de Castilla y León destacamos también estas dos casas. La primera, Milana Bonita, con sede en el pueblo de Montemayor de Pililla, sigue el mandato de productos 100% naturales (agua, cereal, levadura, lúpulo en flor, frutas, dextrosa...). La visita a su fábrica (10 euros) incluye cata y aperitivo, pero puede completarse con un menú autóctono. La Loca Juana, por su parte, se hace en el Castillo de Íscar, en la localidad homónima, y sigue los dictados cerveceros que ya encantaba a los nobles hace siglos. Organizan talleres de iniación a la cata por 15 euros, así como visita guiada más degustación de dos cervezas más tapa por nueve euros. | Más información aquí
  8. 8. Dougalls (Liérganes, Cantabria)
    Llevan elaborando las cervezas que les gustan desde 2006. Así que ya han dado de sobra con la fórmula mágica: materia prima de diez y mucho mimo. Son los ingredientes de su Happy Otter y 942 (ambas Pale Ale) o de Leyenda (Extra Special Bitter). Luego estaría la Tres Mares (Amber Ale, pero se han quedado sin stock) y Raquera (Pilsen). Así que para elegir, tienes. Y para probarlas también: en las visitas guiadas a la fábrica de Liérganes. Las organizan los fines de semana con cita previa. | Más información aquí
  9. 9. Montseny (Barcelona)
    En tierras catalanas sobresale esta compañía de cervezas artesanales (proceso prácticamente manual), integrales (siguen la ley alemana de pureza) y naturales (sin pasteurizar). Si quieres visitar su microcervecería, está en Sant Miquel de Balenyà, en Seva (Barcelona) y organizan tours guiados los sábados de 11.00 a 13.00. Allí te enterarás de todas las que elaboran: Blat, Malta, Negra, Lupulus, EcoLupulus, Hivernale, Malta Cuvée, Aniversari, Castanya y Mala Vida, al tiempo que bajarás a la zona de producción. La cata final incluye dos cervezas. | Más información aquí
  10. 10. Maier y Taifa (Andalucía)
    Rumbo directo al Sur para dar cuenta de una marca gaditana (Maier) y otra sevillana (Taifa). La primera lleva a gala ser la primera artesana 100% de la provincia. Por eso, su nombre se debe a un tal Carlos Maier, que llegó hasta aquí en 1867 para crear la Gran Fábrica de Cervezas y Gaseosas Seltz y Aguas de Soda Carlos Maier. Así que tradición cervecera les sobra. Puedes visitar la fábrica por seis euros (con cata de cuatro variedades) o 15 (acompañada de aperitivos selectos). Taifa, en cambio, se ubica en el propio Mercado de Triana del barrio homónimo sevillano. Allí mismo puedes ver su proceso de elaboración. | Más información aquí
  11. 11. Tyris (Valencia) y Beer Lovers (Mallorca)
    Paramos en Valencia, donde está Tyris y sus seis variedades de cerveza. La niña mimada, con ligeros toques de trigo, da nombre a la empresa, mientras que la más dulce se llama Paqui Brown y la más yankie, Oh Yeah, una rubia deliciosa. Pruébalas los sábados en su tour cervecero desde ocho euros. Saltamos a Mallorca para conocer Beer Lovers, con su versión fresca y mediterránea (Blat), tostada (Bram, lupolada (Llop) y clásica (Broll). La fábrica está en el centro de Alcudia, en la que fuera la antigua casa familiar de los Beer Lovers. | Más información aquí
  12. 12. Caleya y Deva (Asturias)
    Acabamos la ruta de las cañas artesanas en Asturias. Primero, en la fábrica de Caleya, ubicada en el pueblo de Rioseco, en el corazón del Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Redes. ¿Se te ocurre un lugar más bucólico para tomarte una cerveza «rica», como querían sus creadores? Buscaban otra cosa también: recuperar la vinculación con la tierra y con sus habitantes. Y de Rioseco a Tineo, en el occidente asturiano, donde está Deva, una marca diferente que surgió tras años de experimentos caseros. El (buen) resultado lo encontrarás con sus catas, cursos de elaboración, elaboración de recetas y todo lo que se les va ocurriendo por el camino. | Más información aquí

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