Para la Policía sería una 'catástrofe' que Podemos controlara Interior
Los agentes no entienden que un partido que predica que su principal objetivo es luchar contra la pobreza "quiera ahora controlar a las Fuerzas de Seguridad". Y se preguntan: "¿Qué se puede esperar de una formación cuyos líderes se emocionan viendo cómo agreden a los policías y piden salir a la caza del facha?".
Sandra Toro
Viernes, 29. Enero 2016 - 20:38
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, durante la rueda de prensa que ofreció tras su reunión con el Rey. | EFE
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Miedo y preocupación. Son las dos palabras más repetidas entre los agentes de la Policía Nacional desde el pasado viernes 22 de enero. Ese día, nada más terminar su encuentro con el Rey en la ronda de contactos iniciada por el Monarca con todas las fuerzas políticas, Pablo Iglesias anunció su intención de "formar un Gobierno del cambio con PSOE e IU" y le ofreció una propuesta trampa a Pedro Sánchez: ser su vicepresidente y tener el control del Ejército, la Policía Nacional, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la televisión. Pretensiones que para el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, significan hacer uso del "manual del golpista".
Hernando ha lamentado que se pretenda así poner "en riesgo la unidad y la seguridad" de España y que se pueda "aceptar como viable que una fuerza de extrema izquierda que ha sido financiada por países extranjeros puedan ocupar los grandes resortes del poder de cualquier país: el Ejército, la Policía, el CNI y encima la televisión".
En la mente de todos se encuentran las reiteradas muestras que Pablo Iglesias ha hecho sobre el regocijo que le producía ver las imágenes de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) -antidisturbios- apaleados en Madrid durante las jornadas 'Asalta el Congreso' auspiciadas por Podemos. No se ha arrepentido de las declaraciones vertidas en septiembre de 2012 en las que aseguraba que "me emociona" ver a manifestantes rodear y agredir a un policía. Más de tres años después tampoco ha emitido una sola palabra que haga prever que su visión sobre la Policía Nacional ha cambiado. Sin embargo ahora, con el Gobierno en tierra de nadie, reclama el mando del Cuerpo al que tiempo atrás no tuvo empacho en insultar.
Además: Iglesias se hace la foto en el funeral de los policías asesinados
Esto ha hecho saltar las alarmas y entre los agentes empieza a notarse la preocupación y el temor ante la posibilidad de que el control de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado recaiga en manos de la formación antisistema. Gaceta.es se ha puesto en contacto con los sindicatos más representativos de la Policía Nacional -UFP, CEP y SUP- que, quizá cohibidos por el miedo a futuras represalias, prefieren ser cautos y "no adelantarse a los acontecimientos". Desde su papel de representantes de todos los agentes, los portavoces de estas organizaciones -Serafín Giraldo (UFP), Antonio Labrado (CEP) y Javier Estévez (SUP)- se muestran "expectantes, como el resto de ciudadanos". Lo único que piden, señalan, es que "quien gobierne se preocupe por la Policía y garantice sus derechos". Reconocen que Iglesias se ha caracterizado por atacar al Cuerpo, pero confían en que rectifique. Y sentencian que "nosotros nos dedicamos a servir a los ciudadanos, nos da igual quiénes compongan el Gobierno".
Pero el sentir general en las comisarías y entre los policías a pie de calle no es el mismo. Gaceta.es ha contactado con agentes destinados en los diferentes distritos de Madrid y todos coinciden: "la única formación política que preocupa a la Policía es Podemos". Se muestran conscientes de que "Podemos nos odia" y convencidos de que "lo que realmente quiere Pablo Iglesias es controlarnos y manipularnos a su gusto".
Los agentes consultados no entienden que un partido que predica a banderas desplegadas que su principal objetivo es luchar contra la pobreza "quiera ahora controlar un Ministerio que a lo que se dedica es a labores de investigación y de seguridad ciudadana". "Esto huele muy mal", añaden. Temen que Pedro Sánchez ceda a sus pretensiones porque eso significaría, señalan, que "nos convertiríamos en una Policía al servicio del poder, como sucede en otros países totalitarios". "Quieren controlarnos y a través de nosotros controlar a la población", agregan.
Confiesan que otro de sus miedos afecta a la Unidad de Intervención Policial (UIP). "Nuestro temor es que se utilice a las UIP para, durante las manifestaciones, emplear la violencia contra quienes no comulgan con sus ideas", aseguran, a la vez que se preguntan: "¿Qué se puede esperar de un partido cuyos líderes se emocionan viendo cómo agreden a los policías, piden salir a la caza del facha y una de cuyas medidas estrellas es desmantelar los antidisturbios?, ¿qué se puede esperar de un partido cuyo líder se atreve a decir que el terror de ETA tiene "explicaciones políticas"?, ¿qué se puede esperar de un partido que comulga con Irán y Venezuela -uno de los países más peligrosos-?".
Admiten los agentes la "tremenda preocupación" con la que conviven estos días y tienen claro que "sería una catástrofe" que el control del Ministerio del Interior cayera en manos de Pablo Iglesias y su equipo, porque "no están capacitados, no tienen sentido común". Y por eso, señalan, "no queremos verlos ni en pintura".
Además: Así es el futuro e hipotético equipo de gobierno de Iglesias
Si finalmente Pedro Sánchez aceptara las condiciones que Pablo Iglesias le ha puesto sobre la mesa y gobernara el Frente Popular, bajo el poder de la formación antisistema también se situaría, además de la Comisaría General de Policía Judicial -es decir, el acceso a las entrañas de la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal)-, el CNI. Y es que la petición de la Vicepresidencia por parte de Iglesias no es casualidad: desde diciembre de 2011, este organismo estatal encargado de conocer e informar al Gobierno de aquello que pueda afectar a la seguridad, estabilidad y defensa del Estado depende del Ministerio de Presidencia, al frente del cual se encuentra actualmente la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.
