sábado, 24 de diciembre de 2016

DIARIO DE UN VETERANO: (Pedro Motas)

 


invitacion
La Inmaculada Concepción
El pasado día 8 de Diciembre, el día de la Purísima, hizo frió y humedad, pero nunca bastante para frenar a la infantería, que derrite la nieve de los montes, la escarcha de los ríos difíciles y el hielo que oprime a los corazones en desgracia.
La Infantería no es la materia, es el ligero y tenue soplo que vivifica; no es la masa, es la compañía; no es, a veces, ni el concierto, es siempre la arrebatada canción del solitario centinela, que canta para que el Cabo de Guardia sepa que está vivo.
Quien no haya sido Soldado de Infantería quizá ignore que cuando el hombre se cansa, aún le faltan muchas horas y muchas leguas para cansarse. Porque el secreto de la Infantería Española, la de las cornetas en el cuello de la guerrera, es el de sacar fuerzas de flaqueza y hacer de tripas corazón. Que nunca más noble destino tuvieron ni nada mejor pudieron servir.
Ningún oficio más bello que el de infante, que lleva su casa a cuestas como el caracol y se pelea porque no admite jaques: como el león, como el gallo y el toro. Sin medir las fuerzas, que no fuera noble presentar las batallas ganadas y sin mirar atrás, porque detrás no hay nada, absolutamente nada.
patrona
Nuestra Patrona
La devoción a María en el misterio de su Concepción sin mancha era común a todos los españoles. Siendo el Ejército, antes de existir las tropas permanentes, el pueblo en armas, necesariamente debía participar de 1as mismas creencias, reconociendo de manera explícita este privilegio concedido a la Virgen Santísima.
Es evidente que el Ejército español profesa una devoción grande a la Concepción Inmaculada de María. Sobre todo los Regimientos, Batallones, y otras Unidades del Arma de Infantería que celebran con cultos solemnes la fiesta de su Concepción sin mancha el 8 de diciembre, reconociéndola y proclamándola su Patrona y Abogacía. Así lo hizo la III Bandera de la BRIPAC, Ortiz de Zárate, en su Capilla del Acuartelamiento, en Jabalí (Murcia), donde el Páter Francisco, en la Misa, hizo una espléndida Homilía apropiada a la solemnidad.
Y así, los infantes Caballeros Legionarios Paracaidistas, rinden su bandera y su corazón a las plantas de María Inmaculada; la proclaman su Patrona y Abogada; la reconoce como Reina y Señora en la tierra, y piden, para todos y cada uno de los que visten y vistieron el uniforme militar, la gracia de poderla aclamar también algún día Reina, Señora y Madre, formando en las filas de su Corte en el Reino de los Cielos.
Tras lo cual, nos trasladamos a la Explanada “Almogávares” para asistir y participar en la Parada Militar, Acto emotivo y solemne donde los veteranos fuimos protagonistas de nuestros himnos, cantos y espíritu paracaidista y como infantes.
Y terminados los Actos, nos trasladamos a los comedores, donde se ofreció un Vino de Honor, que casi fue una comida, donde confraternizamos todos y nos presentábamos en perfecta armonía castrense.
Y allí fue donde me sorprendí por lo que ocurrió: muchas personas, civiles y militares, se acercaban a preguntarme si yo era Pedro Motas, colaborador del Blog del General Dávila, y me alababan y mostraban su interés por los contenidos del Blog, y me daban ánimos para que los colaboradores siguiéramos en esa línea, y que lo transmitiese a lo que ellos llamaban la página de los Generales.
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Blog generaldavila.com con su padrino don Alfonso Ussía
Y eso es para este magnífico Blog una gran alegría, porque es la muestra de la eficacia de los artículos, de los valores trasmitidos, de la popularidad conseguida hasta ahora, fruto de un gran trabajo en equipo.
Por todo ello, termino felicitando a mi querido General Dávila por la dedicación en la gestión de su magnífico Blog y a su dinámico equipo compuesto por también mis queridos Generales Alamán, Coloma y Chicharro; así como a mis queridos compañeros colaboradores del Blog.
Feliz Navidad y un fuerte abrazo a todos.

Pedro Motas

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