El CNI es la forma que el Gobierno tiene de "obtener información no alcanzable por otros organismos" para "proteger los intereses políticos, económicos, estratégicos o industriales" del país. Maneja un presupuesto anual de 240.977 millones de euros y una plantilla de alrededor de 3.500 agentes, parte de ellos procedente de la carrera militar. También tiene un total de 60 "antenas" repartidas por todo el mundo para captar información de nuestros aliados y de posibles enemigos. Es decir, toda la información sensible para la seguridad nacional estaría en manos de Podemos.
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En la mente de todos se encuentran las reiteradas muestras que Pablo Iglesias ha hecho sobre el regocijo que le producía ver las imágenes de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) -antidisturbios- apaleados en Madrid durante las jornadas 'Asalta el Congreso' auspiciadas por Podemos. No se ha arrepentido de las declaraciones vertidas en septiembre de 2012 en las que aseguraba que "me emociona" ver a manifestantes rodear y agredir a un policía. Más de tres años después tampoco ha emitido una sola palabra que haga prever que su visión sobre la Policía Nacional ha cambiado. Sin embargo ahora, con el Gobierno en tierra de nadie, reclama el mando del Cuerpo al que tiempo atrás no tuvo empacho en insultar.
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Esto ha hecho saltar las alarmas y entre los agentes empieza a notarse la preocupación y el temor ante la posibilidad de que el control de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado recaiga en manos de la formación antisistema. Gaceta.es se ha puesto en contacto con los sindicatos más representativos de la Policía Nacional -UFP, CEP y SUP- que, quizá cohibidos por el miedo a futuras represalias, prefieren ser cautos y "no adelantarse a los acontecimientos". Desde su papel de representantes de todos los agentes, los portavoces de estas organizaciones -Serafín Giraldo (UFP), Antonio Labrado (CEP) y Javier Estévez (SUP)- se muestran "expectantes, como el resto de ciudadanos". Lo único que piden, señalan, es que "quien gobierne se preocupe por la Policía y garantice sus derechos". Reconocen que Iglesias se ha caracterizado por atacar al Cuerpo, pero confían en que rectifique. Y sentencian que "nosotros nos dedicamos a servir a los ciudadanos, nos da igual quiénes compongan el Gobierno".
Pero el sentir general en las comisarías y entre los policías a pie de calle no es el mismo. Gaceta.es ha contactado con agentes destinados en los diferentes distritos de Madrid y todos coinciden: "la única formación política que preocupa a la Policía es Podemos". Se muestran conscientes de que "Podemos nos odia" y convencidos de que "lo que realmente quiere Pablo Iglesias es controlarnos y manipularnos a su gusto".
Los agentes consultados no entienden que un partido que predica a banderas desplegadas que su principal objetivo es luchar contra la pobreza "quiera ahora controlar un Ministerio que a lo que se dedica es a labores de investigación y de seguridad ciudadana". "Esto huele muy mal", añaden. Temen que Pedro Sánchez ceda a sus pretensiones porque eso significaría, señalan, que "nos convertiríamos en una Policía al servicio del poder, como sucede en otros países totalitarios". "Quieren controlarnos y a través de nosotros controlar a la población", agregan.
Confiesan que otro de sus miedos afecta a la Unidad de Intervención Policial (UIP). "Nuestro temor es que se utilice a las UIP para, durante las manifestaciones, emplear la violencia contra quienes no comulgan con sus ideas", aseguran, a la vez que se preguntan: "¿Qué se puede esperar de un partido cuyos líderes se emocionan viendo cómo agreden a los policías, piden salir a la caza del facha y una de cuyas medidas estrellas es desmantelar los antidisturbios?, ¿qué se puede esperar de un partido cuyo líder se atreve a decir que el terror de ETA tiene "explicaciones políticas"?, ¿qué se puede esperar de un partido que comulga con Irán y Venezuela -uno de los países más peligrosos-?".
Admiten los agentes la "tremenda preocupación" con la que conviven estos días y tienen claro que "sería una catástrofe" que el control del Ministerio del Interior cayera en manos de Pablo Iglesias y su equipo, porque "no están capacitados, no tienen sentido común". Y por eso, señalan, "no queremos verlos ni en pintura".
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Si finalmente Pedro Sánchez aceptara las condiciones que Pablo Iglesias le ha puesto sobre la mesa y gobernara el Frente Popular, bajo el poder de la formación antisistema también se situaría, además de la Comisaría General de Policía Judicial -es decir, el acceso a las entrañas de la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal)-, el CNI. Y es que la petición de la Vicepresidencia por parte de Iglesias no es casualidad: desde diciembre de 2011, este organismo estatal encargado de conocer e informar al Gobierno de aquello que pueda afectar a la seguridad, estabilidad y defensa del Estado depende del Ministerio de Presidencia, al frente del cual se encuentra actualmente la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.
El CNI es la forma que el Gobierno tiene de "obtener información no alcanzable por otros organismos" para "proteger los intereses políticos, económicos, estratégicos o industriales" del país. Maneja un presupuesto anual de 240.977 millones de euros y una plantilla de alrededor de 3.500 agentes, parte de ellos procedente de la carrera militar. También tiene un total de 60 "antenas" repartidas por todo el mundo para captar información de nuestros aliados y de posibles enemigos. Es decir, toda la información sensible para la seguridad nacional estaría en manos de Podemos.
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